¿Por qué ha bajado el paro el doble en hombres que en mujeres?

El desempleo masculino bajó el pasado mes de mayo el doble que el femenino. Así se desgrana de los históricos datos del paro anunciados el pasado martes , en el que la cifra de afiliados a la Seguridad Social vivió su mayor incremento desde junio de 2005. Pero pese a que la interpretación inicial nos pueda llevar a pensar que fueron el doble de hombres los que encontraron trabajo en comparación con las mujeres, el enunciado más bien refleja que el número de hombres que se inscribieron en las oficinas de servicios públicos de empleo se redujo significativamente más que en el caso femenino. Para los expertos consultados, detrás de estas cifras se encuentra el desánimo de parados masculinos y una necesidad de ocupar el puesto de motor económico familiar de las mujeres.

Como bien señala Andreu Cruañas, presidente de Asempleo, hay que tener en cuenta que la lista de paro refleja las «personas que voluntariamente se inscriben». Partiendo de ahí, distingue tres factores principales que reflejan esta brecha en la caída del desempleo. En primer lugar, el simple hecho de que hay personas que ya no sienten la obligación de estar registrado. Esto se debe precisamente al segundo factor: el desánimo en la población. Según Cruañas, esta falta de esperanzas en el mercado laboral ha incidido más en el género masculino.

Y por último, afirma que se ha producido una salida de las listas de hombres que provienen del sector de la construcción. Las personas que vivían de esa industria, en su mayoría varones , ingresaron en las listas del paro a los dos o tres años del inicio de la crisis, cuando se sector se frenó por completo. Ahora, a seis años del estallido de la burbuja inmobiliaria, las prestaciones por desempleo se ha agotado y la expectativa de empleo sigue sin remontar. «La gente no se apunta al paro cuando no tiene nada que sacar», sentencia Cruañas.

Ellas, por su parte, se vieron obligadas a activarse para complementar el suelo de una familia media. Y los datos reflejan las afirmaciones de Cruañas. En 2013, la desactividad subió un 0,8% en la población masculina frente al 0,5% que subió en las mujeres. En esencia, una diferencia de 1,3%.

El inicio de la crisis, los más afectados fueron población masculina que trabajaba en el sector de la construcción. Ahora, aunque el sector servicios está remontando el empleo, los contratos que se están ofreciendo son de tipo temporal. Tal y como resaltan desde Comisiones Obreras, « se han borrando más de 300 mil personas del paro ». Sobre todo han dejado de buscar empleo los parados de larga duración y los mayores de 55 años .

Ana Cabrero, coordinadora del área de mujer de la Asociación de Trabajadores Autónomos, invita a mirar el número de altas como autónomos para entender la disyuntiva. Tanto en el mes de mayo como a nivel interanual, las mujeres fueron las que más se registraron. Para Cabrero, aquí entra en juego un contexto histórico cinco años tras el estallido de la crisis. Si analizamos las cifras, las mujeres se posicionan al frente de motor laboral: los autónomos. En comparación con los datos del mes de mayo de 2013 un 1,8% más de hombres se dieron de alta como autónomos pero fueron las mujeres, con un incremento del 3,3% las que dieron el empujón. Lo mismo ocurre este año. En los cinco meses que llevamos, se han incrementado un 2,1% de mujeres autónomas frente a aumento de 1,4% masculino. No obstante, tal y como recalca Cabrero, «el empleo femenino se mantiene más tiempo pero es menos ambicioso ya que las mujeres arriesgan menos a la hora de optar por un puesto de trabajo».