ESPECIAL SEMANA DE LA EDUCACIÓN
El desafío mayúsculo de forjar una educación sólida en un contexto de cambio continuo
La tecnología es un aliado clave para formar en las habilidades que exige el mercado de trabajo, pero los expertos subrayan el peligro de convertir estas herramientas en un fin y no en un medio
«Con las matemáticas socioafectivas los alumnos no sienten frustración ni miedo al error, lo ven parte del aprendizaje»
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Del 6 al 10 de marzo se celebra en Madrid la Semana de la Educación, punto de encuentro del universo educativo en España. Un año más Ifema vuelve a acoger un evento que en su edición anterior contó con más de 149.000 visitantes, entre estudiantes, familias, docentes, orientadores, responsables de centros educativos y profesionales de la educación. La comunidad educativa quiere dar respuesta a los jóvenes sobre su futuro académico y profesional y a los más pequeños les muestra un amplio abanico de opciones en colegios y campamentos.
La formación, en cualquier etapa, ha protagonizado grandes cambios, futo de una sociedad más tecnologizada. «La tecnología está en todos los ambientes, en la educación también. Ha llegado un poco más lenta, pero es cierto que la pandemia ha supuesto un impulso enorme», explica Melchor Gómez García, profesor de Tecnología Educativa en la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la UAM. «La tecnología es una de las muchas palancas que hay en la educación y cuenta con el visto bueno de los alumnos. Si un profesor se implica en el uso de la tecnología los estudiantes le reciben muy bien», resalta.
María Gómez Espinosa, directora de Tecnología para la Ordenación Académica y docente en UNIR, habla también del gran cambio que ha traído a la educación el uso de la tecnología. «Es un cambio real a todos los niveles que ya se nota desde Infantil. Lo más evidente es en la forma de dar clase, donde incorporas dispositivos, pero sobre todo se da en la forma de preparar las clases. Los profesores tienen muchos más recursos y cuentan con la posibilidad de salir de las cuatro paredes y llevar el mundo a esa aula», matiza.
Para hacer frente a los cambios ha sido fundamental la adaptación tanto del sistema como de los profesores. «Hay que adaptarse a lo nuevo y los profesores también, que además tiene la presión de los alumnos quienes ya de por sí usan la tecnología», apunta Melchor Gómez García. Se está todavía en una fase de transición donde cree que hay un falso mito al creer que los profesores de más edad no han hecho ese cambio. «La edad no es un impedimento y está demostrado que el profesor que es innovador, lo es también con la tecnología», indica el decente. Como profesor de futuros formadores nota también que muchas veces «los jóvenes tienen mucho más manejo, pero no saben muy bien cómo se usa para las clases». En cualquier caso, tanto para jóvenes como adultos, ha sido necesario un tiempo de adaptación.
En UNIR, que comenzaron hace doce años 100% en línea, desde un primer, momento «el foco fue ayudar al profesor a sentirse cómodo en este formato. Que un buen profesor en presencial no perdiese su esencia y para ello hay que aprender, dar el giro y se debe acompañar al docente. Lo ideal es conseguir que la tecnología sea transparente», subraya Gómez Espinosa. No tiene dudas de que la pandemia ha ayudado a que la gente sea más consciente de que la tecnología te acerca. «Ha sido decisiva la formación y la mentalización de que la tecnología es tu amiga», puntualiza.
Beneficios
En este proceso de cambio con la tecnología muy presente en las aulas ya han empezado a surgir corrientes contra el uso de móviles y tablets, especialmente entre los más pequeños. «Un mal uso de la tecnología es capaz de tapar algo bueno», reconoce Melchor Gómez García. Es consciente de que en muchos casos no se sabe controlar el uso de las tecnologías, que es ahí donde radica el problema, pero asegura que son muchas cosas buenas las que la tecnología está aportando en la enseñanza. Por ejemplo, «la personalización» porque «si tienes ayuda digital puedes personalizar las actividades, cada uno puede ir a su ritmo». Además, «flexibiliza tiempos y espacios».
