nikos lavranos, jurista experto en arbitrajes
«Es desconcertante e impactante que España esté en el top mundial de morosos»
El International Law Compliance nos sitúa solo por detrás de Venezuela por impagos a inversores afectados por los recortes a las renovables
El Falcon del Gobierno y la sede del Cervantes en Londres, en la lista de posibles embargos por los impagos de arbitrajes
![Nikos Lavranos, en un reciente foro internacional](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/04/18/nikos-RDaIazMfhiSuHPBLkKGkyyJ-1200x840@abc.jpg)
Nikos Lavranos es un prestigioso jurista holandés con una amplia experiencia en arbitrajes internacionales. Por ello, tiene gran prestigio el índice International Law Compliance que elabora anualmente sobre el grado de cumplimiento de los laudos y en el que nuestro país no sale bien parado, ... ya que acumula ocho, todos impagados, que suman 1.200 millones de euros.
—¿Le ha sorprendido la presencia de España en la lista de los países más morosos del mundo?
—Sin duda. De los países de la UE se espera un entorno de seguridad jurídica en el que el imperio de la ley se pueda dar casi por descontado. Sin embargo, nuestro análisis revela una situación desconcertante e impactante porque España está en el top tres mundial, algo impropio de una democracia avanzada. También ha sido chocante que la Comisión Europea intente personarse en algunos de los procesos ayudando activamente a España a eludir sus obligaciones en materia de derecho internacional.
—Conocemos los datos de cierre de 2022. ¿Hay alguna actualización?
—Hoy por hoy, sabemos que España está en el top de países incumplidores, solamente por detrás de Venezuela. A finales de septiembre o principios de octubre elaboraremos el nuevo ranking, pero es casi seguro que España seguirá en estas posiciones porque el Gobierno sigue sin pagar sus obligaciones y, además, se están publicando nuevos fallos que solo contribuyen a aumentar el número de procesos pendientes.
—Dado que los arbitrajes han reducido significativamente las indemnizaciones reclamadas, ¿se pude decir que el Gobierno español ha llevado a cabo una estrategia equivocada y debería haber pagado?
—De entrada, España podría haberse evitado esta situación si hubiesen mantenido en vigor los incentivos y las primas que ofrecieron y luego retiró retroactivamente. Dicho esto, es cierto que las cantidades reclamadas se han visto reducidas tras los procesos, pero esto es bastante normal, suele ocurrir en la mayoría de litigios. Llegados a este punto, las obligaciones ya superan los 1.000 millones de euros, pero esta cantidad sigue creciendo a diario porque está sujeta a intereses. Además, en la medida en que el Gobierno sigue invirtiendo millones para contratar a despachos internacionales e intentar evitar el cumplimiento de sus obligaciones, la factura no para de encarecerse. Sin duda, lo sensato sería pagar a los acreedores en vez de usar el dinero de los contribuyentes para seguir incurriendo en estos inaceptables escenarios de impagos. Ya hay embargos en el Reino Unido, pronto se esperan en Australia; otros países donde puede haber novedades próximamente son Estados Unidos y Luxemburgo. Efectivamente, es una situación equivocada.
—¿Ha habido algún contacto entre los afectados y el Gobierno español?
—No, y ya va siendo hora de que el Ejecutivo se siente a hablar con los afectados y busque una solución. España debe volver a la sensatez y solucionar la situación, porque de lo contrario se convertirá en un destino poco fiable para las inversiones extranjeras. Profesionales como yo estaríamos muy felices de iniciar discusiones constructivas y de buena fe con ánimo de encontrar una solución.
—¿Cómo afecta a la reputación internacional de España el hecho de que figure en la lista de morosos y, peor aún, hacerlo en una posición tan destacada, sólo superada por Venezuela?
—Dado que España necesita atraer inversiones extranjeras. Esta circunstancia influye inevitablemente en la reputación del país. El impacto es visible a corto plazo, como muestran las cifras de captación de capital foráneo, pero será demoledor a medio y largo plazo si esta situación se mantiene. Ese es otro motivo por el que España debería sentarse a la mesa y encontrar una solución aceptable para acabar con este culebrón de una vez por todas.
—¿Cree que los afectados terminarán cobrando sus indemnizaciones por la presión de los embargos?
—Sí, al final España tendrá que pagar. El ejemplo de Argentina es evidente. Tras el colapso financiero, quiso realizar un impago por valor de miles de millones de dólares, pero acabó haciendo los pagos correspondientes. Además, si el cumplimiento no es voluntario, los procesos de embargo pueden hacer que, en última instancia, estas cantidades se terminen recuperando de igual manera, solo que a base de incautar activos del Reino de España, una situación que dista mucho de ser la ideal.
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