Brufau será reelegido presidente de Repsol tras superar la evaluación del consejo de administración
Hace cuatro años dijo que «no tenía intención» de volver a presentarse, pero ahora lo hace tras obtener el grupo unos resultados históricos en 2022
Repsol exigirá la devolución de los 450 millones que pagará por el gravamen a las energéticas
![Imaz y Brufau, en la junta del año pasado](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/05/24/pareja-RdmTIOp2sBoBL9ur5qAP8hI-1200x840@abc.jpg)
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, vuelve a presentarse a la reelección a pesar de que hace cuatro años anunció a su consejo de administración que «no tenía intención» de volver a presentarse. Hace unos meses cambió de opinión y mañana jueves será reelegido ... con toda seguridad en la junta que el grupo celebra en Madrid para otro periodo de cuatro años en los que cobrará la mitad que en 2022.
Para ello no ha habido que cambiar los estatutos, entre otros motivos porque en los mismos no se limita la edad del presidente, que tiene 75 años. Entró en el consejo de Repsol en 1996 y ocupa su presidencia desde octubre de 2004. Ahora se presenta a la reelección tras conseguir el grupo el año pasado unos beneficios históricos de 4.251 millones de euros, un 70% más que en el ejercicio anterior.
La compañía explica que la actuación de Brufau como presidente del consejo se evalúa por éste con carácter anual y, al menos cada tres años, además, «con la colaboración de un asesor externo de reconocido prestigio. A este respecto, en la última evaluación que se llevó a cabo con asesoramiento externo (KPMG), obtuvo una puntuación de 4,8 sobre 5«, destacando los consejeros »su liderazgo efectivo como presidente del consejo, la extraordinaria dinámica con el consejero delegado, su flexibilidad e impulso a la hora de promover un debate abierto y participativo en el seno del consejo y su alineación con la compañía y los intereses de los accionistas«.
Además, la comisión de nombramientos considera que Brufau «aúna de forma idónea las capacidades, experiencia y compromiso necesarios para continuar liderando las importantes funciones de supervisión que le son requeridas«. En este último sentido se destaca la muy positiva valoración de su labor por el consejo en el marco de la evaluación de su propio funcionamiento.
Por todo ello, «se considera que el valor esencial aportado por Brufau le convierte en la persona idónea para su reelección como 'otro consejero externo', por un periodo estatutario de cuatro años, y su posterior continuidad como presidente del consejo de administración«.
La retribución fija de Antonio Brufau será de 1,250 millones de euros anuales. Esta retribución, «propuesta por el propio presidente», refleja una reducción del 50% con respecto a la cantidad aprobada por la junta de accionistas en 2019.
Brufau cobró en 2022 un total de 2,811 millones de euros, de los que 2,5 millones era la retribución fija. Era un 1% más respecto a 2021 (2,773 millones).
Retribuciones en especie
El contrato de Brufau incluye, desde el 1 de mayo de 2015, retribuciones en especie como seguro médico, el coste de la residencia que la compañía pone a su disposición como vivienda y para la representación institucional de la sociedad, los correspondientes ingresos a cuenta derivados de tales conceptos y la compensación económica por la imposición personal aplicable derivada de dicha retribución en especie (retenciones). Asimismo, contemplan un «compromiso de no competencia postcontractual de un año, si bien ya no percibirá compensación económica alguna por terminación de su contrato«, según informa la compañía.
La junta de accionistas aprobará también la renovación de Josu Jon Imaz como consejero ejecutivo del grupo, puesto que ocupa desde 2014, aunque desde 2008 era presidente de la filial Petronor. Imaz, doctor en Ciencias Químicas, fue presidente del PNV entre 2004 y 2007.
El año pasado recibió unas retribuciones de 4,135 millones de euros, un 3,5% más que en 2021. La parte fija es de 1,2 millones, cantidad que no ha variado desde su nombramiento en 2014.
De la misma forma que sucede con Brufau, la actuación de Imaz como consejero delegado se evalúa por el consejo con carácter anual y, al menos cada tres años, «con la colaboración de un asesor externo de reconocido prestigio. A este respecto, en la última evaluación que se llevó a cabo con el asesoramiento de KPMG, el consejero delegado obtuvo una puntuación de 4,8 sobre 5».
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