A la caza de señales para la retirada de estímulos en Jackson Hole
La pandemia y el calendario del recorte de ayudas extraordinarias a la economía marcan la reunión anual de los principales banqueros en Jackson Hole
La quietud de las montañas de Wyoming (EE. UU.) no será perturbada, por segundo año consecutivo, con la llegada de decenas de mandamases de la banca central y expertos académicos en macroeconomía. La Reserva Federal celebra desde hoy su cónclave anual ... y, otra vez, lo hará de forma virtual y no en su lugar tradicional: Jackson Hole, destino espectacular para la montaña y el esquí.
Estaba previsto que este año sí se viera al presidente de la Fed y a los máximos dirigentes de los bancos centrales regionales con botas de ‘trekking’ y cazadoras, pero a última hora se cruzó la variante Deta del Covid-19. Los contagios se han disparado en todo el país y los organizadores -la Reserva Federal de Kansas- decidieron volver a celebrar la reunión de forma virtual.
La variante Delta será una de las grandes protagonistas del encuentro. No solo por dejar a los mandatarios sin disfrutar uno de los rincones más bonitos de EE.UU., sino porque es un factor decisivo en el principal asunto que planea sobre la Fed: el ‘tapering’ o reducción paulatina de los estímulos económicos aprobados, precisamente, para impulsar la recuperación económica tras el desplome que sufrió la primavera pasada con las restricciones asociadas al Covid.
Además de recuperar la política de tipos muy bajos con los que EE.UU. navegó la crisis de 2008-2009, la Fed ha mantenido desde la primavera pasada un plan de compra de activos de 120.000 millones de dólares al mes para mantener la economía del país a flote.
La cuestión es 'cuándo'
La cuestión no es si el ‘tapering’, la eliminación progresiva de esa compra de activos, se producirá, si no cuándo. Con la campaña de vacunación masiva de este año las infecciones y hospitalizaciones por Covid se hundieron y la mayoría de las restricciones se levantaron antes del verano. A todo ello siguieron mejoras en el mercado laboral y la recuperación de la actividad económica.
A principios de verano, el comienzo del ‘tapering’ parecía una posibilidad muy real para este otoño. Ahora, la variante Delta , que ha recuperado las infecciones a los niveles del pasado invierno y que ahoga las UCI de algunos estados del sur, lo pone en entredicho. En estados como Nueva York se han comenzado a recuperar algunas restricciones.
La incertidumbre sobre la evolución de la pandemia hará todavía más difícil encontrar pistas en el cónclave de la Fed sobre el calendario de ‘tapering’, que tiene muy pendientes a los mercados. Los responsables de esa decisión, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en sus siglas en inglés) son muy cuidadosos a la hora de dar señales sobre sus intenciones por las repercusiones que pueden suponer en los mercados.
El presidente de la Fed, Jerome Powell , ofrecerá el principal discurso de la reunión mañana, pero se espera que se ciña al tema central del encuentro: ‘La política macroeconómica en una economía desigual’. Los analistas estarán atentos a cualquier pista que deje en el camino y a las que puedan dar el resto de ponentes en otras comparecencias.
Los mandatarios de la Fed tienen que ser capaces de comunicar que habrá ‘tapering’ sin provocar el pánico en el mercado por ello . Ante el momento fluido que vive la pandemia por la irrupción de la variante Delta, lo más probable es que sean más comedidos de lo habitual.
Lo último que Powell dijo sobre ‘tapering’ fue en la conferencia de prensa de la reunión del FOMC de finales de julio. «Estamos haciendo progresos y esperamos más progresos . Y esperamos que si las cosas van bien alcanzaremos ese objetivo», dijo sobre llegar a una situación económica estable que permita empezar a desmontar su política de estímulos. «Cuando lo alcancemos y el comité tenga confianza en que lo hemos hecho, entonces haremos ‘tapering’».
A finales de año
De las minutas de aquella reunión se ha sabido que la mayoría de los miembros del FOMC estaban a favor de comenzar el ‘tapering’ a finales de este año y que varios apostaban por hacerlo ya en 2022. «Me gustaría ver algunos datos de empleo más», dijo a mediados de este mes Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, una opinión que compartían algunos homólogos, como el de la Fed de Mineápolis.
La idea que proyecta la Fed, y que no se espera que cambie durante el cónclave de esta semana, es que el ‘tapering’ ocurrirá, que probablemente sea en algún momento de lo que queda de año -el FOMC tiene en el calendario reuniones en septiembre, noviembre y diciembre-, pero que dependerá de la evolución de la pandemia y de su impacto en la economía.
«Quieren empezar a reducir la compra de activos», explicó la analista Diane Swonk, economista jefe de Grant Thornton, a CNBC. «En ese proceso, no están apretando el freno . Solo están levantando el pie del acelerador».
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