China invierte 28.000 millones de euros en 11 nuevos reactores nucleares, una expansión sin precedentes

Pretende utilizar esta energía para afrontar la transición verde, frente a las reticencias que sigue habiendo en Europa

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Central nuclear en Taishan (China) abc

El Gobierno chino acaba de anunciar la construcción de once nuevos reactores nucleares, la mayor expansión hasta la fecha. La inversión total para estas once unidades será de al menos 220.000 millones de yuanes —28.000 millones de euros— y la construcción durará ... unos cinco años, según indica la publicación financiera 'Jiemian'.

El gigante asiático cuenta con 56 reactores nucleares en activo, los mismos que Francia, el país que más apuesta por la energía atómica de toda Europa y el segundo del mundo; por detrás de Estados Unidos, con 94 reactores en funcionamiento.

Ya son más de 30 los reactores nucleares que China tiene en construcción, según informa la World Nuclear Association. Entre 2019 y 2023, el número de nuevos reactores aprobados en China ha sido de seis, cuatro, cinco, diez y diez, respectivamente. Con ello, lo que pretende es rivalizar con Estados Unidos, idealmente, para el 2030; en producción de energía nuclear.

Esta colosal apuesta del país asiático en favor de la energía nuclear se debe, principalmente, a dos cuestiones: por un lado, China ha decidido «impulsar la transición ecológica en todas las áreas del desarrollo económico y social», como recoge la agencia estatal de noticias Xinhua. Por otro lado, la actividad económica en China no deja de aumentar, o así lo refleja el consumo energético, un claro indicativo de ello, que este mes pasado refleja una subida del 5,7% interanual, hasta llegar a algo menos de 940.000 millones de kilovatios hora (kWh), según datos de la Administración Nacional de Energía.

China quiere sumarse, aun con algo de retraso, a la transición verde como parte de la iniciativa 'China Hermosa'. El Ejecutivo se ha comprometido a que «se establecerá básicamente un sistema económico de desarrollo verde, bajo en carbono y circular» para 2035. Luego, aspira a ser neutro en emisiones para el 2060, diez años después que la Unión Europea; cuando, por el contrario, es la economía más contaminante del mundo, todo un reto sin precedentes.

¿Por qué nuclear?

China ya es el indiscutible líder de las energías limpias —aquellas que, además de ser renovables, no generan residuos—. Desde la energía hidráulica, que el año pasado generó 1.250 teravatios-hora (TWh) frente a los 276 TWh de toda la Unión Europea o los 234 TWh de Estados Unidos; a la energía eólica o la solar, donde China (886 y 584 TWh respectivamente) duplica a EE.UU. (425 y 238 TWh).

Sin embargo, el órdago por la energía nuclear que ha lanzado China resulta comprensible a la hora de compararla con las otras energías renovables. Estas energías limpias convergen en el mismo punto: no son todavía fiables. Cuando, por ejemplo, de noche no hay luz solar o el viento no sopla, estos modelos no funcionan. El único futurible, por el que China ya está apostando aunque es irreal por el momento, es el desarrollo de baterías con suficiente capacidad de almacenamiento. El funcionamiento sobre el papel es muy simple: se cargan cuando se puede generar mediante este tipo de energías limpias y se descargan cuando no.

La gran diferencia reside en que la energía nuclear no cuenta con esta dependencia: «China apuesta por la energía nuclear porque es limpia, barata y fiable, te hace no depender de otros combustibles porque, a diferencia de estos, la nuclear está funcionando al 100% las 24 horas del día, siete días a la semana», afirma un experto a ABC cuya identidad ha solicitado ocultar.

«El incremento de energía que demanda se comprende porque es el país que más bienes de consumo exporta y el segundo en población por detrás de India y debe abastecer tanto su consumo interno como su sector productivo», dice el experto. Además, «No tienen el rechazo de otros partidos ni la presión de ninguna fuerza popular, por lo que pueden proliferar el desarrollo nuclear a voluntad del Partido».

Esta inversión en energía nuclear va acompañada de otra megaconstrucción: el mayor proyecto de extracción de uranio de China. El uranio es el elemento químico utilizado como combustible para generar energía nuclear. El país aspira a producir un tercio de su uranio, según un informe de la World Nuclear Association, lo que lograría abaratar significativamente los costes de producción, en lugar de salir al mercado a comprarlo.

Mientras tanto, en Europa

La Unión Europea se ha propuesto liderar la transición verde, aunque los diferentes países que la componen parten de diferentes casillas de salida. España cuenta con una adelantada propuesta en generación de energía renovable, pero otras regiones europeas todavía cuentan con el carbón como una de sus principales fuentes de energía.

Mientras China y Estados Unidos marcan una clara tendencia a favor de la energía nuclear, Europa cuestiona esta tendencia y debate entre si continuar o no por el mismo camino. Desde luego, no está exenta de polémica.

Francia consiguió que la Comisión Europea considerara la nuclear como 'verde', por lo menos hasta 2045, pero se reflejan las dudas a raíz de las últimas elecciones legislativas respecto a si deben cambiar el modelo energético, como propone La Francia Insumisa.

Alemania decidió cerrar todas sus centrales y sufrió las consecuencias de depender del gas ruso tras el estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia, con sus consiguientes sanciones y bloqueos institucionales.

Por otro lado queda España, que es hoy la décima potencia mundial en energía atómica, según datos de la World Nuclear Association; cuya propuesta de cerrar progresivamente las centrales nucleares sigue vigente a pesar de las negativas de las comunidades autónomas como Extremadura, cuyo impacto en la economía y el empleo dicen sería mayúsculo.

La incertidumbre se cierne sobre el futuro de esta energía, donde una fecha de clausura sentencia los esfuerzos por alargar la vida útil de las centrales, estipulada inicialmente en 40 años.

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