Razzano, todo por amor

En su vestido morado, un crespón negro, un recuerdo, el mejor de los homenajes para Stephane Vidal. Su novio, su entrenador, muerto hace una semana por culpa de un tumor cerebral que le torturó durante nueve años. En la Philippe Chatrier, todavía con legañas, abre turno Virginie Razzano, la francesa de todos estos días, todo por amor. Pierde contra la australiana Jarmila Gajdosova por 6-3 y 6-1, pero se ha ganado para siempre el cariño de la parroquia.

Vidal, de 32 años, sabía cuál era su destino. Razzano, de 28, también. De ahí que días antes de su muerte, el novio de la tenista, fuerte en su despedida, reclamó a su pareja que jugara en Roland Garros, que no se frenara en el camino . La última voluntad. "Su deseo fue que siguiese con mi vida, que saliese a jugar por él y que siguiera en la lucha", confesó Razzano, que estos días corre mirando atrás, tan fresco el recuerdo porque Vidal todavía sigue ahí. Siempre estará.

Estos días, en las jornadas iniciales de los Internacionales de Francia, se ha visto a varias jugadoras con crespón en sus vestidos . Alize Cornet, en su estreno, le dedicó la victoria a su amiga. "He pensado mucho en ella y en Stephane mientras jugaba, les dedico todos mis triunfos porque era una persona realmente encantadora", sollozó. La central, prácticamente vacía porque a primera hora cuesta llenar y el tenis femenino no tira tanto como antes, le dedicó una emotiva ovación de buenas a primeras. En la grada, ilustres del tenis francés como Forget, Dechaume, Escudé o Hagelauer le apoyaron en su partido contra la Gajdosova.

Razzano atraviesa un momento muy duro, pero se ha forjado siempre desde la adversidad . Ella misma ha reconocido en muchas ocasiones que vivió unos años difíciles, una juventud complicada, pero precisamente gracias a su novio salió del túnel. "Antes de conocerlo yo había tenido problemas. Pasé una adolescencia muy difícil. Hay veces que pienso: ¡Me encantaría tener un poco más de suerte!".

La tenista, con la ayuda de una periodista, envío una carta abierta a L’Equipe antes de empezar el torneo para resumir su delicada situación: "Stéphane estaba en la casa de sus padres y partió en el mediodía del lunes. Yo estaba con él, lo acompañé hasta los últimos instantes. Él estuvo consciente hasta el sábado a la noche. De tanto en tanto me entendía, pero no podía responderme. Yo le hablaba, le contaba los buenos momentos que me había dado. Le dije que había sido maravilloso conmigo. Que me ha hecho más fuerte. El quería que yo estuviera preparada en sus últimos momentos. Calculó que todo se hiciera correctamente", relató.

Conocía el final, pero en marzo, mientras se disputaba el torneo de Miami, Vidal estaba prácticamente sentenciado. Lo sabía todo el mundo menos ella, pero su novio prefería que compitiera sin que le afectara el drama. Once años atrás se conocieron, cuando Razzano empezó a entrenarse en el club de los padres de él , pero la amistad derivó en amor. "Siento que terminamos siendo una persona sola entre los dos", escribió Virginie. "Su recuerdo me acompañará por siempre. Él ha cambiado mi vida. De su fuerza por luchar tomaré la guía que me acompañará", concluyó. Emocionada, después de su derrota agradeció desde la pista todas las muestras de cariño que ha recibido , entrecortada su voz, conteniendo las lágrimas de mala manera. "Estoy en estado de shock, será duro volver a la realidad", admitió. El amor no muere.