La industria alemana se resiente: los pedidos caen un 1,5% con respecto al mes anterior
Lo que empezó como un golpe a un negocio concreto, el automovilístico, fuertemente afectado por la competencia china, ya traspasa sectores por los altos costes energéticos y afecta al acero, las renovables o la industria aeroespacial
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En octubre, los pedidos industriales volvieron a caer en Alemania, aunque más débilmente de lo que esperaban los expertos. Los indicadores tampoco apuntan a ningún cambio en el sentimiento de empresas o consumidores, lo que habla de que esta situación se prolongará en el ... tiempo.
La industria alemana mantuvo la esperanza, después de un crecimiento anterior inusualmente fuerte, pero los pedidos fueron de nuevo un 1,5% más bajos en octubre respecto al mes anterior debido a la reducción del negocio interno, según la Oficina Federal de Estadística. Los economistas esperaban incluso una caída del 2,0%, debido a que en septiembre hubo un fuerte aumento del 7,2% que fue incluso mayor que el inicialmente previsto de 4,2%, debido a los grandes pedidos en la construcción naval. Se esperaba, por tanto, una severa corrección.
Desglosados los datos, los pedidos internos fueron un 5,3% más débiles en octubre, mientras que los negocios en el extranjero aumentaron un 0,8%. En una comparación de tres meses, menos propensa a las fluctuaciones, los pedidos entrantes aumentaron un 2,7% entre agosto y octubre, pero sin grandes pedidos fueron un 0,7% más bajos que en los tres meses anteriores.
El Ministerio Federal de Economía no ve un cambio de tendencia y el indicador de clima empresarial del Instituto Ifo indica que «aún no es previsible una inversión sostenible de la tendencia económica en la industria». «La situación de los pedidos muestra claramente por qué el humor entre las empresas es malo», explica el economista jefe de Hauck Aufhäuser Lamp Privatbank, Alexander Krüger. «Todavía no hay pruebas fiables de un cambio para mejor».
Esta situación de los pedidos industriales en Alemania es uno de los principales motivos por los que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha advertido a primera hora de hoy sobre la continuidad de la debilidad económica en la eurozona. Los datos recientes sugieren que se espera un crecimiento más débil en el corto plazo, ha informado Lagarde en una audiencia ante el comité económico del Parlamento Europeo en Bruselas. Sólo a más largo plazo parece posible que la recuperación económica en la zona euro a cobrar cierto impulso, ha lamentado Lagarde, antes de la próxima decisión sobre las tasas de interés del Banco Central Europeo, que será tomada por el Consejo de Gobierno en su reunión del 12 de diciembre.
Según la evaluación de Lagarde, el mercado laboral de la zona del euro ha demostrado hasta ahora ser resistente a pesar de la crisis económica. Sin embargo, las encuestas apuntan a una desaceleración en el crecimiento del empleo y un mayor debilitamiento de la demanda de trabajadores. «Se espera un aumento temporal de la inflación para el cuarto trimestre«, ha adelantado, además, antes del descenso de los precios esperado para 2025.
La crisis de competitividad que impacta en la industria alemana se extiende por todo el continente. Lo que empezó como un golpe a un negocio concreto, el automovilístico, fuertemente afectado por la competencia china, ya traspasa sectores por los altos costes energéticos y afecta al acero, las renovables o la industria aeroespacial. En Europa hay al menos una veintena de procedimientos de despidos colectivos en la industria que superan los mil trabajadores y que rozan las 130.000 personas afectadas.
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