Mutua Madrid Open
Alcaraz salta a Roma y al número uno
El español recuperará el trono con acudir al Foro Itálico, y llegará así a Roland Garros
Alcaraz tumba la última torre y se corona en Madrid
Charly, Carlos, Carlitos... Un año después la gente sigue sin ponerse de acuerdo. En el fondo da igual, porque el objetivo de los gritos de ánimo, precedidos todos con un 'vamos' delante, es siempre el mismo. Carlos Alcaraz ha encontrado en Madrid un feudo. Y todos los que en él habitan le rinden pleitesía. Con dos títulos ya, es un ídolo consagrado.
El murciano responde a la ruidosa grada con esa capacidad extraordinaria para competir en casa. Lo hizo en Barcelona y también en la capital. Se siente cómodo jugando en su país. Se divierte más. Y cuando las cosas se tuercen agradece siempre ese apoyo extra.
Como ante Struff, que tiene aspecto de villano de manual y que puso al héroe en más aprietos de lo esperado. Cuando Alcaraz saltó a la pista sonaba el 'Eye of the tiger', y enfrente se encontró a lo más parecido que puede haber en el mundo del tenis al Ivan Drago de 'Rocky'. La frialdad del alemán, su falta de expresividad en el acierto y en el fallo y, sobre todo, esos sartenazos verticales con los que sorprendía de vez en cuando, se le atragantaron al español.
En la grada se entremezclaban las banderas españolas con las de la Región de Murcia. Y entre la multitud destacaban tres camisetas naranjas chillonas, cada una con un dueño y un lema, el que ya ha hecho famoso Alcaraz para referirse a su mentalidad: «Cabeza, corazón, cojones». Las tres 'ces'.
No puede ser de otra forma. Alcaraz también atrapa y arrastra hasta la Caja Mágica a la clase política. En un palco de segunda fila -literalmente-, detrás de la clase futbolística -Raúl, Joao Félix, Reguilón...-, observaban la final Miquel Iceta, ministro de Deportes, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y José Luis Martínez Almeida, alcalde de la capital. Son algunos de los incontables vips que han pasado por el torneo a lo largo de dos semanas larguísimas de tenis.
El idilio de Alcaraz con Madrid trae un premio añadido. Hace dos años llegó a Madrid por primer vez como el 114 del ranking. Y el año pasado, tras estrenar su palmarés, salió de la Caja Mágica como sexta raqueta del mundo. Hoy, en la actualización que haga la ATP, seguirá en el numero dos, pero sabrá que en realidad tiene el número uno garantizado hasta, al menos, la finalización de Roland Garros. El murciano ha salvado los 1.000 puntos que traía del año pasado y se queda a solo 5 de los 6.775 de Novak Djokovic. El serbio, que ha perdido 360 por su ausencia en la capital de España, tiene que defender 1.000 más por su triunfo del año pasado en Roma. Alcaraz, en cambio, no acudió en 2022 al Foro Itálico, exhausto tras encadenar las victorias en Barcelona y Madrid, Con saltar a la pista, recibirá el premio y acudirá con ese privilegio a Roland Garros.
Duelo entre dos
Alcaraz y Djokovic han tomado distancia respecto al resto de candidatos que contaban con opciones de alcanzar el número uno al final de esta temporada terrícola. De hecho, es difícil que nadie pueda superarlos ya en el corto plazo. Daniil Medvedev, tercero en la clasificación y eliminado en octavos en Madrid, se quedará a más de 1.400 puntos del dúo de cabeza. La distancia es aún mucho mayor respecto a Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas.
Tras acabar Roland Garros, Alcaraz seguirá un camino similar al del año pasado, con la diferencia de que pretende llegar mejor preparado a Wimbledon de lo que lo hizo el año pasado (cayó en octavos ante Jannik Sinner). Entonces, saltó por primera vez a la pista del All England Club habiendo jugado solo una exhibición en Hurlingham. Esta vez tomará parte en Queens, uno de los torneos por excelencia sobre césped previos al tercer Grand Slam del año.
Después llegarán las visitas a Hamburgo y Umag, donde el año pasado alcanzó y perdió sendas finales. Ya en agosto dará inicio a la temporada en pista rápida con los Masters 1.000 de Toronto y Cincinnati, justo antes del otro gran objetivo del curso: repetir el triunfo conquistado en el US Open. Tras coronarse allí se subió por primera vez al trono mundial, y se mantuvo allí hasta el 30 de enero de este año, cuando se lo arrebató Djokovic tras imponerse en el Open de Australia. En total, estuvo veinte semanas en la cima. En marzo sumó dos más tras ganar Indian Wells. Djokovic regresó a la cima tras la derrota del murciano en las semifinales de Miami. Hoy la pelea está más encarnizada que nunca.
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