Hay un 'falso mito' que señala que los profesores de más edad no se adaptan a los cambios
Otro de los grandes beneficios que ha traído la tecnología es un mayor acceso a la formación. «La tecnología te permite estar permanente formado, ya sea informalmente o formalmente. Los docentes también, podemos participar en programas de otros países», añade el docente.
Caída preocupante
Precisamente en el informe PISA 2022, publicados en diciembre de 2023, habla del impacto de la tecnología entre los estudiantes y los resultados muestran un descenso de la capacidad de los más jóvenes en sus estudios y en la forma que tienen de comunicarse. «Encontrar maneras de integrar las tecnologías digitales en la sala de clase para mejorar el aprendizaje y el bienestar social-emocional de los alumnos es uno de los grandes desafíos que enfrenta la educación en la actualidad», explica Daniel Salinas, analista de OCDE, institución responsable del informe. «La desconcentración de los alumnos en clase por estar conectados a internet con fines de entretenimiento en la escuela es uno de los riesgos de los dispositivos digitales documentados por PISA», añade.
Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela y expresidente del Consejo Escolar del Estado indica también que la proliferación del uso de las pantallas en las familias y en el medio escolar está siendo fuertemente criticada, apelando a evidencias empíricas robustas. «Yo diría que se ha iniciado una crisis de confianza que está teniendo impacto en las aulas en países como Suecia y que se propagará hacia otros en busca de un equilibrio razonable, que concilie mejor tradición y modernidad».
Para Melchor Gómez García el uso de los móviles en clase no es negativo. «Tiene que ayudar, no se puede retirar sino enseñar a usar. No es la solución a todo, pero no dice que sea malo, aporta cosas positivas», resalta. Ante una mayor presencia de la tecnología, el reto pasa por formarse y «cambiar la metodología y el método de evaluación». Asegura que no se puede seguir pensando en papel y hay que sacar provecho del uso de las nuevas tecnologías.
En países como Suecia se advierte un cambio para buscar el equilibrio de tradición y modernidad
«La tecnología da opción para que más gente pueda acceder a la educación gracias a la posibilidad de hacer en remoto, semi presencial», subraya María Gómez Espinosa. Lo pudimos ver con la pandemia, pero ahora lo pueden usar «chicos que están en el hospital o tienen algún tipo de problemas de movilidad». Es decir, la tecnología puede hacer más inclusivas las aulas. La docente de UNIR recuerda que en la enseñanza «el foco debe ser lo que quieres enseñar» y «cuando el recurso está por encima de lo que quieres hacer se convierte en un problema».
Competencias
En un contexto de tanto cambio, una de las preguntas más recurrentes es si los jóvenes adquieren las competencias necesarias para hacer frente a los desafíos del mercado laboral. «La universidad está más enfocada al desarrollo de las habilidades profesionales técnicas, mientras que la adquisición de las competencias transversales es algo que se va desarrollando a lo largo de nuestra vida», recuerda Carmen Palomino, directora de la Fundación Universidad-Empresa (FUE).
El «Estudio de Competencias sobre el perfil de recién egresados universitarios» realizado por la FUE junto al Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), dependiente de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), muestra un perfil competencial de todos los estudiantes que comienzan sus prácticas para poder valorar si tienen o no las competencias que realmente demanda el mercado. «La realidad es que más del 90% de esos estudiantes manifiesta que no ha recibido formación en competencias transversales», indica Palomino. Además, uno de cada dos estudiantes considera que no tiene desarrolladas las habilidades de comunicación y relación, «mientras que más de la mitad asegura que no ha desarrollado la competencia en liderazgo y toma de decisiones», añade.
La formación en competencias transversales es un reto pendiente
El informe también muestra la diferencia de las competencias más valoradas por las empresas en función del sector empresarial al que se haga referencia. «Por ejemplo, para el sector salud o 'biotech' el emprendimiento y la adaptación y afrontamiento son las que más les interesa», resalta la directora de FUE. En el caso de las telecomunicaciones, «aprendizaje e innovación son fundamentales, al igual que ocurre con el sector aeronáutico, al que también hay que sumar la competencia relacionada con la comunicación». Por su parte, el sector de la construcción e infraestructura busca jóvenes con competencias más desarrollada en liderazgo y decisión, «mientras que el sector financiero y de seguros busca la planificación y organización entre sus profesionales del futuro», puntualiza.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2024/02/alumnado-regimen-general/alumnado-regimen-general-desktop.png?v=1709141874168)
Previsión del alumnado en Enseñanza
del Régimen General no universitarias
Total alumnado
Dif.
