Iglesias batalla ahora con el Ingreso Mínimo y exige a Sánchez un vuelco
La ayuda se proyectó para beneficiar a 850.000 hogares, pero hoy solo llega a 160.000
Una burocracia farragosa y criterios muy estrictos han atascado el subsidio estrella del Gobierno
Quiénes son los nuevos colectivos que pueden solicitar el ingreso mínimo vital

La pugna interna en el Gobierno a cuenta del Ingreso Mínimo Vital (IMV) promete volver a convertirse en una batalla de primer orden en la coalición. El vicepresidente Pablo Iglesias busca redoblar su ofensiva contra el ministro de Seguridad Social para lograr ... que esta renta llegue a más familias de las 160.000 que actualmente lo reciben y, más allá de los ajustes burocráticos que planean en el departamento de José Luis Escrivá, la idea es un cambio más profundo que amplifique el impacto de esta renta mínima.
El Ingreso Mínimo fue el as en la manga del Gobierno de coalición , una ayuda con el que asistirían a pobres y necesitados, el «escudo social» con el que se haría frente a los estragos del Covid-19. Las ayudas oscilarían entre los 462 euros para familias unipersonales y 1.015 para familias más numerosas y en su origen fue pensado para 850.000 familias, aproximadamente 2,3 millones de personas. Llegaron a solicitarlo 1,2 millones de entidades familiares, muchas de ellas unipersonales. Hoy, solo los citados 160.000 de hogares las están cobrando. La diferencia con los cálculos iniciales del ministerio es de 690.000 y el número de peticiones que se habrían rechazado está en torno al millón. ¿Los motivos? «En la mayor parte de los casos por superar los niveles de renta y patrimonio», asegura el departamento que dirige José Luis Escrivá.
¿Qué está fallando para que Iglesias quiera ahora un vuelco en la ayuda estrella de su Gobierno? Sencillamente que no llega con la fuerza con la que fue proyectada. La burocracia que impone la Seguridad Social , que también debe pagar casi diez millones de pensiones, están haciendo desistir a los potenciales beneficiarios, más aún en época de pandemia, con los recursos ajustados al límite. Los criterios de concesión tampoco ayudan y los que se consideran pobres no parecen serlo para la Administración. Todo ello está haciendo que este subsidio esté pasando sin pena ni gloria, que sea uno más de los ocho nuevos aprobados por Sánchez en menos de dos años.
Cáritas denuncia que el 70% de los hogares que ha pedido el subsidio aún esperan respuesta»
Pero la iniciativa es clave en términos políticos para Unidas Podemos. Ya el pasado miércoles, el portavoz de esta formación en el Congreso, Pablo Echenique, señaló a Pedro Sánchez entre los retos «inmediatos» la mejora «profunda e imprescindible» del Ingreso Mínimo Vital, además de la paralización de los desahucios sin alternativa habitacional y la prohibición de los cortes de suministros para la población vulnerable o la subida del salario mínimo interprofesional. Fuentes del entorno de Podemos en el Ejecutivo aseguran que se trata de una batalla mucho más trascendente para la formación que morada que, por ejemplo, el salario mínimo, y reconocen el «malestar creciente» con el ministro y expresidente de la Airef.
La relación entre ambas carteras comenzó a torcerse precisamente en la pandemia y a cuenta del pulso planteado por Iglesias de acelerar el Ingreso Mínimo, un instrumento que estaba previsto se desplegara a lo largo de la legislatura y no en apenas unas semanas. Desde el departamento de Seguridad Social se insiste en que se trabaja para limar aquellas cuestiones que están atascando la ayuda. «Es posible que se crearan expectativas excesivas sobre el ritmo al cual nosotros íbamos a ser capaces de llegar», admitió Escrivá en una reciente entrevista en televisión. «En unos meses es simplemente imposible -dijo- llegar a todo el mundo».
Pero en el entorno de Unidas Podemos se asegura que las discrepancias son más profundas y hablan de «diferencia de conceptos» sobre el alcance de la prestación. El ala morada del Ejecutivo considera que esta renta debe ampliar su radio de actuación y no solo llegar a los hogares que ya están en una situación extrema, sino también a las familias de clase media que han perdido sus ingresos o que son «trabajadores pobres».
«Es posible que se crearan expectativas excesivas», ha dicho el titular de Seguridad Social
De momento, Escrivá ha anunciado cambios en la prestación, pero no de concepto, sino de mejora de su funcionamiento. El departamento que dirige trabaja para poner en marcha en las próximas semanas cambios para adaptar la norma «a la pluralidad de situaciones de convivencia que se producen en la vida diaria», según el ministro, fundamentalmente entre las personas en situación de vulnerabilidad económica que se ven obligadas a compartir vivienda. En concreto se prevé que sean los servicios sociales quienes puedan acreditar esta situación para desbloquear los pagos. Estas situaciones fueron denunciadas precisamente por Cáritas la semana pasada en un informe sobre la realidad de las familias a las que acompaña la institución. Según los datos de esta asociación, que tradicionalmente ha apostado por la fórmula de un ingreso mínimo garantizado, se alerta de que están observando que «el diseño del ingreso mínimo y su desarrollo e implementación tienen a día de hoy importantes deficiencias».
Según los datos de Cáritas, prácticamente el 40% de hogares a los que ellos acompañan no han llegado a solicitar el Ingreso Mínimo por falta de información y, entre los que sí lo han hecho, más del 70% aún están esperando una respuesta. «Pero este caso no es el único ejemplo de que las medidas de protección social diseñadas para frenar el impacto social de la crisis no siempre están sirviendo a los más vulnerables, pues solo un 1% de trabajadoras del hogar han cobrado el subsidio para empleadas domésticas», remarcan.
Las protestas ya están también en la calle. El pasado martes un grupo de afectados, pertenecientes al colectivo de afectados «RMI Tu Derecho» organizó una concentración en Nuevos Ministerios, a las puertas del departamento que dirige Escrivá, para acompañar la entrega de una carta dirigida al ministro. La misiva, que sumó 1.044 firmas entre colectivos sociales (70) y personas individuales, reclamó modificaciones inmediatas del ingreso mínimo en cuestiones como el límite máximo de dos ingresos mínimos por domicilio, «la discriminación económica a familias monoparentales con cinco o más miembros» y las condiciones de acceso para los menores de 30 años, entre otras cuestiones denunciadas.
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