Los autónomos con empleados a cargo caen al mínimo de los últimos ocho años espantados por el alza de cotizaciones

Concretamente, los ocupados por cuenta propia disminuyeron en el tercer trimestre del año en 87.800 personas respecto al segundo cuarto del año, hasta los 3,1 millones de autónomos, lo que supone el nivel más bajo desde el último trimestre de 2022.

Una caída que, en el caso de los empleadores, los autónomos con trabajadores a cargo, es sustancialmente más agravada al situarse en un total de 943.400, una cifra que supone la pérdida de 12.600 en los últimos tres meses, pero además el nivel más bajo en este periodo del año desde 2016 -sin contar el año de pandemia-. Además, respecto a hace un año, la caída de empleadores es del 8,6%, lo que supone 89.300 menos.

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«Son malas noticias para los autónomos», afirma el presidente de ATA, Lorenzo Amor, asegurando que esta mala situación de los empleadores está también detrás de la ralentización en la creación de puestos de trabajo.

Cabe recordar en los últimos seis años el salario mínimo interprofesional se ha incrementado un 54%, disparando de este modo la base mínima de cotización que afecta especialmente a negocios más pequeños donde los sueldos se encuentran en los rango más bajos. Y no sólo por el efecto propio de esta actualización del SMI sino por la presión al alza que general sobre las tablas salariales forzando igualmente incrementos en los rangos inmediatamente superiores.

Pero es que a esta subida de cotizaciones le ha acompañado en los últimos años las previstas en la reforma de las pensiones, como las subida de las bases máximas de cotización (un 13% sólo entre 2023 y 2024) y la aplicación a la totalidad de la población ocupada, tanto autónomos como asalariados de la cuota para sostener el coste a medio plazo de las pensiones del 'baby boom', el mecanismo de equidad intergeneracional. Una cuota que este año supone el 0,7% de la nómina y que ascenderá al 0,8% en 2025.

Precisamente, sobre esta circunstancia la CEOE advierte de que la incertidumbre política y regulatoria y el aumento de costes «están lastrando las decisiones de creación de empleo y de inversión» señalando que los datos publicados confirman los síntomas de menor dinamismo del mercado laboral.

Desde Cepyme atribuyen este debilitamiento en la creación de puestos de trabajo a tres factores que afectan directamente a la contratación y la actividad empresarial: la incertidumbre normativa, la desaceleración económica europea y la persistencia de las subidas de costes laborales. Y advierten de que «la proximidad de cambios normativos constituye un desincentivo a las decisiones de contratación en tanto no esté definido el futuro marco laboral», en referencia a la incertidumbre que provoca sin ir más lejos el desconocimiento del precio por hora de trabajo que acarrea la reducción de la jornada laboral a las 37,5 horas.

«Los empresarios vienen soportando cambios normativos sobrevenidos y ahora se enfrentan a una eventual imposición de un recorte del horario sin tocar los salarios, situación que impacta con especial gravedad en las pymes y, por tanto, en sus proyecciones de plantilla», señalan asegurando que este contexto no sólo coarta la contratación, sino la actividad empresarial, y especialmente en las empresas de menor tamaño.

Explican desde la patronal de las pymes que la previsible subida de los costes laborales derivada de los cambios esperados en la jornada, se unirán nuevas alzas de cotizaciones y salario mínimo a partir de enero, que vuelven a estrechar los márgenes empresariales en un contexto de atonía de la inversión. Sólo por la vía de la reducción de horas de trabajo sin merma salarial, Cepyme calcula que las empresas asumirán costes por valor de casi 12.000 millones de euros, que superarían los 42.000 millones en términos de pérdida de productividad.