Los húngaros de Magyar Vagon, abiertos a «hacer hueco» a la SEPI en su opa sobre Talgo
Condicionan ir de la mano con un tercero -sea Estado, Criteria o Escribano-, a lograr una mayoría del capital de al menos el 51%
El grupo magiar y los accionistas minoritarios amenazan con llevar a los tribunales la operación mientras el propio fabricante de trenes 'grita' que necesita un inversor de manera urgente
Ofensiva de Talgo y los accionistas minoritarios para que el Gobierno apruebe ya la opa húngara
![El alcalde de Vigo, Abel Caballero, a su llegada a la estación de Vigo en un tren Avril de alta velocidad de Talgo, con el ministro de Transportes, Óscar Puente](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2024/07/25/Talgo-ReiB7pRHfRk63cVx4J53DuJ-1200x840@diario_abc.jpg)
El culebrón por hacerse con el control de Talgo parece no tener fin, sobre todo por las constantes interferencias del Gobierno de Pedro Sánchez tras conocer la oferta pública de acciones (opa) del grupo Ganz-Mavag (Magyar Vagon) sobre el fabricante de trenes español, ... presentada oficialmente hace ya más de tres meses y medio, el pasado 4 de abril, ante la CNMV. En su propuesta, el consorcio húngaro puso sobre la mesa 5 euros por título, lo que valora a Talgo en 620 millones de euros, una oferta inapropiada en cualquier caso para el Ejecutivo español que lo trasladó públicamente.
Lo último, según ha podido saber ABC en fuentes del consorcio húngaro, es que no solo van a seguir adelante con su oferta, y que no retirarán en ningún caso, sino que están dispuestos a escuchar a posibles socios con los que ir de la mano. Eso sí, condicionan cualquier propuesta a ostentar la mayoría del capital de Talgo, con al menos el 51% para desarrollar su proyecto.
Las mismas fuentes explican a este periódico que en la cúpula directiva de Magyar Vagon no descartan escuchar a quien llame a su puerta, ya sea el propio Estado a través de la SEPI, sea la Criteria de Isidro Fainé –que se bajó de la posibilidad de una contraoferta por no encontrar un socio industrial con el que lanzarla en el mismo mes de abril, condición que no ha dejado de estar ahí por si volviera a surgir la opción–, o venga de los Escribano.
No obstante, los húngaros –continúan–, confían además en que el Gobierno no hará uso del silencio administrativo negativo, que, según fuentes próximas a La Moncloa –y, en concreto, del entorno de dos ministerios implicados en el asunto, Transportes por un lado, y Economía, por otro– tiene bastantes papeletas para que se de, ya que siguen sin encontrar un caballero blanco que convenza a los accionistas de Talgo. El silencio administrativo negativo es una excepción y se aplica cuando una norma establece lo contrario o en procedimientos que afecten a derechos e intereses legítimos. Si la administración no emite una resolución expresa dentro del plazo, se considera que la solicitud ha sido denegada.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2024/07/accionariado-talgo-2024/accionariado-talgo-2024-size-S.png?v=1721823219006)
Accionariado de Talgo
En porcentaje
Pegaso
Transportation SCA
40,22
5,07
Torrblas
3,03
Amundi S.A.
2,40
Consejo de
administración
49,28
Resto
Fuente: Talgo
ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2024/07/accionariado-talgo-2024/accionariado-talgo-2024-size-M.png?v=1721823220856)
Accionariado de Talgo
En porcentaje
Pegaso
Transportation SCA
Resto
40,22
49,28
5,07
3,03
2,40
Torrblas
Amundi S.A.
Consejo de
administración
Fuente: Talgo
ABC
La primera consecuencia del silencio administrativo negativo es que deja viva la opa de Magyar Vagon, algo que no pasaría si es que se rechaza explícitamente la operación. Si la compañía húngara decide seguir adelante –como así sigue reiterando–, deberá presentar una nueva propuesta con las correcciones y peticiones del Gobierno y en la medida de lo posible, tendrá que incorporar un socio local que garantice la españolidad de Talgo, una alternativa que los húngaros han reconocido también a ABC pero que alargaría el proceso al menos hasta finales de este año y, por tanto, la agonía de la situación del fabricante de trenes español.
Judicializar la operación
Según expertos jurídicos consultados, en última instancia, tal y como reconocen los húngaros, está la opción de acudir a los tribunales. De hecho, tienen la posibilidad de interponer un recurso ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo, que podría acabar incluso en Europa si el tribunal español plantease una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE.
Mientras tanto, Economía sigue analizando los documentos de la operación pedidos al grupo Magyar en la Junta de Inversiones Exteriores y los checos de Skoda Transportation han lanzado una propuesta que no convence a los accionistas de Talgo. Unos accionistas que, a través de su consejo de administración, según publicó ayer El Confidencial, ha remitido al Ejecutivo una carta en la que denuncia que los retrasos en la aprobación de la opa y los rumores de un posible veto están causando un serio perjuicio a la compañía, que necesita un inversor de manera urgente.
Misiva a la que se une el comunicado de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) en la que exige al Gobierno que cese en su empeño de intervenir en la operación. Para estos, la opa de Magyar es beneficiosa para los más de 8.000 accionistas de la compañía, por la contraprestación económica y porque proporciona una solución a Talgo «que resuelve sus urgencias industriales», por lo que aseguran estar estudiando «el inicio de cuantas acciones judiciales sean pertinentes» para «defender» la legalidad y los legítimos intereses de los accionistas minoritarios de Talgo, «que se encuentran en una situación de indefensión absoluta».
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