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ESPECIAL RSC

Los focos de la inversión no pierden de vista la gran transformación en marcha

Incluso sin tener una taxonomía unívoca y pese al temporal de incertidumbre, la apuesta por los criterios sostenibles, sociales y de buen gobierno sigue al alza

Este tipo de activos es adecuado para los inversores con un horizonte a medio y largo plazo ABC
Belén Rodrigo

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Los criterios de inversión ESG han ido ganando terreno como elemento esencial para estructurar una cartera inversora sólida, tendencia que se mantiene incluso en momentos de crisis e incertidumbre como el actual. Según el estudio 'La inversión sostenible y responsable en España 2022', que elabora Spainsif anualmente desde 2009, la inversión sostenible alcanzó los 379.618 millones de euros gestionados en España durante 2021, lo que supuso un incremento del 10%, con un peso del 51% sobre el total, respecto a la tradicional, a la que ya superó en 2020.

Estos números confirman que «el inversor español está encontrando en los productos sostenibles una respuesta a sus criterios de inversión a largo plazo, aunando un análisis de riesgos más completo, que incluye los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza», afirma Francisco Javier Garayoa, director general de Spainsif, asociación que promueve la inversión sostenible. Contempla las grandes tendencias de transformación económica y social, modelo energético de baja emisiones y economía social, como oportunidades de negocio ligadas con la rentabilidad, y los impactos en la sociedad y en el medioambiente, como referencias de destino de sus inversiones y aportación a la sociedad.

Jesús Mardomingo, director del Área de Sostenibilidad e Innovación del IEB, señala que los ESG siguen ganando terreno, «una tendencia que se mantiene incluso en estos momentos de crisis». Los especialistas en la materia, las empresas y la ciudadanía en general «están alcanzando un consenso, casi universal, en cuanto a la necesidad de transformar el sistema financiero para orientarlo hacia la consecución de ambiciosos objetivos de sostenibilidad que no solo incluyen los medioambientales, sino que incluyen los sociales y los relativos al gobierno corporativo», añade. Cree que la sociedad en su conjunto está cada vez más concienciada de la necesaria implicación de todos para conseguir estos objetivos y por ello demanda, como consumidor e inversor, productos y servicios sostenibles. «Las finanzas sostenibles suponen un reto y una oportunidad para el sector financiero y para las empresas que quieran estar bien posicionadas y no quedar fuera del mapa económico a medio y largo plazo», señala Mardomingo. Al mismo tiempo, están surgiendo nuevos agentes económicos para prestar servicios innovadores capaces de responder a las nuevas necesidades financieras.

También destaca que en el mundo financiero en general, y dentro de su perímetro los centros académicos más especializados en la materia, «mantienen un muy elevado nivel de sensibilización que se traslada, en primera instancia, a todos los profesionales vinculados a las finanzas, un colectivo que se sitúa en primera línea en la compleja tarea de acelerar el proceso de transformación de los modelos productivos, incluidos los financieros, hacia una economía más sostenible».

Desde Spainsif confían en que la inversión sostenible crezca en el actual contexto económico, aportando soluciones, como vehículo idóneo para canalizar el ahorro hacia proyectos relacionados con la transición energética y las mejoras sociales. «De hecho, el marco jurídico de las finanzas sostenibles busca generar transparencia y protección al inversor para que crezca la inversión sostenible en Europa, como palanca fundamental del Plan de Recuperación, Next GenerationEU», subraya Francisco Javier Garayoa. Tal y como señala Kristina Church, responsable de ESG de BNY Mellon, «es muy probable que, para finales de esta década, las normas culturales y legales en torno a ESG estén tan profundamente arraigados de que se convertirán en una parte estándar de las buenas prácticas comerciales».

Resalta el hecho de que a lo largo de este año los fondos ESG han estado en el punto de mira por diversos motivos, entre ellos ha enfrentado acusaciones de lavado verde. En lugar de marcar el final de los fondos ESG, «esta nueva fase ayudará al mercado a madurar y educar mejor a los inversores sobre la complejidad de invertir de manera responsable. También ayudará a remodelar la definición de lo que es invertir ESG y lo que no es», puntualiza.

Agenda informativa

También se observa como a medida que la agenda informativa se centra cada vez más en cuestiones como el cambio climático y la injusticia social, la inversión ESG ha aumentado su popularidad. «Fundamentalmente, los fondos ESG ofrecen una propuesta de inversión que incluye el análisis y la incorporación de riesgos extrafinancieros en la decisión de inversión, además de la evaluación financiera. Se basa en la creencia de que una empresa participada o un emisor corporativo que no mitigue los riesgos relacionados con los ESG e incorpore las mejores prácticas no obtendrá resultados superiores a largo plazo», explica Sandra Crowl, directora de Stewardship en Carmignac.

Indica que a la hora de identificar inversiones sostenibles, solemos centrarnos en temas a largo plazo, como la transición a la energía limpia. «Por lo tanto, este tipo de activo es adecuado para los inversores con un horizonte de inversión a medio y largo plazo. Además, los inversores que ahora son conscientes de que pueden tener un impacto quieren tenerlo a través de sus inversiones», puntualiza. Cree que a medida que los baby boomers se jubilen y transmitan su patrimonio, «veremos sin duda a la próxima generación de inversores como la clave del crecimiento sostenible de los fondos». Recuerda también que los inversores institucionales están cada vez más interesados en las inversiones ESG. «Esto se debe en parte al apetito de sus propios inversores, pero también a que están sujetos a una normativa que les obliga a informar sobre su propio perfil ESG».

Al elegir un fondo ESG, «es importante entender realmente en qué invierte», indica Crowl. Recuerda que los fondos ESG deben someterse al mismo escrutinio que los fondos no ESG en cuanto a liquidez, diversificación, volatilidad, horizonte de inversión y perfil de riesgo del inversor, que son reglas básicas para promover las mejores posibilidades de rendimiento del fondo. Además, «es importante detallar y comprender los objetivos de las inversiones sostenibles, ya que la normativa ha dado pocas orientaciones y han proliferado los tipos de inversiones sostenibles».

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