turbulencias en el sector financiero
«Los bancos españoles tienen un lastre adicional por el impuesto del Gobierno»
El catedrático de Análisis Económico, consultor del Banco Mundial y asesor ocasional del BCE, Santiago Carbó, cuestiona el gravamen a las entidades financieras y avisa que puede ser un lastre en el actual entorno de inestabilidad financiera
Subraya que las entidades europeas y las españolas están mejor equipadas ante una eventual crisis financiera que las norteamericanas, pero que en caso de 'shock' el contagio sería posible

«En España se ha establecido un impuesto a la banca como si tuviera beneficios caídos del cielo y ya se ha visto que no es así, que también hay vientos de cara que afectan al sector financiero«. El catedrático de Análisis Económicos de la Universidad de Valencia, consultor del Banco Mundial y asesor ocasional del BCE, Santiago Carbó, ha cuestionado este miércoles la decisión del Gobierno de España de establecer una carga fiscal extra sobre los bancos españoles a la luz de las turbulencias financieras que se han desencadenado en las últimas semanas por el impacto de la subida de los tipos de interés sobre los balances de algunas entidades en problemas. "No supone una factura que vaya a generar problemas de solvencia en las entidades, pero lo que está claro es que los bancos españoles tienen un lastre adicional en este contexto con el impuesto del Gobierno", ha señalado.
Carbó ha explicado que los bancos españoles han llegado a este momento con una situación mucho más saneada de la que tenían hace unos años, que no se aprecia al menos por el momento un problema de morosidad y que las señales que se aprecian respecto a su solvencia son muy positivas. «Pero la batalla contra la inflación aún no ha terminado», ha advertido en una conferencia organizada por el Consejo General de Economistas de España, «y es probable que la persistencia de los bancos centrales en sus políticas de subidas de tipos ejerza presión sobre los balances de algunas entidades".
En este sentido, su impresión es que Europa ha mantenido un entorno regulatorio más estricto y que las entidades europeas han llegado en una mejor situación de solvencia a este momento que las de Estados Unidos, donde Trump aplicó una serie de medidas de desregulación. «Las entidades de la eurozona están en una buena condición, pero esto no significa que en caso de que se generara una situación de estrés financiero en Estados Unidas esta no afectara en Europa».
Y el riesgo de estrés financiero existe en su opinión porque la inflación está siendo más persistente de lo esperado y los bancos centrales van a tener que continuar endureciendo la política monetaria para cumplir con su mandato de estabilizar los precios. «Estamos en un contexto particularmente difícil para los bancos centrales», ha asegurado Carbó, ya que en su opinión tienen que hacer compatible sus objetivos de política monetaria para controlar la inflación y a la vez velar por la estabilidad del sector financiero. «Hasta el pasado mes de marzo, la preocupación era únicamente la política monetaria, pero tras los episodios de SVB y Credit Suisse eso ha cambiado», ha advertido.
La presión de la inflación que no cesa
Además, los bancos centrales están teniendo que luchar en solitario contra la inflación por la política fiscal expansiva que los gobiernos de los países desarrollados están llevando a cabo para paliar los efectos de la pandemia y posteriormente de la escalada de los precios energéticos. El catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia ha recomendado que sería conveniente que los países empezaran a detraer las medidas de gasto extraordinarias puestas en marcha durante la crisis, para centrarse en medidas quirúrgicas dirigidas a los colectivos y sectores más afectados.
En el caso de España ha avisado de que en 2022 pudo verse un determinado efecto de desembalsamiento del ahorro acumulado durante la pandemia que impulsó el consumo y la actividad económica, pero también ha advertido de que España es un país de salarios bajos, "especialmente en el tramo de menores de 35 años", y que la pérdida de poder adquisitivo debida a la inflación puede afectar al consumo en los próximos meses. "La fiesta se ha terminado o puede estar a punto de terminar", ha deslizado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete