El Tigre Celta se despereza
La economía irlandesa apunta al crecimiento, pero su deuda pública se acerca al 125%
![El Tigre Celta se despereza](https://s1.abcstatics.com/Media/201404/15/merkel-endakenny-reuters--644x362.jpg)
La historia económica se empeña en mostrar a Irlanda como ejemplo. Un ejemplo positivo en los años noventa: una economía desregulada que crecía sin parar, que atraía a las multinacionales con bajos impuestos. Un ejemplo negativo cuando estalló la crisis financiera mundial, en 2008: un país que sustentó su crecimiento en la burbuja inmobiliaria , alentada por un flujo disparatado de crédito.
Ahora, algunos expertos vuelven a exhibir a Irlanda como un arquetipo. En esta ocasión, como el buen alumno de la austeridad, en el que los estrictos deberes han funcionado. El mensaje llega, sobre todo, desde la Unión Europea. En pleno debate sobre el acierto de la medicina de la austeridad, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, declaró: « Irlanda es la prueba de que hay luz al final del túnel» . Otros economistas, en cambio, miran más allá para entender la resurreción celta.
La remontada económica sí genera consenso. Irlanda ha sido la primera economía que ha salido con éxito del programa de rescate de la Troika, el 15 de diciembre de 2013. Aunque el país cerró el año pasado con una caída del PIB del 0,3%, la economía ya muestra signos claros de mejora.
La mejor prueba llegó el 7 de enero de 2014, el día en el que Irlanda salió a los mercados a pedir dinero prestado por sí misma, sin el respaldo del primo europeo. Un éxito: el país colocó 3.750 millones de euros con un tipo de interés ligeramente superior al 3%, lejos del 12% exigido en los peores momentos de la crisis financiera.
Ahora, las previsiones de todos los organismos enseñan un horizonte mejor. Para 2014, el Banco Central de Irlanda espera un crecimiento del 2%; mientras el Fondo Monetario Internacional lo sitúa en un 1,7%. El Ibec, la patronal empresarial irlandesa, es más optimista: calcula un crecimiento del 2,9% para 2014; y del 3,2% en 2015.
En esta vuelta al crecimiento, la austeridad ha tenido que ver, pero no ha sido la única clave . Guntram B. Wolff, director del «think tank» Bruegel, con sede en Bruselas, explica por teléfono a ABC que lo más decisivo ha sido que «Irlanda tiene una economía abierta y muy flexible». «Esa flexibilidad permitió gestionar el colapso y buscar otro camino hacia el crecimiento en el sector exterior», señala Wolff.
Donal Donovan, miembro del Consejo Asesor Fiscal Irlandés (el Irish Fiscal Advisory Council), opina que el programa de austeridad ha sido un éxito. «Ha arreglado el agujero del déficit rápidamente, ha mejorado la credibilidad del país, ha restaurado en cierto sentido el sistema financiero y ha mejorado la competitividad».
Pero Donovan separa la austeridad del relato de la vuelta al crecimiento. Explica que las dos fuentes de crecimiento del país (la demanda interna y las exportaciones) están mejorando. Las ventas al exterior se dirigen, sobre todo, a Estados Unidos. Un flujo que va a continuar: la patronal Ibec espera que, en 2014, las exportaciones aumenten un 3,8%; en 2013, solo crecieron un 0,2%. En ese frenazo tuvo un papel importante el bajón de las exportaciones farmaceúticas, perjudicadas por la prescripción de varias patentes que favorecían a Irlanda. El efecto de esa caída -que también golpeó al PIB en 2013- se irá difuminando en 2014.
Para Donovan, «es demasiado simplista decir que el crecimiento vuelve gracias a la austeridad, pero fue necesaria». «Ahora estamos en un momento en el que hay que reducir el déficit pero no a un ritmo tan fuerte», concluye. Esa ha sido la clave para el Instituto de Finanzas Internacionales, que afirma que en el país celta la austeridad se aplicó de forma más gradual. El director de Bruegel añade que la austeridad era un camino «inevitable» porque «las fuentes de ingresos públicos colapsaron» con el pinchazo inmobiliario.
El empleo remonta
El crecimiento de Irlanda, explica Santiago Carbó, catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor University (Reino Unido) e investigador de Funcas, depende -más aún que el de España- de la confianza externa. Y es ahí donde ha ayudado el programa de ajuste fiscal. «La austeridad le ha traido confianza y recuperación de reputación», cuenta Carbó.
Además de las exportaciones, la mejora de la economía está llegando por la recuperación de la confianza nacional: el desempleo empieza a caer, las inversiones crecen y la disposición a consumir comienza a estirarse. Este sentimiento del consumidor está en su máximo nivel desde mediados de 2007, según el último informe del Ibec.
En este despertar tiene una gran influencia la recuperación del mercado laboral, expresa la patronal. Según sus cálculos, el desempleo caerá hasta un 10,9% en 2014 y se situará en un 9,6% el año que viene. Hace solo dos años, en el peor momento, Irlanda tenía un paro del 14,7%. Con este diagnóstico coincide el Banco Central de Irlanda, quien afirma que entre el último trimestre de 2012 y el último trimestre de 2013, el país creó 72.100 empleos, un 18% de los puestos de trabajo que se perdieron en la crisis.
Aún así, Wolff cree que «una tasa de desempleo tan alta» sigue siendo un problema. Donovan pone el foco en el alto paro juvenil y reconoce que la emigración de irlandeses también ha influido en la caída del paro. «Se van unas 40.000 personas de Irlanda al año. Si no el desempleo subiría».
Irlanda todavía afronta riesgos importantes. Es un cachorro del Tigre Celta que fue. El reto más difícil es contener la enorme deuda pública, que se acerca al 125% del PIB. Un agujero que solo se solucionará (de forma sana) con crecimiento, responde el director de Bruegel. Donovan sugiere que se tendrán que renegociar los plazos.
¿El buen alumno?
Además, existen dudas sobre la salud del sistema financiero, cuyo derrumbe llevó al rescate. El Gobierno inyectó 5.500 millones en sus mayores bancos y nacionalizó el Anglo Irish Bank. Uno de los principales objetivos del rescate era, precisamente, ordenar este sector. Ahora, los bancos supervivientes están mejor: consiguen pequeños beneficios. Pero el sector no se ha recuperado del todo, según Wolff. «Siguen creciendo los préstamos en mora (en situación de impago)». Este trayecto nos lleva al debate inicial sobre su fama de ejemplo.
¿Es Irlanda un cuento de éxito? «Es una historia de encauzamiento tras una situación límite, pero queda mucho por hacer», dice Carbó. Para Wolff, «es un éxito porque es la economía con mayor credibilidad de las rescatadas. Es un éxito que fue muy doloroso: el dinero que se utilizó para rescatar a los bancos pudo haber sido menor».
¿Es Irlanda el buen alumno de Europa? «Los irlandeses hemos cometido muchos errores en las últimas décadas. Nos metimos en un agujero negro, pero hemos sabido salir más rápido que los demás. Somos pragmáticos. No nos quejamos. Simplemente teníamos que arreglarlo», dice Donovan. El calificativo de «el buen alumno», eso sí, molesta a los irlandeses, añade, porque es condescendiente. «Los irlandeses se imaginan a Angela Merkel acariciándoles la cabeza y diciendo: "bien hecho, pequeño"».
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