Los consumidores exprimen las últimas hipotecas baratas a tipo fijo para blindarse ante el euríbor

Captar un cliente con una hipoteca es sinónimo de fidelizarlo durante décadas. La banca bien lo sabe y por eso se esfuerza en tratar de lograr el mayor número de préstamos para vivienda... tanto nuevos como de otros. Las entidades financieras libran desde hace meses una guerra entre ellas por seducir a los hipotecados. ¿Cómo? A base de ofertas, principalmente en el tipo fijo pero también en el tipo variable.

Más del 70% de las hipotecas se firman ahora a tipo fijo. Una tendencia que se inició en 2021 y que cada vez va a más. En ello influye sobremanera el euríbor. Este ha pasado de estar en negativo a principios del ejercicio a acercarse ya al 3% este mes de noviembre.

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Derivado de este incremento del euríbor, que supone un alza de la cuota de una hipoteca media de más de 200 euros, los consumidores se han puesto manos a la obra para sortear ese impacto sobre su bolsillo. Fuentes financieras señalan que actualmente la mayoría de clientes acude a la oficina preguntando por el tipo fijo, ya que aporta la seguridad de que se pagarán los mismos intereses durante toda la vida de la hipoteca.

Así las cosas, en los últimos meses se han multiplicado las subrogaciones (cambio de entidad) y las novaciones (cambio de condiciones) en miles de créditos hipotecarios, una tendencia que se ha acelerado en las últimas semanas. ¿El objetivo? Aprovechar las últimas ofertas comerciales interesantes de la banca en hipotecas a tipo fijo; exprimir las opciones que da el sector. Este escenario también lo potencian las propias entidades con ofertas a los usuarios para robarse clientes entre sí, lo cual incluso se publicita -con otras palabras- en las páginas web. Por ejemplo, que si tienes un tipo variable en un banco, otro competidor ofrecerá un tipo fijo bonificado, dentro de las posibilidades actuales.

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Fuente: Banco de España

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Fuente: Banco de España

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Lo cierto es que las entidades han encarecido paulatinamente los créditos hipotecarios a tipo fijo para motivar un traspaso de clientes al tipo variable, mucho más rentable para la banca en un contexto de subidas de tipos de interés como el actual. Esto ha provocado que en octubre el interés de las hipotecas a tipo fijo rondara de media el 3%, según explican desde el comparador hipotecario HelpMyCash. La previsión es que el coste de los préstamos siga subiendo durante los próximos meses. Y por ello los consumidores están acelerando para cambiar las condiciones de sus créditos.

Fuentes financieras indican que hay una demanda importante de peticiones para cambiar la hipoteca de banco, y también para renegociar las condiciones. La mayoría de clientes buscan blindarse con un tipo fijo y por ello hacen una ruta por los bancos en busca del que ofrezca mejores condiciones. En este sentido, para un préstamo nuevo se están ofreciendo ya intereses fijos del 3-4% -hace seis meses se podían conseguir al 1%-, en función de la solvencia, pero para el robo de clientes entre bancos la cifra puede llegar a ser más baja, como confirman fuentes financieras. Porque no es lo mismo hacer un crédito de nuevas que robárselo a otra entidad donde ya se ha demostrado la solvencia.

«La coyuntura actual incentiva las operaciones de este tipo y ya se están viendo un buen número de novaciones y subrogaciones», explica el vicedecano del Colegio de Registradores, José Miguel Tabarés. Los registradores, pese a ello, destacan que todavía no hay «grandes alteraciones» en el mercado y lo previsible es una ligera disminución de préstamos en los próximos meses. «Hay que tener en cuenta que la desaceleración actual no es una crisis inmobiliaria como ocurrió hace una década, sino que es una consecuencia de las subidas de tipos de interés de los bancos centrales», añade Tabarés.

El Colegio considera que la última consecuencia de las subidas de los tipos será «que habrá más operaciones por parte de inversiones», al tiempo que habrá un buen número de familias expulsadas del mercado inmobiliario.

Lo cierto es que por el momento la mora bancaria se mantiene controlada, pese al descontrolado alza del euríbor. La analista de Moody’s, María Turbica, explica a este periódico que, en su caso, muchos de los préstamos que tienen en cartera son de la década pasada o anteriores y la mayoría ya han reducido significativamente su componente de principal. Respecto a los préstamos firmados recientemente, muchos de ellos se han rubricado a tipo fijo o mixto y están «más protegidos». Aún así, Turbica admite que «algunos deudores pueden tener más dificultades, más aún si las perspectivas laborales empeoran y la inflación se mantiene al alza». «Constantemente se están mirando la evolución de los fondos», añade la analista.

En este sentido, la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, indicó ayer que «los estándares de crédito de las hipotecas parece que no se han relajado, lo que nos posiciona en una situación más sólida ante posibles deterioros de las variables macro».