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Desastres climáticos:Los diques predictivos que contienen la fuerza destructiva de la naturaleza

Las empresas españolas trabajan en las posibilidades que el análisis masivo de datos y la supercomputación abren en la prevención de fenómenos que van desde inundaciones, sequías o erupciones volcánicas

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto demográfico (Miterd) basado en la IA cuenta a ABC su proyecto para hacer frente a uno de los problemas que asolan España

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Alexia Columba Jerez

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Los últimos desastres naturales sufridos en España revelan la vulnerabilidad del individuo ante la naturaleza . Ayer como hoy, desatender esa verdad solo puede acarrear grandes pérdidas económicas y humanas, ampliadas ahora por el Covid . Aprender nunca está de más. El cambio climático supone priorizar una renovación de los paradigmas y reforzar la variable de la prevención , que tiene como aliado a una tecnología predictiva que implementará estrategias de decisión frente a la volatilidad climatológica.

Subestimar la situación nos confronta con el dato. En su informe anual, la aseguradora británica Aon reveló que en 2020 se produjeron 416 catástrofes naturales, con pérdidas por 268.000 millones de dólares. Por ello, su CEO, Greg Case, llegó a afirmar que «las organizaciones líderes del futuro se definirán por su capacidad para gestionar las implicaciones globales de catástrofes naturales concurrentes». La perspectiva es que entre 2010 y 2019, los daños económicos derivados de los desastres llegaron a los 2,70 billones de euros , más de dos veces el PIB español. Pedro Tomey , al frente de la Cátedra de Catástrofes en la Universidad Pontificia de Comillas y la Universidad de Navarra y presidente del Observatorio de Catástrofes de Aon , defiende que «combinar sistemas de alerta temprana, pólizas de seguros y sistemas de protección social permitiría a los países ahorrar 100.000 millones de dólares y reducir un 20% el impacto de los desastres en la población» .

Un factor especialmente inquietante es el de la subida del nivel del mar, que puede suponer pérdidas para las zonas costeras de 1.000 millones en 2030. Como reconoce Cayetano Torres , delegado en Aemet , «las precipitaciones serán más escasas y con carácter más torrencial en el área mediterránea. El verdadero problema será el de la gestión del agua, porque la mitad sur se irá uniendo a un clima más africano. Es lo que se llama la `africanizacion del clima´ ». Por ello, Aemet cuenta con numerosas herramientas predictivas, y recientemente el Instituto de Meteorología ha adquirido el segundo ordenador más potente de España después del ‘MareNostrum’ en Barcelona, aumentando su potencia de cálculo en un 50%.

Esta fortaleza computacional es clave para la prevención. Los portavoces de Kyndryl, ‘spin off’ de IBM , aseguran que «la inversión mundial en supercomputación para la prevención de desastres ha sido constante, pues es una preocupación de primer orden en determinados países.». Juan Viesca , director de Fondos Europeos en Finnova , defiende también la necesidad de este tipo de inversiones preventivas. Finnova es una fundación que ahora participa en un proyecto europeo llamado Centro Ibérico para la Investigación y Lucha contra los Incendios Forestales (Cilifo) . Y han puesto en marcha una aceleradora para startups dedicadas a la prevención, llamada Firefighting Open Innovation Lab.

Los soldados de la UME luchan contra el fuego en Sierra Bermeja UME

IA frente al fuego

No son propuestas aisladas. A nivel nacional también destaca Arbaria. Es un proyecto del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto demográfico (Miterd) basado en la IA y que aprovecha las posibilidades del ‘machine learning’ y el ‘deep learning’ para ponerlas al servicio de la prevención de incendios, con una fiabilidad próxima al 80%. Según explican los técnicos de Miterd, «España cuenta con la más completa estadística de incendios forestales del mundo , denominada Estadística General de Incendios Forestales (EGIF) . Así surgió el proyecto, al percibir que aplicando tecnologías de inteligencia artificial sobre este volumen de datos y cruzándolos con otras fuentes sería posible anticipar el problema». El gasto estimado en materia de extinción y prevención de incendios en España es de 600 millones anuales. Y cada año se quema una media de 95.000 hectáreas de terrenos forestales. Un impacto que la tecnología de Arbaria puede mitigar.

Joseba Diez , analista de datos de la empresa DXC, ha colaborado en este programa, apunta: «Es importante la detección en tiempo real. Los datos son como los yogures, tienen un ciclo de vida corto, si no los trato en el momento pierden fiabilidad. A partir de ahí lo importante es integrarlos dentro de los sistemas , un paso que muchas empresas olvidan. De nada vale saber qué modelo ejecutar si no está integrado en un programa para que salte una alarma para los servicios de asistencia».

Limpieza de daños al paso de la Dana H. Fraile

Otro fenómeno son las inundaciones , algo que Japón está habituado a experimentar. Y por ello, la empresa Fujitsu ha encontrado una solución exportable a España, ya que más de 970.000 personas podrían verse afectadas en los próximos años por inundaciones en las costas de la Península. Este tipo de catástrofe natural es la que más daños genera en España, según datos del Consorcio de Compensación de Seguros y el Instituto Geológico y Minero de España. Las pérdidas provocadas por la última DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) fueron de 435 millones. De ahí que sea valioso que la nueva tecnología sea efectiva incluso para los ríos más pequeños, con datos de medición limitados. Fujitsu además usa el superordenador más rápido del mundo, ‘Fugaku’ . En caso de un terremoto real, la introducción de datos de ondas del tsunami observadas en alta mar en este modelo de IA, permitirá predecir las condiciones de las inundaciones en las zonas costeras antes de la llegada a tierra, y así poder actuar en tiempo real.

Erupción de La Palma REUTERS

Esa capacidad de margen de maniobra es también lo que busca un software desarrollado en el marco del sistema Eve, un proyecto europeo de alerta volcánica liderado por científicos del Geociencias Barcelona CSIC. Uno de sus investigadores, Joan Martí , señala: «Hemos desarrollado aplicaciones dedicadas a resolver problemas específicos relacionados con las soluciones volcánicas. Y ahora tenemos un nuevo proyecto que une esas aplicaciones para el desarrollo de un sistema de alerta temprana en volcanes». En La Palma esa herramienta «se aplicó hace unos seis años y todo ha ocurrido como habíamos pronosticado». En el mundo hay 1.500 volcanes que tienen probabilidad de actividad inmediata. Martí detalla que la zona más activa en España es Canarias, pero también está la Garrocha en Cataluña; y en Ciudad Real, el campo de Calatrava, aunque las probabilidades de erupción son bajas.

La laguna del Rincón, santuario reproductor del pato malvasía, se queda sin agua EFE

En ese mundo de probabilidades, encontrar agua en zonas desérticas o con grandes sequías ya no es una quimera gracias a Aquaer, una empresa que ha desarrollado una máquina que genera agua potable enfriando el aire. Para Aemet, la sequía es el fenómeno natural más preocupante en España. Y la falta de agua ha provocado 650.000 muertes en el mundo entre 1970 y 2019 , así como movilizaciones de la población en lo que se conocen como refugiados climáticos y conflictos bélicos que la gente no pensaría en primer momento que se origianaron por problemas climáticos. Juan Veiga, CEO de Aquaer , detalla que fue a su padre al que se le ocurrió la idea. Es capaz de funcionar con temperaturas extremas. Una máquina capaz de generar agua en el desierto. «Podemos producir agua desde 50 a 5 grados. El formato pequeño produce 20 litros y el grande 20.000 litros. Funciona bajando la temperatura hasta el punto de rocío. Y puede trabajar con energía solar, eólica e incluso se está haciendo un estudio con la lava del volcán », detalla Veiga.

Segundos esenciales

Terremoto en Lorca Nacho García

El proyecto Equake nació en 2016 en la Universidad Politécnica de Valencia, comenta el profesor Manuel Esteve , por un alumno al que le dirigía la tesis. Predecir terremotos es el gran reto de la IA y un problema de enorme complejidad de difícil predicción matemática. Cabe señalar, que los terremotos no se deben al cambio climático, a priori.

Esta app funcionaría usando los móviles como microsismógrafos. Todos los ‘smartphones’ llevan dentro un acelerómetro que podría detectar las primeras ondas de choque del terremoto. Y se aplicaría un principio de computación en red, es decir con un conjunto de teléfonos se multiplica la sensibilidad global. La idea es que tras descargar la app, un grupo de teléfonos pudiera detectar un movimiento sísmico y mandar un mensaje de alerta al resto de teléfonos. La anticipación, en las pruebas de campo, fue de más de 20 segundos. «No parece mucho, pero puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, porque es la distancia entre quedarte en casa y que se te caiga encima y que no ocurra», señala Esteve.

Múltiples escenarios

Mitiga es una spin off del Barcelona Supercomputing Center que nació en 2018. El CEO, Alejandro Martí , aclara: «Queríamos desarrollar productos que solucionasen problemas en la aeronáutica, en la energía y el sector asegurador. Tradicionalmente el área de las catástrofes naturales se ha desarrollado de forma probabilística, prediciendo el futuro basándose en elementos pasados. Pero con el cambio climático lo que era representativo hace diez años ya no lo es. Es necesario entrar en modelos determinísticos de alta computación».

También trabajaron con la Cruz roja en la prevención de erupciones volcánicas. Han ido extendiéndose a otro tipo de catástrofes con climatología extrema: turbulencias, tormentas, granizo, sequía... Además predicen si la ceniza va a afectar a la trayectoria o al aterrizaje de un avión. Con la ONU trabajan en la predicción del riesgo asociado a tormentas extremas. «En España no hay una cultura de desarrollar soluciones referente a las catástrofes naturales y uno de los hándicaps es encontrar talentos asociados a este tipo de temas, pero con el cambio climático hay una transformación del paradigma», reconoce Martí. Pero también aquéllas empresas que ya se dedican a este sector , indica Martí, experimentarán un gran crecimiento dados los desafíos climáticos que se darán en la próxima década.

La próxima década pondrá a prueba la resiliencia de la Península, que será el primer país europeo en sufrir la fuerza de la naturaleza , y las consecuencias de no estar preparados. Así lo confirma Torres, de Aemet: «España es el país más meridional de Europa y esto hace que el trópico climático al desplazarse nos afecte primero a nosotros». Por eso, el interrogante ya no es qué va a pasar, sino qué vamos a hacer.

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