Así afecta la evolución de los precios a las pensiones
La vinculación de las pensiones al IPC se perderá a partir del próximo año con la entrada en vigor de la nueva reforma del sistema de pensiones

La subida de los precios en el mes de noviembre ha supuesto una buena noticia para los pensionistas, que ganarán poder adquisitivo por primera vez desde 2010. Una posibilidad de revalorización vinculada al IPC que se perderá a partir del próximo año con la entrada en vigor de la nueva reforma de las pensiones. Estas son las claves para entender cómo funciona la relación de los precios y de las prestaciones, y como lo hará en el futuro.
¿Qué relación hay entre el IPC y las pensiones?
La legislación que ahora está en vigor prevé que las pensiones subirán todos los años lo mismo que la inflación medida en tasa interanual en el mes de noviembre . A principios de año el Gobierno las sube según su previsión de IPC, y si luego este sube más, se compensa a los pensionistas.
¿Qué significa que se gana poder adquisitivo?
Como las pensiones subieron entre un 1% y un 2% en enero, y los precios en el último año sólo lo han hecho un 0,2%, los pensionistas tienen más poder de compra, pueden adquirir más cosas con su pensión.
¿Y el próximo año también subirán las pensiones igual que el IPC?
No. A partir de 2014, se aplicará una nueva fórmula que tiene en cuenta la evolución de los precios, pero también los ingresos y gastos del sistema.
¿Cuánto subirán el próximo año?
Las prestaciones subirán un 0,25%, lo que supondrá un incremento de entre 1,6 y 6,3 euros mensuales.
¿Y pueden bajar?
No. El Gobierno ha fijado un tope para que nunca bajen y suban como mínimo un 0,25%, lo que ocurrirá en etapas de crisis.
¿Podrán subir las pensiones más que el IPC?
Sí. La nueva ley fija que como subida máxima, en etapas de bonanza de fuerte incremento de los ingresos de la Seguridad Social, haya un alza de las prestaciones del IPC más un 0,5%.
¿Pueden perder poder adquisitivo las pensiones con la nueva fórmula?
Pueden perderlo en el corto plazo, pero está diseñada para que en el medio y largo plazo esa pérdida se equilibre con subidas superiores al IPC. Además, el Gobierno siempre puede tomar medidas para incrementar los ingresos del sistema o reducir sus gastos, lo que permitiría mayores subidas de las pensiones.
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