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«La Caixa es muy española, y no sé si saldrá al exterior en el futuro»

Entrevista a José Vilarasau Salat, ex presidente de La Caixa

«La Caixa es muy española, y no sé si saldrá al exterior en el futuro» ERNESTO AGUDO

María Jesús Pérez

José Vilarasau Salat es, sin lugar a dudas, una de las personas más influyentes de la sociedad catalana y española de las últimas décadas. Al frente de La Caixa desde mediados de los años setenta hasta principios del siglo XXI -presidió la entidad desde 1999 a 2003-, supo moverse en los entresijos de las altas finanzas y el poder político para convertirla en una empresa de referencia en el ámbito nacional. Lideró la expansión de la entidad financiera, impulsó una profunda reorganización interna, creó un servicio de estudios, promovió la informatización a gran escala y recurrió con inteligencia a sus contactos para lograr la liberalización del sector y equiparar legalmente a las cajas y los bancos. Y aunque eso ya es razón para convertir sus memorias en un testimonio escrito de indiscutible valor -Memorias. El extraño camino a «la Caixa»-, el conjunto de su trayectoria profesional las convierten en un relato pegado a la historia económica española del último medio siglo.

-Usted que ha formado parte de un gobierno allá por los años 70, ¿cómo han cambiado las cosas en la clase política de entonces a la de ahora?

-Aquellos tiempos no fueron estupendos, ni mucho menos, pero se hizo un esfuerzo enorme por sacar adelante al país. En Economía, nos dedicábamos a eso, a la economía, éramos muy apolíticos. Algo que ahora no es así.

-Es todo lo contrario, con la complicación adicional de los nacionalismos. ¿Cree que si se diera el caso de la independencia de Cataluña, las empresas de la región, y en concreto La Caixa, se verían perjudicadas?

-La caja fue creada hace más de 100 años, por lo que ha vivido diferentes épocas políticas. En sus inicios, una monarquía, la de Alfonso XIII. Después, la dictadura de Primo de Rivera. Luego, la República, con sus desbarajustes... una guerra civil y toda la época de la dictadura de Franco. Y hasta hoy, en democracia. Y la caja sigue en pie. Por tanto, si se diera esa situación la caja seguirá adelante. No la perjudicará en nada, siempre ha sorteado cualquier crisis que pudiera afectar a su negocio.

-Sus 27 años al frente de entidad catalana dieron para mucho... ¿Le gusta La Caixa actual? ¿Y su futuro por dónde pasa? ¿Va a expandirse en el exterior? La considera una marca España de prestigio?

-Sí, me gusta mucho. No sé cómo será en el futuro. Hay muchas empresas españolas que tienen buena parte de su negocio fuera. En La Caixa, de momento, somos muy españoles. Haciendo memoria, cuando llegué a la entidad tuve mucha suerte. Me llamaron para sustituir al señor Nuño, que entró en el 39 como comisario político, y después fue director general hasta 1976. Él hizo muchas cosas bien, y otras pudo hacerlas mejor. Era un hombre difícil, áspero, lo que le permitió mantener para la caja una independencia tremenda, que no soportaba ninguna presión por parte de ningún grupo, ni político ni económico. Un hombre que invirtió en productos seguros, por lo que logró una caja con un activo a prueba de bombas. El único defecto que encontré, fue su lentitud. No tenía espíritu de crecer. La Caixa era un transatlántico perfecto, pero iba a cinco nudos de velocidad... Encontré una caja con una base muy buena, pero había que ir más rápido, desde el punto de vista de ventas.

-En buena parte de su mandato la entidad estuvo inmersa en una crisis financiera similar a la actual...

-Fue un momento muy difícil, pero logramos salir. Era una época mucho menos supervisada. El gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, nos obligó también a provisionar. Desaparecieron cerca de 50 bancos pequeños, y algunos grandes. Pero sin ruido. El mercado era mucho más elástico. Seguramente las entidades estaban mucho más cerca de quebrar, pero si lograbas remontar, volvías a crecer.

-¿Saldremos de ésta entonces?

-Seguro que sí. Aunque la economía tiene que acompañar. No sabemos quién tiene razón, si los que piden más austeridad, o lo que piden todo lo contrario. Pero saldremos seguro.

-¿Es partidario de un supervisor único bancario europeo?

-Si es para todos, será bueno. Pero tendrá que vigilar a todo el sistema, a los más pequeños y a los sistémicos, y de todos los países por igual. La banca europea tiene que jugar en igualdad de condiciones, lo que beneficiará a todos, no solo a unos pocos.

-¿Qué le parece que las cajas dejen de existir y queden solo bancos?

-Era la tendencia. Quedarán unas pocas cajas pequeñas que lo han hecho bien, lo demás, son ya bancos.

-¿Cómo ve el futuro del sector financiero español? ¿y del país? ¿Habrá que pedir el rescate?

-El rescate no es más que un préstamo. Dado internacionalmente pero con algunas servidumbres, como por ejemplo que hay que pagar por él unos intereses altos. Además, viene acompañado de una cierta intervención en la gobernanza del país. En mi opinión, la política de Mariano Rajoy de no pedirlo me parece bien.

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