Galán evita un choque público con el Gobierno por el impuesto a las energéticas
El presidente de Iberdrola asegura que el impacto es pequeño con respecto a la dimensión global de la compañía
La energética se ha desmarcado de las críticas que sí ha llevado a cabo Repsol al 'impuestazo'
Iberdrola va como un tiro. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha ganado un 50% más en los primeros nueve meses del año. Ha encontrado un filón en el negocio regulado de las redes eléctricas, y ahora se lanza al floreciente mercado ... de centros de datos con gran entusiasmo. Por estos motivos, el máximo directivo de la energética no quiere distraerse con otras cuestiones, entre ellas el denominado 'impuestazo'.
Galán, durante el encuentro celebrado ayer con analistas para rendir cuentas sobre el balance financiero de la compañía, explicó que la reforma del Gobierno para convertir en permanentes los gravámenes extraordinarios para las energéticas y la banca no deja de ser, a día de hoy, «ruido» y «rumores», ya que «no hay nada concreto».
El presidente de Iberdrola llegó a aseverar que el impacto económico, con respecto a los resultados globales de la empresa, tiene un efecto muy pequeño. Galán, en un tono más conciliador que de costumbre, señaló que por el momento «no se ha aprobado absolutamente nada» al respecto y que será necesario llevar a cabo un proceso «muy largo y con algunas incertidumbres» en su tramitación en el Parlamento y en el Senado, por lo que «no está claro que se vaya a producir». Se trata de un giro en su argumentación, puesto que en otras ocasiones sí se había mostrado más batallador.
En este contexto, Repsol ha tenido una actitud muy distinta a la que mostró ayer Iberdrola. La petrolera dirigida por Josu Jon Imaz ha estado muy activa en las últimas horas, y el propio consejero delegado de la compañía publicó en diversos medios una tribuna de prensa donde relataba los problemas que supone mantener este impuesto como permanente. Esta postura contrasta con la ofrecida por Iberdrola, al menos en público, que transmitió en la conferencia con analistas que ni siquiera han contemplado todavía si incluirán los costes del impuesto en las previsiones financieras de los próximos años.
Resultados en aumento
En ese plano, el económico, la energética española vive un momento dulce. De enero a septiembre, la compañía ha tenido un beneficio de 5.470 millones de euros, lo que supone un 50% más que el mismo periodo del anterior ejercicio. Estos números se han visto impactados por la venta del negocio en México, que ha supuesto una plusvalía de más de 1.100 millones. Sin contar esta situación, las ganancias hubieran crecido cerca de un 20%.
Una de las principales magnitudes económicas, y que certifica la buena salud de la eléctrica, el Ebitda, tuvo un aumento del 23% en este periodo. Alcanzó los 13.269 millones de euros, impulsado principalmente por un incremento del 25% en las inversiones orgánicas de redes.
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