Los emprendedores que prefieren traspasar fronteras a ser profetas en su tierra
La aventura de crear una startup en el extranjero, buscando menos carga burocrática y un mejor acceso a la financiación, ya ha dejado de ser una rareza
El esprint del ecosistema de startups español conquista a la inversión global
![Los emprendedores innovadores españoles cada vez están más dispuestos a crear sus startups en el extranjero](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/06/30/emprendedoresextranjeros-RaDq23l7gMvIy3oqMzjVPhL-1200x840@abc.jpg)
Separados por miles de kilómetros de su país de origen, imbuidos en una cultura diferente, cada día son más los emprendedores españoles que sienten la inquietud de probar suerte fuera de nuestras fronteras y que se animan a llevar a cabo sus proyectos empresariales ... en el extranjero. Los hay que optan por negocios tradicionales, como pueda ser un restaurante o la organización de visitas guiadas, pero también son legión quienes dejan su impronta allá donde están a golpe de innovación, gracias a la creación de compañías de base tecnológica.
En el universo startupero, como en la vida misma, cada caso esconde una historia y son variados los motivos detrás de la marcha al exterior. Evaristo Babé, uno de los pioneros en el sector del 'delivery' tras fundar SinDelantal, se marchó a México por la apertura de una filial allí, pero una vez que la vendió a JustEat se quedó para sacar partido a su conocimiento del país y para aprovechar las oportunidades que identificaba en esa geografía. «Lo principal es el tamaño del mercado, con más de 126 millones de habitantes. Además, por cercanía, muchas de las grandes startups de Estados Unidos llegaron antes aquí, lo que hace que el mexicano esté muy abierto a probar cosas nuevas», asegura este gaditano al frente de Pulpo, un software que ofrece control 360º sobre las flotas de vehículos de los clientes para reducir las ineficiencias.
A pesar de compartir idioma, advierte de que México presenta unas dinámicas muy diferentes a las de España y ese es precisamente el mayor reto al que se enfrentó. «Tienes que venir con una mente muy flexible y capacidad de adaptación al entorno», señala como claves para triunfar. El nivel de burocracia, una de las trabas que siempre se achacan a nuestro país, cree que es similar entre ambos lugares, al igual que la lucha por captar talento.
![Evaristo Babé](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/06/30/evaristobabe-U03576004578gAr-624x350@abc.jpg)
Comparados con Londres, la emprendedora Ariadna Masó cree que suspendemos en agilidad. «En Inglaterra es muy rápido crear una empresa, algo en lo que también ha ayudado que el ecosistema 'tech' en la capital está muy desarrollado y hay acceso a muchos recursos e inversores. En España, en cambio, existe más burocracia y todo se mueve con más lentitud a nivel administrativo. Me da la sensación de que nos hubiera costado más cerrar una ronda de inversión o gestionar ciertos procesos legales», cuenta la fundadora y CEO de Sanno, una plataforma digital que ayuda a pacientes a manejar sus síntomas con contenido personalizado y poder seguir un tratamiento con expertos o participar en estudios clínicos a cambio de más información sobre su salud.
![Imagen - «En Inglaterra es muy rápido crear una empresa, algo en lo que también ha ayudado que el ecosistema 'tech' en la capital está muy desarrollado y hay acceso a muchos recursos e inversores»](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/06/30/ariadnamaso-U78626624215PgJ-170x170@abc.jpg)
«En Inglaterra es muy rápido crear una empresa, algo en lo que también ha ayudado que el ecosistema 'tech' en la capital está muy desarrollado y hay acceso a muchos recursos e inversores»
Ariadna Masó
Fundadora y CEO de Sanno
Masó es licenciada en Administración de Empresas en Esade Business School de Barcelona y se internó en este mundo a raíz de su experiencia. «Con 24 años me fui a vivir a Londres para trabajar en finanzas en la City. Estuve ocho años en el sector, pero todo cambió en 2019 cuando me diagnosticaron el síndrome del colon irritable y colitis leve, que son condiciones crónicas de inflamación intestinal. Esto me impactó mucho y estudié nutrición científica con el fin de crear una plataforma para mejorar la experiencia de pacientes con condiciones crónicas», rememora.
Bajo su punto de vista, el ecosistema emprendedor en España está evolucionando rápido, aunque queda bastante por hacer. «Ayudaría la creación de un marco que fijase beneficios fiscales para inversores que invierten en startups, ya que supondría una mayor inyección de capital para estas empresas con menos barreras para la innovación. En Inglaterra este marco fiscal existe y aporta más incentivos para la inversión en startups», dice esta española, que ya trabaja para regresar a casa y crear aquí un equipo.
Rodrigo Miranda, partner and managing director de ISDI, escuela de negocios nativa digital, identifica el acceso a financiación como una de las principales dificultades para los 'startuperos' de territorio nacional, así como «los trámites administrativos y la burocracia, que pueden ser complicados y consumir tiempo, desgastando a los emprendedores hasta límites que abandonen los proyectos». «En España –agrega– existe una tendencia a una cultura empresarial más conservadora, lo que en muchos casos puede generar una menor tolerancia al riesgo y un enfoque más conservador en comparación con otros países».
Aun con estos puntos desfavorables, el experto habla de un ecosistema emprendedor en aumento debido a factores como la creciente red de incubadoras, aceleradoras y espacios de 'coworking' que ofrecen apoyo a estos perfiles. A nivel país, piensa que la ubicación geográfica estratégica y una economía abierta que da acceso a mercados tanto europeos como latinoamericanos son nuestras grandes bazas.
