El combustible colaborativo alimenta el despegue del hidrógeno verde en Europa

En este ámbito, empresas españolas como Moeve y Enagás participan en una alianza para contribuir a acelerar la descarbonización a través del Corredor de Hidrógeno del suroeste H2Med (de sur a norte de Europa), en la que confluyen Francia, Alemania, Portugal y España, reforzando el despliegue de un mercado europeo único del hidrógeno y conectando proyectos de producción, almacenamiento y consumo. Moeve, DH2, thyssenkrupp nucera, Elyse energy, HDF, Hynamics, QAIR, SEFE, SHS-Stahl-Holding-Saar, Copenhagen Infrastructure Partners (energéticas y tecnológicas) y Enagas, GRTgaz, OGE, REN y Teréga (promotores del H2med), participan en esta iniciativa transversal y multisectorial.

Su principal objetivo es «acelerar la descarbonización de los territorios industriales mediante la implantación del corredor de hidrógeno del suroeste H2med a principios de la década de 2030, para impulsar una sólida cadena de valor europea del hidrógeno. Esta iniciativa está en consonancia con el Pacto Verde y el Fitfor55 de Europa, y con los nuevos objetivos fijados por la Comisión Europea en el Clean Industrial Deal».

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Una aspiración de eficiencia sostenible que se beneficia de la firme apuesta de la UE por el hidrógeno verde, que propicia plataformas para compartir información y casos de uso, iniciativas como el Banco Europeo del Hidrógeno, mensajes de fiabilidad hacia los inversores, etc., para actuar en toda la cadena de valor de este nuevo vector de la sostenibilidad del siglo XXI… con mucho recorrido por delante, ya que, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el denominado 'hidrógeno de bajas emisiones' representa menos del 1% de la producción y el uso total de hidrógeno en el mundo.

En todo caso, la alianza representa un importante ejemplo de colaboración público-privada y transnacional. Así se demostró durante su acto de presentación en la sede de la Embajada de Alemania en Madrid, en el que la embajadora de la República Federal de Alemania en España, Maria Margarethe Gosse, destacó cómo: «España y Alemania, dos de las mayores economías de la UE, desempeñan un papel central en la superación de estos retos y en el liderazgo del camino para alcanzar el futuro conjunto neutro desde el punto de vista climático. Ambos han logrado avances significativos en la transición energética. Pero en nuestros dos países el ritmo de la transformación aún no es lo suficientemente rápido. Hay que hacer más para garantizar que la reducción de las emisiones de CO2 siga por buen camino».

Una activa colaboración que supondrá un relevante punto de partida, como señala Walther von Plettenberg, director gerente de la Cámara de Comercio Alemana para España: «La colaboración energética entre España y Alemania, visibilizada por importantes inversiones recíprocas de ambos países, desempeñará todavía un rol mucho mayor en el futuro. España, con su enorme potencial como productor de energías renovables, y Alemania, con una alta demanda de energía, están llamados a conformar un eje estratégico. El proyecto H2Med es y será, en este contexto, un hito».

«España (añade von Plettenberg) ofrecerá una capacidad grande de producción de hidrógeno verde y Alemania será un gran consumidor, y desea impulsar las tecnologías necesarias (es importante que Europa se posicione con industria y tecnología propias). La cooperación España-Alemania generará beneficios tangibles para ambas economías: desarrollo tecnológico, oportunidades de negocio, crecimiento en sectores estratégicos, etc». El dirigente cameral también destaca hitos recientes como el programa 'Scaling Up Green Hydrogen for Domestic Use and Export' e iniciativas como el German-Spanish Energy Day.

En el caso de Moeve, apuntan a la relevancia de «trabajar en equipo, de impulsar colaboraciones estratégicas, para fortalecer el papel estratégico del hidrógeno para impulsar la descarbonización de sectores difíciles de electrificar y perseguir una mayor independencia energética. Con miembros de toda la cadena de valor del H2, cuya cooperación es esencial si queremos desplegar un auténtico mercado europeo».

Un desempeño para desarrollar y reforzar una industria europea competitiva, resistente y sostenible, ante el que la compañía añade cómo «de manera complementaria a la infraestructura de hidrógeno, se están impulsando corredores marítimos para conectar el sur y el norte de Europa y llevar hidrógeno y derivados hasta que el hidroducto esté construido».

Rafael Cossent, director de la Cátedra de Estudios sobre el Hidrógeno de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad Pontificia Comillas (Comillas ICAI), resume las claves para comprender el objeto y la relevancia de esta alianza, «como respuesta a las preguntas: ¿qué sentido tiene un corredor de hidrogenoducto que conecte la Península Ibérica con el centro de Europa? y ¿qué sentido tiene una alianza entre empresas ubicadas en diferentes segmentos de la cadena de suministro del hidrógeno renovable, y de diferentes países europeos? «Esta alianza (comenta) es un paso más en el desarrollo de un proyecto al que aún le restan, al menos, cinco años de maduración, en los que se resuelvan desafíos relacionados con aspectos tecnológicos, financieros, gestión de riesgos, etc».

En cuanto a la primera, Cossent apunta cómo «Iberia dispone de abundante recurso renovable y, por lo tanto, la posibilidad de producir hidrógeno renovable a un coste significativamente inferior al del centro y norte de Europa. Asimismo, el transporte por tubería es, a largo plazo, la manera más eficiente de asegurar un suministro de hidrógeno confiable a media y larga distancia». Y respecto a la segunda, enfatiza la importancia «de entender los retos a los que se enfrenta el desarrollo del mercado del hidrógeno renovable para cumplir los objetivos de descarbonización. Hay que desplegar, casi a la vez, producción, demanda e infraestructura. Al mismo tiempo, un proyecto de escala transnacional requiere que esta participación tenga lugar en todos los países implicados, que, en el caso del corredor de hidrógeno del suroeste, concierne a Francia, Alemania, Portugal y España».

Javier Brey, presidente de la Asociación Española de Hidrógeno-AeH2 (con acciones recientes como el Censo de Proyectos y la European Hydrogen Week), indica, por su parte, factores a tener en cuenta en este tipo de alianzas, «donde participan grandes empresas, muchas de ellas socias de la AeH2, y en las que hay tres aspectos fundamentales que deben considerarse: el tiempo, al requerir plazos significativos debido a su magnitud, la infraestructura necesaria y los permisos a superar (debemos avanzar a un ritmo adecuado para garantizar resultados sólidos); fomentar la demanda de hidrógeno, desarrollar el mercado (aunque ya se han logrado avances importantes, como la normativa europea que promueve su uso y el de sus derivados en aviación y transporte marítimo) y la regulación y el apoyo institucional».

Desde AeH2 trabajan, tanto en España como en Bruselas, para que proyectos como éste «no sólo eliminen barreras, sino que también generan un efecto tractor, atrayendo inversiones, reduciendo costes y mejorando la tecnología, lo que a su vez permite reforzar la posición de Europa como líder en la industria del hidrógeno». Una de las aportaciones necesarias para un futuro con base en 2025, que supondrá un nuevo impulso en la proyección del hidrógeno verde, con la innovación y la tecnología como parte esencial del recorrido (desde el corto al largo plazo), tanto en los avances en los electrolizadores como en, por ejemplo, la fotoelectrocatálisis (energía solar para 'dividir 'el agua mediante materiales semiconductores), disrupciones en almacenamiento y distribución. Un ecosistema de grandes compañías, también de startups, para sumar en la sostenibilidad del siglo XXI.