Un imprescindible paso adelante
Siete economistas analizan el primer ajuste del Gobierno de Rajoy
Como advertía Soraya Sáenz de Santamaría, esto es solo el principio. Estamos prácticamente en la casilla de salida. Casi todos los expertos coinciden en que las medidas anunciadas ayer son un primer paso imprescindible e improrrogable para atajar el déficit. Se ha dado con firmeza, pero queda mucho camino por andar en los próximos meses, en especial en la aplicación de medidas de reactivación económica —con la reforma laboral y la del sector financiero como prioridad— y en el ajuste de la gigantesca maquinaria administrativa de autonomías y ayuntamientos.
«Cualquier titubeo puede costar mucho en confianza»
Santiago Carbó, Drtor. de Estudios Financieros de Funcas
En buena medida, las decisiones aprobadas por el Gobierno ayer en materia de aumento temporal de impuestos y de austeridad presupuestaria tratan de reforzar un contrato por el que quiere comprometerse a la viabilidad económico-financiera de España. Y, como en todo contrato, la reputación y la señalización son muy importantes. En particular, que las medidas adoptadas ayer fueran contundentes y duras a partes iguales es una señal de que es preciso, cuanto antes, hacer al ciudadano partícipe de la realidad y de que cualquier titubeo puede costar mucho en tiempos en los que no sobra la reputación, que es al fin y al cabo la confianza que se desea que España tenga en el exterior.
«El Gobierno ahora necesita recaudar, y hacerlo ya»
Valentín Pich, Presidente del Consejo General de Colegios de Economistas
Todo el mundo había interiorizado que había que hacer una combinación de más ingresos y menos gastos atendiendo a que la cifra del déficit no sería del 6%. Es cierto que son medidas a brocha gorda y sin matices, pero no se puede pedir más, porque hay que tener en cuenta que hace apenas una semana que el Gobierno ha tomado posesión y estamos a final de año, por lo que estos ajustes se deben entender como un avance de un programa global que se irá aplicando a lo largo del primer trimestre del próximo año. Pero ahora el Gobierno necesita recaudar, y hacerlo ya.
«Hay que completar el ajuste con medidas de estímulo»
David Bach. Analista Político y Económico del IE Bussines School
Han sido medidas más drásticas de lo que los analistas vaticinaban. El enfoque es claramente conciliar la cuentas públicas y reducir el déficit. Eso en sí no genera crecimiento, y de hecho, estas actuaciones significan una reducción del poder adquisitivo de los ciudadanos. En el futuro habrá que complementar estas políticas de austeridad con el estímulo al crecimiento: apoyo a emprendedores, flexibilidad en el mercado laboral. De eso ni se ha hablado ahora. En este sentido, los recortes en subvenciones al I+D no van por buen camino. Rajoy tiene que sacar adelante medidas difíciles y por eso sus ajustes deben ser equilibrados. Es lógico que se opte por gravar el IRPF, un impuesto muy progresivo, y no el IVA, cuyo impacto hubiera sido mayor para los ciudadanos con ingresos más bajos. Pero creo que la subida del IVA se hará tarde o temprano.
«Es un ejercicicio de rigor con guiños a lo social»
José Ramón Pin Arboledas. Profesor del IESE Business School
Es un ejercicio de rigor económico con guiños a lo social. Responde tanto a las exigencias de los mercados internacionales, en cuanto a los recortes anunciados, como a las promesas electorales lanzadas por el PP: se suben las pensiones y se modifica el IRPF, un impuesto progresivo y más justo, en lugar del IVA. ¿Es suficiente? A falta de conocer el cuadro macroeconómico para 2012, es provisional, como el propio Gobierno ha dicho. Todavía se pueden hacer más ajustes, pero habrá que esperar a conocer al detalle el estado de las cuentas públicas. ¿Se acabará subiendo el IVA? Todavía es muy bajo en comparación con el resto de Europa, así que hay margen. Pero eso no asegura que se vaya a recaudar más, porque no sabemos como reaccionaría el consumo.
«Este debe ser el primer paso de medidas adicionales»
Mario Weitz. Consultor del Banco Mundial y profesor del Esic
Las medidas anunciadas por el nuevo Gobierno tienen una valoración en general positiva, pero con matices. Considerando, que el déficit público es superior al estimado (8% del PIB), era necesario una combinación de caída de gastos y algún incremento de impuestos. Me ha parecido importante el recorte de casi 9.000 millones de euros, y en particular era inevitable, la congelación de los salarios de los funcionarios. Me ha gustado el recorte en subvenciones a partidos, sindicatos y patronal. Dos comentarios: debe ser el primer paso de medidas adicionales, de más peso en los próximos meses, y en el futuro todo el esfuerzo debe venir de controlar gastos y no de subir más los impuestos. Por último, es urgente pensar como se puede impulsar el crecimiento económico, fomentando las exportaciones a mercados emergentes, que van bien a pesar de la crisis.
«El mensaje que se lanza a los mercados es de decisión»
Juan José de Lucio. Director del Servicio de Estudios de las Cámaras de Comercio
Se venían reclamando actuaciones decididas y estas medidas en materia de gasto y de ingresos son un firme primer paso en la dirección correcta, aunque sin duda serán necesarias actuaciones adicionales. Los anuncios van en la línea de intentar mantener las rentas de los que están siendo más apretados por la crisis y pedir un esfuerzo adicional a las más altas o a los que tenemos trabajo para intentar mantener de este modo el consumo. Algunas medidas podrán ser valoradas de forma negativa o positiva en sus detalles, pero el mensaje que se lanza es de decisión, y así lo van a percibir los mercados.
«Se deben aprobar ya medidas fiscales para los emprendores»
Francisco Aranda Manzano Vicepresidente de Fenac y Presidente de Laboral de CEIM
Tenía razón el poeta José Bono al decir que «cuando la mar se calme se verá toda la obra de Zapatero». Y tanto. Aún huele Moncloa al leonés y ya salen agujeros escondidos en el impecable traspaso de poderes. La cosa no es grave, sino lo siguiente. Quienes trabajamos notaremos que somos un poco más pobres cuando nos descuenten en las nóminas la subida de impuestos anunciada y veamos que nuestros ahorros rentan menos porque también se gravan más. Cabe valorar positivamente el paquete de medidas aprobado porque, de haber actuado de otra forma, hubiéramos empezado a sufrir problemas con los mercados. Pero el tijeretazo al gasto público debería haber sido más ambicioso para que se aprobaran ya medidas fiscales para los emprendedores, en favor de la creación de empleo que prometió Rajoy.
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