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Alemania esquiva la recesión al crecer un 0,2% en el primer trimestre

La recuperación parece todavía lejana y sólo le permite esquivar por el momento la recesión

La economía de Alemania no levanta cabeza y encara otro año de estancamiento

El primer ministro alemán, Olaf Scholz REUTERS
Rosalía Sánchez

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La economía alemana ha presentado su dato de crecimiento más fuerte en un año, pero la recuperación parece todavía lejana y sólo le permite esquivar por el momento la recesión. En comparación con el trimestre anterior, el PIB alemán creció un 0,2% en el período de enero a marzo.

Aumentaron las inversiones en construcción y el comercio exterior, según la Oficina Federal de Estadística, confirmando así la estimación inicial de finales de abril y después de que, en el cuarto trimestre de 2023, la mayor economía de Europa se contrajese un 0,5%. El escaso consumo privado, sin embargo, sigue frenando las previsiones.

Mientras que las exportaciones aumentaron un 1,1% y las inversiones en construcción aumentaron un 2,7%, el consumo privado se desaceleró a principios de año. El gasto de los consumidores cayó un 0,4% en comparación con el trimestre anterior.

En sus previsiones de primavera, el Gobierno federal parte de que la economía alemana se recuperará gradualmente a lo largo de 2024, pero el último informe publicado por el equipo de expertos denominado los Cinco Sabios ha advertido de que la producción permanecerá estancada hasta final de año.

«Las exportaciones alemanas se beneficiarán del aumento del comercio internacional en los próximos dos años. Sin embargo, las empresas orientadas a la exportación se enfrentarán a una fuerte competencia, un serio aumento de los costes laborales y a los elevados precios de la energía«, vaticina un miembro de este gremio, Veronika Grimm.

«Es probable que importantes impulsos de crecimiento provengan del consumo privado», confían los expertos del Ministerio de Finanzas en su informe mensual, que esperan cerrar el año con un aumento del PIB del 0,3% y otro 1,0% en 2025.

El ministro de Economía y Clima, el verde Robert Habeck, reconoce que existe «un grave problema de competitividad», en referencia a la industria alemana, que afronta una transición energética por resolver y una endémica falta de trabajadores cualificados. Además, tal y como ha explicado recientemente el Bundesbank, el fuerte aumento de los salarios puede tener efectos al alza sobre la inflación.

El Banco Central Alemán avanza que es «probable» que la economía de la locomotora de Europa vuelva a crecer «ligeramente» durante el segundo trimestre de este año, pero sin por ello considerar superada por completo la recesión. El PIB del país ha estado zigzagueando en torno a cero desde la invasión rusa a Ucrania y la incertidumbre geopolítica está pesando sobremanera en la confianza y en el consumo.

Entre los factores cíclicos que pueden lastrar todavía más la actividad económica, destaca el encarecimiento del petróleo como resultado del conflicto en Oriente Medio, que «está alimentando el riesgo de un debilitamiento», según la Oficina Federal de Estadística.

El año pasado, Alemania sintió los efectos de la desaceleración económica mundial y cayó en una ligera recesión, con los precios de la energía temporalmente muy altos y las tasas de interés en rápido aumento. Ahora todas las esperanzas están puestas en un ciclo de reducción de los tipos de interés, por parte del BCE, capaz de impulsar a la locomotora europea.

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