8.309.480
+18.539
8.328.019
TOTAL
1.079.970
1.132.360
+52.397
Formación Profesional
+2.772
687.511
690.283
Bachillerato
14.396
14.241
-155
Otros programas
formativos
2.085.480
2.100.730
ESO
+15.246
42.822
41.106
+1.716
E. Especial
-36.589
E. Primaria
2.783.610
2.747.020
E. Infantil
1.617.410
1.600.560
-16.848
2022-23
2023-24
Distribución del alumnado en Enseñanza
del Régimen General no universitarias
En porcentaje
Centros públicos
Enseñanza Concertada
Ens. Privada no Concertada
66,9
24,6
8,5
TOTAL
29,0
53,1
17,8
E. Infantil - 1er Ciclo
3,8
67,7
28,4
E. Infantil - 2º Ciclo
4,0
67,7
28,3
E. Primaria
0,2
62,9
36,9
E. Especial
4,0
67,0
29,0
ESO
16,8
72,3
10,8
Bachillerato
0,1
76,3
23,6
FP - C.F. FP Básica
8,3
71,6
20,1
FP - C.F. Grado Medio
17,6
70,0
12,4
FP - C.F. Grado Superior
74,7
24,6
0,7
Otros prog. formativos
Fuente: Ministerio de Educación y Seguridad Social / ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2024/02/alumnado-regimen-general/alumnado-regimen-general-movil.png?v=1709141874822)
Previsión del alumnado
en Enseñanza del Régimen
General no universitarias
Total alumnado
Dif.
8.309.480
+18.539
8.328.019
TOTAL
Formación
Profesional
1.079.970
1.132.360
+52.397
+2.772
687.511
690.283
Bachillerato
14.396
14.241
-155
Otros programas
formativos
2.085.480
2.100.730
ESO
+15.246
42.822
41.106
+1.716
E. Especial
-36.589
E. Primaria
2.783.610
2.747.020
E. Infantil
1.617.410
1.600.560
-16.848
2022-23
2023-24
Distribución del alumnado
en Enseñanza del Régimen
General no universitarias
En porcentaje
Centros
públicos
Enseñanza
Concertada
Ens. Privada
no Concertada
66,9
24,6
8,5
TOTAL
29,0
53,1
17,8
E. Infantil - 1er Ciclo
3,8
67,7
28,4
E. Infantil - 2º Ciclo
4,0
67,7
28,3
E. Primaria
0,2
62,9
36,9
E. Especial
4,0
67,0
29,0
ESO
16,8
72,3
10,8
Bachillerato
0,1
76,3
23,6
FP - C.F. FP Básica
8,3
71,6
20,1
FP - C.F. Grado Medio
17,6
70,0
12,4
FP - C.F. Grado Superior
74,7
24,6
0,7
Otros prog. formativos
Fuente: Ministerio de Educación y Seguridad Social / ABC
Carmen Palomino recuerda que los jóvenes son nativos digitales, y no se produce un proceso de transformación, como para el resto de la población. «Pero detrás de las competencias digitales hay mucho más», afirma. Cree importante que desde las instituciones formativas se impulsen programas de 'upskilling' y 'reskilling', como los centrados en Organizaciones Ágiles o Data, «en los que combinen estos aspectos técnicos que potencian las competencias digitales, pero siempre de la mano de las 'soft skills' porque necesitamos formar a jóvenes que lideren y se responsabilicen de su propio proceso de aprendizaje dentro de un entorno digitalizado que está en constante cambio».
En su opinión, para ajustar mejor los programas de los centros de formación a las necesidades del mercado laboral, «la clave está en el análisis de los jóvenes para ver dónde se encuentran los déficits y conocer qué necesita cada sector empresarial y, de esta forma, definir la formación que necesitan nuestros estudiantes para mejorar».
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