Un año de crisis en el mar Rojo: el precio de los fletes marítimos se ha duplicado y amenaza ya con desabastecimientos
Los puertos españoles se siguen beneficiando de la inestabilidad geopolítica y el tráfico de mercancías aumenta más de un 3% hasta septiembre
La crisis en el mar Rojo desplaza el tráfico marítimo a África y convierte a España en puerta de Europa
La crisis en el mar Rojo cumple un año sin dar señales de debilitamiento por la escalada de los conflictos armados en la zona. Una situación de la que se han beneficiado los puertos españoles por la reconfiguración de las rutas comerciales marítimas, pero que no se presenta sostenible a largo plazo por los graves sobrecostes que está generando en los insumos. A saber, el precio de los fletes marítimos (coste del transporte) se ha ya más que duplicado desde el final de 2023 tras crecer un 113% según Bimco y el sobrecoste asciende ya a 1,56 millones de euros, según los datos de International Transport Forum.
Son cifras recogidas por la empresa especializada en el sector portuario Ocean Capital Partners (OCP), que ha hecho un análisis sobre la inestabilidad geopolítica en el transporte de mercancías marítimo y sus consecuencias en los puertos españoles. Según el documento, la ruta alternativa al mar Rojo por el Cabo de Buena Esperanza (África) se está presentando como más segura, pero menos «eficiente» por el aumento de los días de navegación y su consecuente repercusión en los precios del transporte, a lo que hay que añadir el encarecimiento de los seguros y el combustible.
Según OCP, para los buques que rodean el continente africano y toman la ruta atlántica, la distancia aumenta en unas 3.000 millas ( 4.828 kilómetros) y la navegación dura alrededor de 10 días más, conllevando retrasos en los plazos de entrega e incrementos de los costes de navegación. «Además, el retraso acumulado de las materias primas y bienes en sus puntos de destino, provocado por la larga ruta y la escasez de embarcaciones que la realizan, genera también un aumento de los precios» según se profundiza en el análisis.
Se trata de una situación que la manager de OCP, Marta Melcón, califica a este periódico de «insostenible» a largo plazo. «Si las dinámicas actuales persisten, el impacto negativo sobre la economía global será inevitable, afectando tanto a las empresas como a los consumidores finales. Este incremento se repercute directamente en el precio de productos, encareciendo el precio final para el consumidor y alimentando el ciclo inflacionario en las economías afectadas», avisa la experta. «Además, los costes adicionales en seguros, tiempos de tránsito más largos y mayor consumo de combustible solo agravan esta situación, haciendo insostenible la actual estructura de costes a mediano y largo plazo», añade.
En el documento, los analistas de OCP hacen hincapié en que, si bien a corto plazo el tráfico de mercancías se ha mantenido robusto a nivel mundial debido a los planes de contigencia de las empresas ante la previsión de alargamiento del conflicto, a largo plazo la situación podría derivar en el debilitamiento de la red de transporte generando «problemas reales de abastecimiento» con consecuencias económicas «relevantes globalmente», además de cambios en el tablero geopolítico que afectarían a las «dinámicas» del transporte mundial entre Oriente y Occidente.
La firma experta en el sector portuario incide en que para las navieras optar ahora mismo por la ruta del mar Rojo supone, además del riesgo, un alza de costes de las primas de seguros para los navíos. Al cóctel del aumento de los precios, se añade la situación en el Canal de Panamá provocada por la sequía, que también ha derivado en restricciones del tráfico marítimo.
Puertos españoles
Con todo, hasta el momento los puertos españoles han sabido sacar jugo a la coyuntura. Como ya contó este periódico, la reorientación de las rutas marítimas hacia el Cabo de Buena Esperanza ha convertido a nuestro país en la puerta de Europa para Asia.
Según los datos de Puertos del Estado, hasta septiembre el tráfico marítimo en los puertos españoles ha aumentado un 3,1% hasta superar los 422 millones de toneladas. Para OCP los grandes beneficiados han sido los emplazamientos de Algeciras, Valencia y Barcelona que se han erigido como plataformas clave de redistribución en el tránsito de contenedores para el resto del Mediterráneo y los puertos en los que hacían escala los navíos que antes atravesaban el canal de Suez. Aunque también se apunta a que se han beneficiado los muelles de Canarias y Ceuta por brindar servicio de respostaje de combustible a naves de gran calado, ante la falta de preparación de algunos puertos africanos para atender a este tipo de buques.
Según las cifras publicadas por Puertos del Estado la semana pasada, en los nueve primeros meses del año, la mercancía general aumentó el 6,9%, respecto a 2023, con 210,9 millones de toneladas y los TEUS (contenedores en tránsito) crecieron un 11,8% respecto al mismo período del año anterior, con 13,7 millones de toneladas. El anáisis de OCP incide en que la red de puertos españoles está respondiendo bien a las necesidades generadas gracias a la calidad de sus servicios e infraestructuras. «Ha habido puertos, por ejemplo, cuyas terminales han tenido que operar también de noche durante los últimos meses y han habilitado zonas de sus terminales de grandes cruceros para absorber parte del tráfico de mercancías», se detalla en la investigación.
La previsión es que España se siga beneficiando de la inestabilidad geopolítica en el mar Rojo durante los próximos meses, y el tráfico siga en aumento. Aunque desde la consultora inciden en que los puertos patrios deberían aplicar soluciones logísticas para poder gestionar a largo plazo el crecimiento del tráfico. Melcón de OCP abunda en que se debe mejorar sobre todo en conexión intermodal y digitalización. Respecto a lo primero, cree que es esencial realizar avances en las conexiones ferroviarias para transportar mercancías de manera más rápida y eficiente. «La integración con la red europea de transporte, como los corredores ferroviarios TEN-T (Trans-European Transport Network), es una prioridad», señala la experta
En el caso de la digitalización, Melcón pone el foco en el uso de la inteligencia artificial, el internet de las cosas y el blockchain en la gestión logística y aduanera. «Estos avances permitirán aumentar la velocidad, trazabilidad y seguridad en la gestión de mercancías». Asimismo, como elemento a modernizar, la manager de OCP aconseja apostar por la automatización de operaciones portuarias, como el manejo de grúas y la logística interna, para «reducir costes, mejorar la eficiencia y reducir los errores humanos».
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