profesores
«Más que perdida, es una generación desconocida»
Las cosas están cambiando. «Asistimos a un proceso de transición, de ajuste y de adaptación. Los jóvenes han de saber aprovecharlo. Ahora hay muchas oportunidades». Es la opinión compartida de Francisco Villota, profesor y director del Departamento de Economía Aplicada III de la Universidad Complutense de Madrid, y de Jesús Arriaga, profesor de Telecomunicaciones y adjunto al Vicerrectorado de la Universidad Politécnica de Madrid. Por estas razones, ambos educadores consideran el concepto de «generación perdida» como «inapropiado».
Noticias relacionadas
Villota prefiere tachar a los nacidos a partir de 1987 y hasta 1993 como una «generación desconocida»: «Solo se pierden generaciones en guerras o catástrofes. “Perdida” es una nomenclatura muy parcial, que no contempla la riqueza humana y que solo tiene en cuenta el dinero que ganan, y no es lo único que importa». «No hay un cambio cualitativo sino cuantitativo. El término es exagerado. Lo que ocurre es que todo está cambiando, incluso la forma de encontrar trabajo, y hay que adaptarse», valora Arriaga.
Se esfuerzan más
Tanto el experto de la Complutense como el de la Politécnica tienen una amplia experiencia en el ámbito de la docencia. Nada menos que 50 y 30 años, respectivamente, repartiendo saber por las aulas. En los últimos cuatro años de ascenso desorbitado del paro juvenil, los maestros perciben un cambio de comportamiento entre sus alumnos.
«En 4º y 5º de Económicas la crisis está modificando su actitud. Hay un sentido mayor del esfuerzo. Los chicos de 2004, por ejemplo, no venían a clase porque tenían ya trabajo. Ahora, no hay empleo y saben que se tienen que aplicar más. Hay mucho énfasis por encontrar empleo y se ha perdido la vocación», advierte el profesional de la Complutense.
La especialidad de Arquitectura y Obra Civil es donde más se ha notado el retroceso de salidas laborales para los alumnos de la Politécnica. Arriaga informa de que en las encuestas que realizan a sus estudiantes «se nota cierta preocupación por la situación laboral. Destacan que la precariedad del empleo se está incrementando». Las miras al extranjero para encontrar un puesto también han crecido, al menos, entre los pupilos del profesor Villota.
Estos profesores consideran que los datos del desemplo juvenil no están asociados a una mala formación de esta generación vapuleada por el paro ni tampoco al Gobierno de España, «aunque en los últimos años le ha faltado competencia», añade Villota; lo atribuyen solo al fallo de la estructura económica. Ambos se muestran optimistas de cara al futuro de estos jóvenes, en parte, gracias a la adaptación a Bolonia.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete