La crisis está aquí, lo importante es que sea corta
El Gobierno debería dar un mensaje claro de que aparca la derogación de la reforma laboral y las subidas de impuestos y del salario mínimo
![Yolanda Gómez Rojo: La crisis está aquí, lo importante es que sea corta](https://s2.abcstatics.com/media/economia/2020/03/15/coronavirus-almeria-kagG--1248x698@abc.jpg)
La sociedad y la economía mundial se enfrentan a un reto nuevo pero probablemente con algunas semejanzas de crisis anteriores cuyas enseñanzas no podemos olvidar y pueden sernos útiles. Está claro que la crisis, no solo sanitaria, está aquí y que lo importante ahora es ... que dure el menor tiempo posible, y eso sí va a depender en buena parte en la capacidad de controlar la extensión del virus. En estos últimos días, en los que las noticias que nos llegan de Europa son desalentadoras, la esperanza llega de China: día a día son menos los contagios y los fallecidos y el Gobierno de Xi Jinping da por controlada la epidemia. En ellos tenemos ahora el modelo de cómo reacciona la economía y cuánto tiempo tardarán en volver a ponerla en marcha. Es cierto que la sociedad china está mucho más acostumbrada a tener restringidas sus libertades y probablemente por eso les cuesta menos que a los europeos seguir las normas que les marcan sus gobiernos, y eso, en esta emergencia sanitaria, corre a su favor. Pero nos estamos jugando todos mucho, lo primero nuestra salud, y si los gobiernos aprenden la lección de lo que está pasando y empiezan a aplicar las medidas restrictivas a tiempo quizás se logre mitigar los efectos.
Está claro que la crisis económica ya está aquí y muchos de los mensajes que escuchamos a los responsables de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, la Comisión Europea e incluso los gobiernos de los distintos países nos suenan a los que escuchábamos hace apenas una década. El Gobierno minimizando el impacto económico de la pandemia, el Fondo Monetario pidiendo a los países que se gaste más, los bancos centrales lanzando estímulos monetarios y los inversores saliendo despavoridos de los mercados ante la incertidumbre. Hasta aquí nada nuevo. Quizás sorprende la virulencia de las caídas de las Bolsas, pero todos sabemos que el dinero es miedoso y que lo que más asusta es la incertidumbre ante situaciones desconocidas. Y, ante esto, probablemente lo único que pueden hacer los gobiernos es tratar de frenar la especulación en un momento crítico para la economía mundial. Para ello, la prohibición temporal de las posiciones en corto que acaba de aprobar la CNMV parece una medida adecuada, y esperemos que, junto a los mensajes tranquilizadores que llegan de China y que nos pueden ayudar a calcular cuánto durará la situación, sean suficientes para parar el desplome.
En el ámbito económico creo que se impone la prudencia con las medidas que se adoptan, sobre todo teniendo en cuenta la situación de la que partimos. Un buen mensaje para los mercados y para las empresas, por muy duro que sea políticamente para el Gobierno socialcomunista de Sánchez e Iglesias, sería dejar claro que se aparcan en el medio plazo las subidas de impuestos, la subida del salario mínimo y la derogación de la reforma laboral. Lo que ahora necesitan las empresas es flexibilidad para poder adaptarse a esta situación crítica, sin necesidad de despedir: poder enviar a los empleados a teletrabajar, cambiarles de puesto si es necesario para cubrir bajas por el coronavirus, poder hacer regulaciones de empleo temporales mientras se paraliza la actividad... y está claro que la derogación de la reforma va precisamente en la dirección contraria: en introducir rigideces en el mercado.
Respecto a las medidas de impulso fiscal, el Gobierno debe ser muy cuidadoso. Todavía recuerdo cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero presumía de ser el primero en seguir las indicaciones del FMI y aprobó el Plan E para hacer pequeñas obras públicas, que nos costó más de 10.000 millones que todavía estamos pagando. La deuda pública de España se acerca al 100% del PIB y el margen para seguir endeudándonos es muy limitado. El coronavirus ya va a incrementar por sí solo los gastos en sanidad y desempleo, de modo que el Gobierno debería ser cauto con las medidas de aumento de gasto que aprueba.
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