Suscribete a
ABC Premium

ANÁLISIS

La «memo-bomba» de Bob Diamond bajo el Banco de Inglaterra

El ex consejero delegado de Barclays comparece hoy ante el parlamento británico tras publicar detalles de una conversación que vinculan al escándalo al «número dos» del banco central

La «memo-bomba» de Bob Diamond bajo el Banco de Inglaterra reuters

borja bergareche

Bob Diamond comparecerá hoy miércoles, apenas unas horas después de presentar su dimisión como consejero delegado de Barclays , ante la misma comisión de Finanzas de la Cámara de los Comunes en la que dejó grabada una frase memorable, en enero de 2011: «Hubo un periodo de remordimiento y contrición de los bancos, pero creo que ese periodo debe terminar» . Acababa de ser nombrado entonces máximo ejecutivo del segundo banco británico por capitalización, después de dirigir durante años Barclays Capital, la rama financiera de la entidad en la que se originó el escándalo de la manipulación del Libor.

Hoy tendrá enfrente al respetado diputado conservador Andrew Tyrie, presidente de la comisión parlamentaria, y a quien el primer ministro, David Cameron , puso al frente el lunes de la investigación encargada de rastrear «toda la verdad cuanto antes» de la falsificación por varios bancos de un índice central en la economía global . La comparecencia de Diamond de hoy estaba prevista antes de su dimisión ayer -«una buena noticia para el banco, y para el país», según el canciller George Osborne-, y será un viacrucis para el banquero de Boston , pero también una oportunidad para salpicar las responsabilidades a cargos políticos y, sobre todo, al banco de Inglaterra.

«Hubo un periodo de remordimiento de los bancos, pero creo que debe terminar»

Esa estrategia parecía ser la ganadora tras la sorpresiva publicación ayer por Barclays de detalles sobre el contenido de una conversación telefónica entre Diamond y el director adjunto del banco de Inglaterra, Paul Tucker, en 2008. La llamada figura en el expediente elaborado por los reguladores de EE.UU. y del Reino Unido contra el banco británico. Según la Autoridad de Servicios Financieros (FSA por sus siglas en inglés), «cuando el contenido de esta conversación bajó por la cadena de mando, se produjo un malentendido por el cual los empleados de Barclays encargados de comunicar los tipos de interés creían erróneamente que operaban bajo instrucciones del Banco de Inglaterra».

¿Seguían los «trader del banco azul» órdenes directas del banco central? Esta será la gran cuestión que aclarará, previsiblemente, el interrogatorrio bajo juramento hoy a Diamond en los Comunes, y las pesquisas tanto de la comisión parlamentaria ordenada por Cameron como las incoadas por la Oficina Antifraude, que no ha decidido todavía si presentará cargos penales por el caso.

Barclays publicó ayer una «memo» interna de Diamond a Jerry del Missier, otro ejecutivo de Barclays Capital, del 30 de octubre de 2008, unas semanas después del «crack» financiero que se llevó a Lehman Brothers por delante (sería Barclays, de hecho, quien compraría de la filial estadounidense de la malograda banca de inversión). «Tras nuestra última conversación, el señor Tucker reiteró que ha recibido llamadas de una serie de altos cargos de Whitehall (el complejo ministerial británico) que cuestionan por qué Barclays tiene que estar siempre en la parte alta de los precios del Libor», escribía Diamond.

«El señor Tucker insistió en que el nivel de llamadas que estaba recibiendo de Whitehall son "de alto nivel " y que, aunque estaba seguro de que no necesitábamos consejo, insistió en que no era necesario que apareciéramos siempre tan alto como hemos estado recientemente", concluye la circular desclasificada.

La conversación es dinamita pura porque vincula al banco central y a funcionarios o miembros del gobierno en el escándalo de la manipulación del Libor, en este caso en el periodo 2008-2009, cuando los «trader» de Barclays comunicaban un tipo de interés interbancario menor que el que, en realidad, les estaba exigiendo la competencia, para tapar la débil situación financiera de la entidad. El escándalo hace temblar a los cabezas visibles de la oposición laborista , su líder, Ed Miliband, y el portavoz económico, Ed Balls, que ocuparon altos cargos en el ámbito económico bajo el mandato de Gordon Brown , primer ministro en la época.

Diamond, que dará hoy más detalles, no explicita necesariamente el haber recibido instrucciones del banco central. Pero, desde Barclays, argumentan que así lo interpretó del Missier, quien habría cursado las instrucciones pertinentes hacia abajo de la cadena de mando, tal y como detectaba la FSA en su investigación.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación