El cerco a las bebidas energéticas expone a las empresas a una maraña normativa
Hasta una decena de comunidades se plantean prohibir su venta a menores, lo que impactaría en fabricantes y supermercados
Diez autonomías se plantean prohibir las bebidas energéticas a menores de edad
![Varias bebidas energéticas en un estante](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/10/27/bebidas-energeticas-R1E0LBK3dCHSbLQoPFCgZLO-1200x840@abc.jpg)
Un joven pasa el rato en una plaza con amigos; en su mano: una bebida energética. Pocos metros más allá, en una biblioteca, otra joven apura las últimas horas de estudio antes de su examen con otra de estas bebidas, con el objetivo de ... mantenerse más tiempo despierta y alerta. Son escenas fácilmente visibles a nuestro alrededor, pero que han hecho saltar las alarmas en diferentes organismos y comunidades autónomas porque, en muchas ocasiones, estos jóvenes descritos son menores de edad.
Galicia prepara ya un borrador destinado a que los menores no puedan comprar ni consumir bebidas energéticas en esta comunidad en 2024, según un proyecto de ley de prevención de adicciones en menores que pretende igualar el tratamiento de estos productos con el alcohol. La normativa contempla también vetar la publicidad dirigida al público infantil y que estos productos estén situados junto a los refrescos en los supermercados y tiendas de alimentación, como hasta ahora. Tras la gallega, hasta casi una decena de comunidades españolas han abierto la puerta también a regular el consumo de estas bebidas por parte de los menores de edad, a la espera de un pronunciamiento oficial del Ministerio de Sanidad, lo que ha disparado la inquietud tanto entre los fabricantes como en los supermercados. De aprobarse la norma, el impacto económico sería ineludible para toda la cadena.
«Todavía no se conocen los pormenores del borrador ni sabemos a ciencia cierta si más comunidades lo aplicarán, pero estamos empezando a estudiar las posibles implicaciones en las ventas», cuentan fuentes del sector de las bebidas energéticas consultadas por ABC, que analizan también si habría repercusiones en el etiquetado de los productos o incluso en los formatos que actualmente están a la venta en las tiendas, de hasta 500 ml.
Desde los supermercados, que evitan por el momento hacer pronunciamientos oficiales, la perspectiva es parecida: «Si se prohíben, habrá que moverlas dentro de las tiendas y tener un control sobre ellas, como pueden ser alarmas o vitrinas y que se requiera el DNI en caja para su compra. Sin duda tendría un impacto», avanzan las fuentes consultadas.
Sumado a esto, se abre la posibilidad de que la regulación sea diferente en cada comunidad autónoma, lo que supondría una dificultad añadida para los distribuidores, teniendo que aplicar normativas diferentes según dónde estén ubicadas las tiendas, e incrementando así una de las principales críticas del sector: que la presión normativa sobre el comercio se ha duplicado respecto a 2019. No en vano, en el año 2022 se aprobaron casi 1.000 normas que afectan al comercio en los ámbitos local, autonómico, nacional y europeo.
«La carga normativa sobre el sector del comercio sigue siendo muy alta una vez superada la pandemia. Cada desarrollo legislativo supone un coste de adaptación para los establecimientos comerciales», apuntó hace unos meses el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo, durante la presentación de estos datos.
Ventas al alza
Se trata de un sector cuyas ventas crecen en los últimos ejercicios. De hecho, la facturación se han multiplicado en el último año. Según los datos que maneja la consultora NIQ (antigua Nielsen IQ), que han sido consultados por ABC, entre mediados de octubre de 2022 y la misma fecha de este octubre las ventas de estas bebidas han crecido un 20,3% en valor y un 10,8% en volumen.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) reconoce que el consumo de bebidas energéticas ha experimentado un aumento sustancial durante las últimas décadas, alcanzando en España el 2% del total de bebidas refrescantes. En ese informe, la Aesan recomendaba promover el cumplimiento del compromiso de la industria en la comercialización de envases pequeños (no superiores de 250 ml) «que contribuyan a moderar la exposición a los distintos componentes activos, algunos de ellos psicoactivos, y estudiar la posibilidad de suspender la comercialización de envases de 500 ml», una propuesta que podría ahora retomarse por parte de las comunidades.
El debate sobre la prohibición del consumo de estas bebidas en menores no es único de España. Otros países como Alemania, Suecia o Reino Unido han impulsado en los últimos años estudios o informes a este respecto, sin llegar a prohibir su venta a los menores, mientras que Letonia o Lituania sí se han inclinado por esta opción.
¿Como el tabaco?
Tras hacerse público el borrador en el que trabaja la Xunta de Galicia, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha propuesto al Ministerio de Consumo regular un etiquetado similar al del tabaco, reservando el 65% de la superficie del envase a destacar mensajes de advertencia.
A su juicio, los mensajes que deberían incluirse son, entre otros, «bebida no recomendada a menores de edad, no consumir combinada con alcohol y elevado contenido en cafeína, advirtiendo que no deben consumirse más de 3 mg de cafeína por kg peso corporal», que apunta a raíz de uno de sus estudios que al menos doce bebidas energéticas a la venta en supermercados y tiendas de conveniencia igualan o superan los 150 mg de cafeína por lata, la cantidad diaria máxima que establece la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para un adolescente de 50 kg (varía con el peso corporal).
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