Ángel Escribano será el nuevo presidente de Indra tras la salida de Marc Murtra

Según fuentes consultadas por ABC, el sucesor de Murtra estaba entre el entorno del círculo de amigos del presidente Pedro Sánchez, y entre estos, no era exactamente Ángel Escribano el que contaba con más papeletas. Aunque estar, estaba. Si bien, tal y como había avanzado este periódico, su nombre había saltado en la antesala del rumor con más fuerza que como presidente, como nuevo consejero delegado en sustitución del actual, José Vicente de los Mozos. Pero, al final, ha subido más alto. Y estará expuesto a la votación en el consejo extraordinario que se celebrará posiblemente mañana domingo.

En definitiva, varios eran los nombres candidatos, pero uno solo será el elegido. Mientras el propio CEO, José Vicente de los Mozos, creía poder dar la batalla, las fuentes afirman que había «manos derechas del presidente Sánchez» con más opciones: desde el recién dimitido presidente de Renfe, Raül Blanco, pasando por el expresidente de Correos, Juan Manuel Serrano, el consejero delegado de Hispasat, Miguel Ángel Panduro, hasta una de las favoritas, Carme Artigas.

Al final, «el más adecuado, es Ángel Escribano Ruiz», una información adelantada por el diario Expansión. Junto a su hermano Javier, consejero delegado del grupo Escribano -desde hace un año, Escribano Mechanical & Engineering (Grupo EM&E)- pusieron en marcha en 1989 un taller de mecanización que hoy, 36 años después, se ha convertido en una firma de referencia en el desarrollo de tecnología e innovación para el sector de la defensa y la seguridad a nivel nacional e internacional. Perfecta para los planes futuros del propio presidente del Gobierno, que planea crear un gran campeón nacional que englobe dichos sectores a partir de Telefónica y con Indra de compañera de viaje, junto a Hispasat.

Y hasta llegar al momento actual, los movimientos hacia el objetivo han sido continuos. De hecho, el pasado mes de diciembre, la empresa alcanzaba el 14,3% en el accionariado de Indra tras dar la sorpresa a mediados de 2023 con la irrupción en el capital de la multinacional, participada en un 28% por el Estado a través de la SEPI, con un 3%, aunque desde el primer momento manifestó su intención de elevar su representación accionarial por encima incluso del 10% inicialmente previsto.