Para Julio Martínez, radicado en Estados Unidos, el contacto profesional con el extranjero ha sido continuo. Tras licenciarse en Derecho y cursar un MBA en IESE, donde estudió parte del programa en la London Business School, trabajó en banca de inversión, lo que le llevó a vivir en Nueva York, Sao Paulo y Suiza. «El hecho de mudarme de un país a otro me hizo más adaptable, y me brindó la oportunidad de aprender de personas increíbles de diferentes culturas. Fue una experiencia que me aportó mucha versatilidad», afirma.
Cofundador y CEO de InnoCells (filial de Banco Sabadell), su siguiente desafío laboral fue la creación, en Nueva York, de la startup Abacum, una plataforma de planificación financiera en tiempo real para equipos de finanzas que recibió el respaldo de la prestigiosa aceleradora Y-Combinator. «Teníamos muy clara la oportunidad de emprender en Estados Unidos, ya que es el mercado de software más grande», confiesa Martínez. Su empresa tiene sede tanto al otro lado del Atlántico como en Barcelona. «España ha hecho muchas mejoras para estimular el emprendimiento innovador y la reciente Ley Startup es un buen ejemplo. Esto ha situado al país como uno de los pioneros en Europa, sin embargo, como toda reforma, tiene oportunidades de mejora (por ejemplo, el impuesto de salida)», explica sobre la situación de nuestro país.
![Imagen - «El hecho de mudarme de un país a otro me hizo más adaptable, y me brindó la oportunidad de aprender de personas increíbles de diferentes culturas»](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/06/30/juliomartinez-U30308771564itN-170x170@abc.jpg)
«El hecho de mudarme de un país a otro me hizo más adaptable, y me brindó la oportunidad de aprender de personas increíbles de diferentes culturas»
Julio Martínez
Cofundador y CEO de Abacum
El emprendedor hace hincapié también en la educación, una de las vías más rápidas para el emprendimiento innovador. «En la actualidad, las universidades en España tienen la oportunidad de vincularse más con el mercado profesional, disminuyendo las barreras de acceso al talento para las empresas innovadoras», apunta en este sentido. Por el momento, Martínez asegura que tanto su familia como él están muy contentos en la ciudad de los rascacielos y que, aunque la costa no sea igual que la de Cataluña, disfrutan de la posibilidad de practicar surf y de cocinar una buena paella con amigos.
Luis Ignacio Cortés, cofundador y general partner de la aceleradora Bcombinator, residente en Boston, detecta que los españoles han ganado confianza a la hora de dar el salto internacional y que las nuevas hornadas de emprendedores tienen una mente muy abierta. Su consejo, eso sí, es explotar lo mejor de cada país, sin obsesionarse con centralizar todo en una única geografía. «Hay empresas en las que la I+D y soporte al cliente está en España para aprovechar el talento y los costes, mientras que la sede corporativa, los inversores y la parte de ventas, en EE.UU.», dice.
Tolerancia al riesgo
Entre los atractivos del mercado estadounidense, una de las cunas del emprendimiento innovador, se encuentra la disponibilidad de recursos financieros por la tradición del capital riesgo. «Está muy establecido y tiene más experiencia financiando emprendeduría que en Europa y España. Desde ese punto de vista, en el caso de dos emprendedores que empiecen a la vez, uno en EE.UU. y otro en el Viejo Continente, la velocidad con la que se desarrollará el proyecto en EE.UU. posiblemente sea más rápida», explica. A su juicio, otra gran diferencia, por tópico que suene, es la aceptación del fracaso y la tolerancia al riesgo, en los que EE.UU. golea a España.
Desde Berlín, Gemma Comabella Noguero, cofundadora y CEO de Cocoli, un 'marketplace' dedicado a muebles y decoración del hogar de segunda mano, considera que hay aspectos que España podría reforzar para estimular más el emprendimiento innovador, como son el fomento de la educación emprendedora desde edades tempranas, la reducción de los trámites burocráticos y las barreras para registrar una empresa, la mejora del acceso a financiación o el establecimiento de políticas fiscales favorables.
La emprendedora cuenta que después de trabajar en el país germano para Zalando durante varios años y de dirigir el mercado germanoparlante en made.com, una empresa de muebles en línea, adquirió suficiente bagaje para montar su propia empresa con un equipo del que está muy orgullosa y que incluye a Greta Schindler, a quien conoció en Esade. «Gracias a mi decisión de mudarme, he tenido la oportunidad de liderar varios equipos en el ámbito online. Alemania es un mercado muy interesante para la mayoría de los países europeos, y muchas empresas buscan equipos locales para lanzar sus productos. No creo que España me hubiera brindado la misma oportunidad de crecimiento inicial», comienza por destacar acerca de su experiencia.
![Gemma Comabella Noguero, cofundadora y CEO de Cocoli, junto a parte del equipo](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/06/30/cocolifundadores-U47075410870QOW-624x350@abc.jpg)
Añade que Alemania tiene una economía sólida, acceso a mercados internacionales y una fuerte red de apoyo a emprendedores, con «diversas opciones de financiamiento y subvenciones para ayudarles a establecer y hacer crecer sus negocios». Sin embargo, reconoce que no todo son ventajas. «La burocracia puede ser complicada, especialmente si el alemán no es tu idioma materno. La cultura también tiende a ser más cerrada y rígida. Además, mi familia y la mayoría de mis amigos aún están en España, y a menudo echo de menos estar más cerca de ello». ¿Sus planes de futuro? «La expansión en España para los compradores de Cocoli está en nuestros planes y, una vez que se ponga en marcha, volveré».
Sin perder de vista sus raíces, pero sin miedo a lo desconocido, los emprendedores de nuestro país han dado un paso al frente y ya montan sus empresas allá donde más les convenga, con independencia de las coordenadas. A lo largo y ancho del planeta, las startups con sello español reivindican su sitio.
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