La IA blinda las obras frente a la costosa epidemia de robos
La tecnología se ha convertido en un factor decisivo para frenar una actividad delictiva que se ha disparado con el aumento de precios de los materiales
Un robot aprende a hacer café él solo después de observar a los humanos hacerlo
Los Cucos, los Barbas, los Sheriff... pacto de clanes para repartirse la vigilancia en las obras de Madrid

Los amigos de los ajeno tienen las obras en su punto de mira, sobre todo, desde que los materiales de la construcción dispararon sus precios. Aunque la crisis sanitaria supuso un descenso notable en los robos, debido a las restricciones de movilidad y el ... confinamiento, sus consecuencias económicas revalorizaron las materias primas empleada en la edificación, algo que reforzó el conflicto en Ucrania. La última comparativa del Ministerio de Transportes que enfrenta agosto de 2023 con enero de 2021, revela grandes subidas de precio para aluminio (35%), materiales bituminosos (54%), cemento (40%), energía (46%), cerámicos (48%) y materiales siderúrgicos (33%).
Minimizar riesgos
Más recientemente, la Asociación Nacional de Constructores Independientes admitió en octubre que ha habido una desaceleración, si bien los cerámicos y el aluminio siguen siendo muy caros. Igualmente, a lo largo del año que acabamos de cerrar se ha encarecido mucho el valor de materiales bituminosos, cemento, focos, madera, áridos y rocas y materiales electrónicos. Este escenario ha hecho que la innovación tecnológica se ponga al servicio de la seguridad en las obras, dando entrada a sofisticados sistemas de vigilancia que combinan potentes soluciones de inteligencia artificial (IA) con el siempre presente factor humano, detectando intrusiones y minimizando riesgos.
«El aumento en la demanda y los altos precios de los materiales han convertido las obras en objetivos atractivos para actividades delictivas, poniendo en peligro tanto la integridad de los proyectos como la inversión financiera de los promotores», indica Ignacio González, Managing Director de BauWatch España. La escasez de materiales, instigada por los problemas en las cadenas de suministro, ha echado más leña al fuego, fomentando un repunte de la criminalidad. El Ministerio del Interior señala que, entre enero y septiembre de 2023, tuvieron lugar más de 90.000 robos con fuerza en domicilios, establecimientos e instalaciones, donde se incluyen las obras, un 1,5% más que en 2022.
La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) confirma que en 2022 se realizaron delitos contra la propiedad industrial en naves, fábricas y almacenes en España por un valor superior a los 2,2 millones de euros. «Cabe destacar la existencia de una 'cifra negra' significativa, ya que muchos delitos no se denuncian», confirma Manuel Rodríguez, Director Global Transform de Prosegur Security, que hace especial hincapié en un factor estacional como el invierno, una época que favorece la actividad delictiva por «la menor visibilidad y las zonas de construcción aisladas o con baja afluencia de personas». Desde el sector están preocupados por la presencia de bandas organizadas que incluso les chantajean. De hecho, existe el temor de que vuelva a ocurrir algo similar a 2008, «cuando el robo de materiales y maquinaria aumentó un 35%, con un impacto en los costes de las obras de 1.500 millones de euros al año», puntualiza Rodríguez.
Según datos de BauWatch, una de cada cinco obras se ve afectada por esta amenaza, con unos costes que pueden alcanzar hasta el 1% de la facturación de las empresas constructoras. Además, «generan costes adicionales relacionados con el aseguramiento de los materiales, o bien el coste derivado de su pérdida y reposición», comenta Rodríguez. Por otro lado, cuando desaparecen materiales o maquinaria pesada, el ritmo de la obra decae, haciendo que la promotora supere los plazos establecidos en el contrato. Así, estos retrasos se traducen en demandas que exigen el pago de penalizaciones a los clientes.
Pero además de las consecuencias económicas, existen otro tipo de efectos indeseables. En primer lugar, el vandalismo supone un riesgo para el personal que está ejecutando el proyecto y, en segundo lugar, esta clase de actos «pueden tener un impacto reputacional si los robos en ciertas obras se asocian con una percepción de inseguridad en la zona», explica el directivo de Prosegur Security. Los compradores podrían llegar a descartar comprar en esa promoción, lo que afectaría a las ventas y podría incluso llevar a una devaluación del producto residencial.
Al rescate
La expansión de la IA ha creado un nuevo paradigma. En este sentido, el 'software' integrado de última generación de BauWacth y el modelo de seguridad de Prosegur, conectado con a un iSOC (Intelligent Security Operations Center), son opciones que sacan rendimiento a esta disrupción. Del lado de BauWatch, González expone las ventajas competitivas de un recurso que funciona 24/7 y que «permite reducir las falsas alarmas y actuar sólo cuando la situación lo requiere». De este modo, cuando se detecta movimiento, las cámaras graban y envían una señal que es identificada por «un 'software' de IA que aprende continuamente patrones de la zona protegida, como movimientos y cambios de iluminación». El equipo actúa en tiempo real, y si se comprueba que la amenaza es real, notifica a los intrusos por un altavoz que están siendo vigilados antes de llamar a la policía. Asimismo, «los sensores de alta tecnología del interior de las torres de vigilancia detectan intentos de manipulación y vandalismo, además de estar configuradas para identificar fallos técnicos que pueden subsanarse en remoto», añade González.

El catálogo de Prosegur no se queda atrás: control de acceso con reconocimiento facial, control de presencia con sensores 3D, videocámaras, sistemas Lidar, torres y tótems, tecnología robótica, etc. Estos sistemas de detección «incorporan capacidades apoyadas por IA para la obtención, clasificación y discriminación de información», apunta su portavoz, argumentando que «esto facilita la identificación de patrones y la detección de anomalías». Pero la estrella es un iSOC porque, tal y como comenta Rodríguez, «sin un centro al que le llegue la información y que active los protocolos de actuación necesarios, la seguridad podría verse gravemente comprometida». Los algoritmos elevan la eficacia de los más modernos servicios de protección en obras, procesando e interpretando los datos para convertir los robos en algo anecdótico.
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