Los fondos extranjeros pelean por una España a precio de ganga
La capacidad de veto del Gobierno no frena el apetito del capital foráneo sobre las empresas nacionales
El peso de los inversores no residentes en la Bolsa ronda ya el 50%, quince puntos más que a principios de los 2000
Sede de Natugy en Madrid
Hacerse con España a través de la compra de sus empresas es una carrera de fondo... y nunca mejor dicho. Los fondos de inversión extranjeros cada vez más se lanzan a adquirir medianas y grandes compañías de nuestro país -o parte de ellas-. Entre los ... últimos ejemplos está la oferta pública de adquisición (opa) del australiano IFM sobre el 22,69% de Naturgy , pero antes vinieron muchos otros. El Covid-19 ha acelerado la tendencia hasta dejar al tejido productivo a precio de ganga, ya sea cotizado o no.
Esta semana el Gobierno ha dado luz verde -con condiciones- a la operación del fondo IFM sobre la energética presidida por Francisco Reynés, por un montante de 4.855 millones de euros. Su éxito no está garantizado, pero la intentona de asalto reconfirma que los sectores estratégicos españoles están en la diana del capital foráneo.
El Ibex 35 ha sido uno de los índices más golpeados de Europa por la pandemia. La bajada fue más pronunciada y la recuperación más tibia. Las Bolsas alemana y francesa ya han recobrado los niveles prepandemia. En cambio, el selectivo español continúa más de un 17% por debajo del pico de 2020 de antes del Covid. Esta circunstancia ha sido vista por los inversores extranjeros, aunque las oportunidades y el apetito venían ya de antes de la crisis; los precios de ganga nunca pasan desapercibidos.
Los fondos salen de compras
El aluvión de compras se inició con el ruso Mikhail Fridman y su fondo Letterone en la cadena de supermercados Dia, sumida en una crisis de resultados que la llevó a la quiebra técnica. La compra definitiva se realizó en 2019. Entonces, el fondo logró casi el 70% del capital. Ahora, dos años después, ostenta el 77% tras realizar varias ampliaciones de capital, la última este mismo mes de mayo, para tratar de reducir deuda.
En noviembre de 2019 saltaron alarmas en los parqués ante la posibilidad de perder el control y la españolidad del propio gestor de la Bolsa, como terminó ocurriendo. La suiza Six lanzó una opa sobre el 100% de Bolsas y Mercados Españoles (BME) por 2.800 millones de euros ; éxito rotundo ya en pandemia, a mediados de 2020, hasta el punto de excluir la sociedad del Ibex.
En pleno confinamiento, el gremio de las telecomunicaciones también fue objeto del ‘ataque’ de los fondos. KKR, Cinven y Providence , a través de la sociedad instrumental Lorca Telecom Bidco, lanzaron una opa sobre Másmovil, valorada en 3.000 millones de euros. Ya a finales de 2020 contaban con todo el capital social de la compañía y esta fue excluida de Bolsa, según informa Carlos Manso.
El ámbito energético tampoco se salva de ser objetivo de los fondos. EQT comunicó en junio una opa de 881 millones sobre Solarpack (cuyo éxito está ya garantizado), en otro sector estratégico y además en alza, el de las renovables, donde Solaria y Grenergy también se presentan atractivas. Otra actividad clave como la construcción tampoco escapa del aterrizaje extranjero. Es el caso de los hermanos de origen mexicano Amodio , que se convirtieron en los accionistas de referencia de OHL -hoy, OHLA - tras comprar en mayo un 16,4% a Villar Mir por 50 millones de euros. Luego incrementaron su capital hasta llegar casi al 26% tras invertir 37 millones en la reciente ampliación de capital.
Por su parte, una operación cerrada hace un mes fue la adquisición de Biosearch por parte del fondo irlandés Kerry por unos 126 millones de euros. Esta conllevará la exclusión de la compañía biotecnológica de la Bolsa, según las intenciones de Kerry. El apetito inversor también se trasladó a la restauración organizada, en alza tras lo peor de la crisis, con la mayor operación del sector en España. Hace una semana, Cinven pagó 1.000 millones de euros por una participación mayoritaria de Restaurant Brands Iberia, matriz de Burger King España .
Los últimos movimientos de estos días afectan al fútbol y al sector automovilístico. Por un lado, La Liga vendió un 10% de su negocio a CVC por 2.700 millones de euros . En plena crisis de los clubes, estos recibirán un importante apoyo económico para sanear sus cuentas. Por otro lado, el conglomerado británico Rolls-Royce negocia con Bain Capital la venta del fabricante vasco de motores ITP por 1.600 millones.
Presencia extranjera
Todos estos casos dejan un saldo de miles de millones de euros invertidos en España en apenas dos años. Y con estos ejemplos no es de extrañar que el 49,9% de las acciones de las empresas que cotizan en la Bolsa española estén en manos de no residentes. Es más, estos han aumentado quince puntos desde principios de los 2000, en detrimento del poder bursátil de las empresas no financieras y las familias.
Esta tendencia se da aun cuando el Gobierno se arroga desde el año pasado la capacidad de vetar las inversiones de extranjeros. Una suerte de escudo antiopas que en el caso de IFM y Naturgy lo que ha hecho es imponer condiciones para evitar ‘trocear’ la energética y sacarla de su sede y dirección de España, entre otros asuntos. Porque a los fondos, por ahora, no parece asustarles la autorización previa que tiene que dar el Ejecutivo para todas las operaciones que vengan.