La Comisión Europea establece aranceles de hasta el 48,1% a las importaciones de vehículos eléctricos chinos
«Si las conversaciones con las autoridades chinas no condujeran a una solución eficaz, estos derechos compensatorios provisionales se introducirían a partir del 4 de julio», explican
Los fabricantes europeos apuestan por la competitividad frente a los aranceles a los coches chinos
En Europa operan 24 marcas del gigante asiático, pero solo nueve consiguieron vender más de 1.000 coches en 2023

La Comisión Europea ha anunciado el establecimiento de aranceles provisionales de hasta el 38,1% sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos, que se suman a la tasa ya existente del 10% para este acto, una medida que Bruselas toma tras concluir que los fabricantes de este país gozan de una ventaja «desleal» por los subsidios que reciben de Pekín.
El organismo europeo ha llegado a la conclusión provisional de que la cadena de valor de los vehículos eléctricos chinos se benefician de subvenciones estatales que considera ilegales y que además cree que provocan «una amenaza de perjuicio económico» a los fabricantes europeos y a los consumidores.
Mientras trata de encontrar una solución con las autoridades chinas, la Comisión ha decidido imponer aranceles provisionales a partir del 4 de julio que serán exigidos solo mediante una garantía, a la espera de que se conviertan o no en definitivos que es cuando deberían ser efectivos.
Según el grado de dependencia de las subvenciones que denuncia la Comisión respecto a varias marcas Bruselas ha decidido que BYD deberá pagar un 17,4%, Geely el 20% y SAIC un 38,1%.
Los demás fabricantes que cooperaron en la investigación pero que no han sido incluidos en la muestra, estarían sujetos a un arancel promedio ponderado del 21%. A todos los demás fabricantes que no quisieron cooperar se les aplicará el máximo del 38,1%
Por esto la Comisión se ha puesto en contacto con las autoridades chinas para discutir estas conclusiones y explorar posibles soluciones. «Si las conversaciones con las autoridades chinas no condujeran a una solución eficaz, estos derechos compensatorios provisionales se introducirían a partir del 4 de julio», explican en un comunicado.
La respuesta comunitaria genera dudas entre algunos países de la UE, como Alemania o Suecia, que temen las consecuencias de una guerra comercial con el gigante asiático , pero es vista con buenos ojos por otros como España y Francia.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha defendido que Europa imponga estos aranceles a los automóviles procedentes de China si estos están compitiendo «de manera desigual» al ser demasiado baratos por recibir subvenciones del gigante asiático.
En su opinión, hay que impulsar medidas para que la industria del automóvil europea, a la que considera «enormemente importante», recupere el retraso que tiene en la transformación hacia nuevos modelos de movilidad, especialmente eléctricos.
En este sentido, la eurodiputada electa del PSOE ha destacado que «es nuestra obligación respaldar al conjunto de la industria del automóvil europeo y, en particular, la española para que siga siendo una industria competitiva, moderna, actualizada y con un peso relevante en los mercados internacionales».
Ante esta decisión los fabricantes asociados a ACEA apuestan por la competitividad frente a los aranceles. Desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles defienden que «el comercio libre y justo es esencial para crear una industria automovilística europea globalmente competitiva, mientras que una competencia sana impulsa la innovación y las opciones para los consumidores».
En este sentido apuestan por garantizar igualdad de condiciones para todos los competidores «pero es sólo una parte importante del rompecabezas de la competitividad global».
El grupo ecologista Transport & Environment acogió con satisfacción el anuncio, pero afirmó que es necesaria una política industrial más amplia que incluya la fecha límite de 2035 para la venta de coches contaminantes en la UE, con el fin de desarrollar la cadena de suministro de vehículos eléctricos y, al mismo tiempo, ofrecer coches eléctricos asequibles y fabricados en Europa.
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Para Isabell Büschel, Directora de T&E en España ha declarado que «el Pacto Verde de la UE llegó con la promesa de crecimiento y empleo, y eso no es posible si todos nuestros vehículos eléctricos son importados. Los aranceles son bienvenidos, pero Europa necesita una política industrial fuerte para acelerar la electrificación y localizar la fabricación. La mera introducción de aranceles al tiempo que se suprime la fecha límite de 2035 para los coches contaminantes ralentizaría la transición y sería contraproducente».
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