Alcaraz amenaza desde el saque: «Espero que en las siguientes rondas sea incluso mejor»

Solo un partido después, ante Yoshihito Nishioka, 29 años y 65 del mundo, Alcaraz ha subido la nota en ese aspecto. Es verdad que el japonés era buen rival para resolver problemas y perfeccionar movimientos, blandito en los restos y en cualquier otro punto de la pista, pero no se puede esconder el buen hacer del murciano, que cometió tres dobles faltas y completó 14 saques directos, con un 89 % de puntos ganados.

«El saque está cogiendo mucha fuerza y un nivel de importancia muy alto hoy en día en el tenis, y yo he ganado mucho (respecto al saque que tenía) y al final en el tenis hay que evolucionar y, poco a poco, hay que ir cambiando las cosas como ha hecho todo el mundo. Creo que va a ser mejor pasar menos tiempo en pista en Grand Slam. Estoy muy feliz con mi saque hoy, lo he trabajado mucho en pretemporada. Espero que en las siguientes rondas sea incluso mejor», explicaba después por qué esta mejora. El tenis del hoy pasa por ese primer latigazo, con cada vez una media más alta de velocidades y tenistas cada día más especializados.

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Lo demás también va en progresión, aunque con menos margen de mejora porque ya la derecha, por ejemplo, ejecutó de maravilla en el debut ante el kazajo. Casi repitió número de golpes ganadores (36, por los 38 ante Shevchenko), y limitó en gran medida los errores no forzados: 16 en esta segunda ronda por los 26 el primer día.

Con ese cóctel en el duelo ante el japonés lo resolvió a la velocidad que impuso a su saque, con un puntal de 210 kilómetros por hora y una media de 188 con el primero. En una hora y 21 minutos solventó el choque por 6-0, 6-1 y 6-4 (en una hora y 21 minutos) con un récord particular en su haber: el set más rápido en un Grand Slam en su carrera profesional: 18 minutos, y con solo cuatro puntos en contra. Es el decimocuarto 'rosco', según estadísticas de la ATP, que endosa en su carrera; y sexto en un torneo grande: a Gojowczyk en el US Open 2021 (5-7, 6-1, 5-7, 6-2 y 6-0), a Londero en Roland Garros 2022 (6-4, 6-2 y 6-0), a Cobolli en Roland Garros 2023 (6-0, 6-2 y 7-5), a Chardy en Wimbledon 2023 (6-0, 6-2 y 7-5), y a Kecmanovic en el US Open 2024 (6-4, 6-4 y 6-0).

Tampoco hubo espacio para los despistes; esos que sabe que siguen ahí, tan parte de sí mismo con las dejadas, y a los que sucumbió en el estreno, pero no ante el japonés. «No hay un partido fácil y tengo que estar alerta por lo que pueda pasar en todo tipo de partidos, pero hoy me he sentido muy bien desde el principio hasta el final. No le he dado opción a entrar en el partido, lo que ha podido parecer que lo he tenido fácil. He tenido un nivel de concentración alto, de no dejar pasar una bola y de hacer las cosas que había hecho regular en el primer partido. Al final, esa concentración y esos pequeños detalles demuestran que no ha sido un partido fácil. Estoy muy contento con el partido que he hecho, he mejorado el saque, que es lo que tenía en el punto de mira para mejorar. Así que estoy orgulloso de lo que he hecho hoy», admitía en el micrófono de Eurosport.

Contento el murciano, está con ritmo y ganas y muestra amenazas por doquier. En la siguiente ronda, Nuno Borges, que se impuso al local Jordan Thompson por 6-3, 6-2 y 6-4.