La insistencia del ministro Puente por entrar en Talgo frena a polacos e indios
El Gobierno quiere que el consejo del fabricante de trenes estudie hoy en exclusiva la oferta de Sidenor, aunque la propuesta económica sea peor, mientras la maniobra ha provocado la desconfianza de los mercados que ha llevado a la acción perder ayer un 9,2%
La Moncloa presiona a la polaca Pesa y a la india Jupiter para que sumen a Sidenor en sus ofertas por Talgo

El plan del Gobierno de Pedro Sánchez de proteger a toda costa a Talgo ante cualquier acercamiento extranjero está dando sus frutos. De momento, los potenciales compradores de más allá de nuestras fronteras, los polacos de Pesa y los indios de Jupiter Wagons, han ... replegado velas. Hoy, de hecho, era la fecha límite que el accionista mayoritario –el fondo Trilantic– había fijado para que el consejo estudiara todas las propuestas que hubiera sobre la mesa y, en principio, tan solo va a tener que analizar una: la oferta vasca liderada por Sidenor.
Y todo a pesar de que a todas luces es la propuesta económica peor, de la que los pequeños accionistas «rascarán» entre poco y nada. La oferta lanzada la semana pasada por el empresario vasco José Antonio Jainaga, presidente de Sidenor, para comprar tan solo el 29,9% de Talgo en manos de Trilantic, es de 4,15 euros por acción. A esa cifra podrían sumarse otros 0,65 euros por título si Talgo cumple con el plan de negocio del fondo británico para 2027 y 2028. En total, 177 millones de euros, a 4,80 euros por acción por casi el 30% para no tener que lanzar una opa por el total como obliga la legislación española.
El caso es que ambas compañías extranjeras pretendían pujar no solo por el capital en manos de Trilantic sino también por el restante que se reparten Torreal (el vehículo inversor de los Abelló) y la familia Oriol, lo que forzaba a una opa al superarse el umbral legal del 30%. Los tres socios llevan años bajo el pacto de vender de forma conjunta sus participaciones, los dos primeros en la instrumental Pegaso Transportation –que tiene el 40,03%–, y el tercero, con alrededor del 7%.
En la ofensiva vasca sobre Talgo, Jainaga va de la mano de las fundaciones bancarias BBK y Vital, y del fondo público vasco Finkatuz, mientras el ministro de Transportes, Óscar Puente, sigue con su particular interés por mantener la presión de añadir un socio más: la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con el firme objetivo de iniciar el proceso, una vez en las tripas de Talgo, de crear un campeón nacional del transporte ferroviario junto a Renfe y Adif.
Por tanto, según ha podido saber ABC, tras varios encuentros entre miembros del Ejecutivo de Pedro Sánchez, incluso del propio presidente, ni indios ni polacos han lanzado sus ofertas para evitar enfrentarse al Estado español con la presentación de sendas opas no solicitadas. En el recuerdo, de hecho, la operación del consorcio húngaro Ganz Mavag, con una opa sobre Talgo lanzada en marzo del año pasado y tumbada por el Consejo de Ministros en agosto, bajo el real decreto 571/2023, de 4 de julio, sobre inversiones exteriores, el llamado, escudo antiopas.
Precisamente esta semana clave para el devenir de las potenciales operaciones, ha coincidido con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, de viaje oficial a Varsovia (Polonia). Allí, transmitió a la Ejecutiva del primer ministro, Donald Tusk, el derecho a veto que tiene el Gobierno español a operaciones de entrada de capital extranjero en empresas estratégicas como Talgo, si bien a cambio firmó acuerdos de cooperación con el país en el desarrollo del modelo Avril de Talgo.
Polacos o indios, después
Sin embargo, las mismas fuentes consultadas por este periódico no descartan aún la entrada de polacos o indios en una segunda fase, ya que la opción vasca no resuelve el grave problema de nula capacidad industrial que tiene el fabricante español para sacar adelante una cartera de contratos valorada en 4.000 millones de euros. Ese déficit podría compensarse a través de la subcontratación, de alianzas comerciales o con la integración de Talgo con un fabricante de mayor volumen, y es ahí donde volverían a entrar en escena PFR –el Fondo Polaco de Desarrollo, PFR, en sus siglas en inglés, dueño del fabricante de trenes Pesa– o Jupiter Wagon una vez que se asienten los nuevos dueños vascos.
La pública PFR ya ha reconocido que su interés por Talgo es crear un gigante europeo del ferrocarril combinando la especialización de Pesa en locomotoras, tranvías y vehículos regionales e interregionales con el negocio de alta velocidad de Talgo. Una idea que chocaría con la propia intención del ministro Puente en España. Pesa ofrece a Talgo capacidad en sus dos plantas en el país del este, en las que se trabaja actualmente a dos turnos, precisamente lo que necesita la española, con la que ya trabajaba desde septiembre pasado en un importante acuerdo comercial para llevar el tren Avril a Polonia y presentarse conjuntamente a licitaciones de alta velocidad ferroviaria en ese país.
Mientras Jupiter Wagons es un fabricante indio privado de vagones de mercancías y de pasajeros, material para alta velocidad y piezas fundidas para ferrocarriles, entre otros productos, con clientes en la India y América del Norte. El propio presidente Sánchez se reunió con la alta dirección de la compañía en octubre del año pasado. La firma india estaba dispuesta no solo a lanzar una oferta similar a la polaca del entorno de 5 euros por acción por el total de la compañía, si no a ceder parte de sus 60.000 metros cuadrados de planta para que la española pudiera dar salida a todos sus pedidos que le están provocando el caos.
País Vasco lo da por hecho
Mientras tanto, en el País vasco ya dan por hecho de que la oferta de Sidenor y el resto de socios regionales saldrá adelante en el día de hoy, como así lo dejo caer ayer el consejero de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco, Noël d'Anjou, quien situó la operación a horas de «que se produzca un deselance». «Estamos confiados con la oferta. Como decía el consejero de Industria, Mikel Jauregui, la oferta es sólida y la pelota ahora mismo está en Trilantic, que es quien tiene que decidir el desenlace en base a lo que suceda en estas próximas horas», dijo el peneuvista en atención a los medios de comunicación.
De confirmarse hoy la vía vasca como solución para Talgo, también se abriría la veda a que se cumpla el viejo anhelo del PNV de hacer retornar la sede social del fabricante de trenes desde Madrid al País Vasco.
El mercado no se cree la solución
Una vez desveladas ayer las intenciones del Gobierno de Sánchez para frenar ambas propuestas extranjeras, la incertidumbre y las dudas –ante una oferta peor para los accionistas– se apoderaron de los inversores que empezaron a deshacer posiciones en títulos del fabricante de trenes. La sesión se inundó de órdenes de venta y la acción cerró a un precio bastante por debajo del ofrecido por Sidenor: 3,91 euros, un descenso de un 9,28% frente al cierre previo. Los inversores habían disparado en los últimos días los títulos de Talgo ante la posibilidad de una opa de 5 euros por acción que hubiera supuesto una importante prima respecto al valor de los últimos meses.
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