Alimentación
El ayuno, la última receta hacia el éxito de Djokovic
La práctica de la que el serbio se declaró devoto esta misma semana crece como uno de los avances en alimentación. Su uso aún genera controversia entre los expertos
![Djokovic reconoció esta semana que ayuna durante dieciséis horas al día](https://s2.abcstatics.com/media/deportes/2020/06/05/ayuno-kv2G--1248x698@abc.jpg)
A la carrera por ver quién encuentra el último grito en tendencias sanas, casi siempre con nombres enrevesados en inglés, llegan los deportistas extasiados, pendientes de una revolución que cada vez lo es menos, constantes como son los cambios en lo que conviene o no ... hacer. Lo que hoy es oro cuando se lleva a la boca mañana será carbón, y así en un bucle que no cesa. Uno de los que acostumbra a subirse al carro de la tendencia es Novak Djokovic , que esta semana reconoció en una charla con Garbiñe Muguruza que su dieta está ahora atada por un régimen llamado ayuno intermitente.
El invento consiste en establecer un periodo de horas, cuando no de días en el caso de los más radicales, en el que comer. En el caso del número uno de la clasificación ATP, cierra la boca durante dieciséis horas y se reparte las ingestas entre las ocho restantes. Llevado al barro de la calle, la amalgama de procesos fisiológicos que ahora empiezan a descubrirse como milagrosos en este tipo de formas de alimentarse es lo que ocurrió siempre cuando alguien no desayunaba. Lo cual no quita que existan beneficios, evidentes cuando se les pregunta a los expertos que estudian la materia, no digamos tomando como ejemplo al tenista serbio, en una forma intratable desde que, según él mismo cuenta, modificase su forma de comer.
«Llevo haciéndolo cinco años. Y eso que crecí siguiendo una alimentación totalmente opuesta, ya que comía carne tres veces al día», expuso el campeón de 17 Grand Slam. Dijo también que lo primero que llega a su paladar cada día es un vaso de agua caliente con limón , y que la primera comida del día la basa en un batido de verduras y mucha fruta. Hace tiempo que reveló que el gluten había dejado de formar parte de su dieta, y que ahora es prácticamente vegetariano, con la excepción del sushi, uno de sus platos favoritos.
Como suele ocurrir, la opinión de los expertos en la materia presenta polos bien diferenciados. Guillermo Reglero es catedrático de Ciencias de la Alimentación por la Universidad Autónoma de Madrid y director de Imdea Alimentación. Confirma que la investigación de los beneficios que los procesos de ayuno pueden tener para el cuerpo humano es de cuño reciente, en torno al último lustro. «A unos les puede ir bien el ayuno y a otros fatal», resume. Por lo pronto, aventura que hay ventajas evidentes. También inconvenientes: «Hay órganos que dependen de un aporte de energía continuo, como el cerebro o los ojos». A su juicio, el futuro pasa por la «nutrición de precisión», o lo que es lo mismo, por mirar hasta el último detalle lo que puede o no potenciar el rendimiento de un atleta. «Se basa en dos ejes: el genético, donde hay cosas tan curiosas como genes relacionados con el cronotipo, es decir, con nuestros horarios, que revelan a qué hora rinde mejor un deportista, y el estado fisiológico: no es lo mismo pautar a una preadolescente que a una señora menopáusica, asegura.
Más escéptico es el Doctor Antonio Escribano , uno de los endocrinos más reconocidos en el panorama deportivo español. «A algunos les puede ir bien, pero desde luego no lo veo recomendable para los deportistas de alto rendimiento», explica el nutricionista de la FEF. «Algún jugador me ha dicho que lo estaba probando, pero luego llegaban a los entrenamientos y terminaban mareados. Hombre, si consiste en una carrerita y poca cosa más, pues no pasa nada. Pero someter a ese desgaste al organismo a largo plazo no es ideal», continúa. Y a un lado del alto rendimiento, plantea un ejemplo muy visual sobre su práctica en la población general: «Yo conocí a un tío que le gustaba escalar la Giralda y se lo recomendaba a la gente. Hombre, a lo mejor un prediabético hace esto y termina con una hipoglucemia».
La experimentación, clave
En función de las fuentes consultadas, la bibliografía apunta hacia sentidos diversos. Por un lado, numerosos investigadores sostienen que el ser humano practica el ayuno desde tiempos lejanísimos, allá cuando salía a cazar al mismo tiempo que lo hacía el sol, y no se ataba el babero hasta última hora del día, cuando se acomodaba en su refugio y la presa había sido debidamente preparada. Es algo que sigue ocurriendo en ciertas culturas, caso de los Masai Mara keniatas, acostumbrados a comer una o dos veces al día. La otra corriente defiende que el instinto del cuerpo humano siempre le ha llevado a comer lo justo y guardar el resto para cuando haga falta. En ambas esferas se aprecian matices .
«La clave suele ser la experimentación», concluye Reglero, ya de vuelta a los deportistas de élite. Interviene Escribano, con un ojo puesto en las palabras de Djokovic: «A mí me parece una irresponsabilidad que gente sin conocimiento en la materia haga apostolado con cosas tan peligrosas». Y cierra el primero: «Esto es igual que con los coches: no requiere la misma atención poner a punto uno para ir a Madrid que un Fórmula 1».
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