Nadal, entre grises

Poco cambia en el estreno de la segunda semana parisina. Sigue Roland Garros por el mismo cauce y transita Rafa Nadal con éxito, aunque sus triunfos son grises como el día . Ha aparcado los sufrimientos, nada que ver su triunfo ante Ivan Ljubicic pot 7-5, 6-3 y 6-3 en dos horas y 26 minutos con los agobios que pasó en su debut con Isner, pero Nadal va demasiado lento en la evolución , sin recuperar las sensaciones que por norma ha tenido en este torneo. De momento, está en cuartos, que es de lo que se trata, pero sus piernas y su tenis no van al ritmo que él quería. [Narración y estadísticas]

Esta vez dio cuenta de un rival longevo, el más veterano a sus 32 años de cuantos resistían en Francia. Ljubicic se esmera en plantear batalla, resignado a una estadística que en la previa le recuerda que ha perdido en tres de tres cuando ha tenido al español al otro lado de una pista de tierra, y consigue mantener el tipo durante el primer parcial. En buena parte porque Nadal, que se pone con 2-1 y saque, vuelve a perderse por el camino, se lía, regala la renta. Hasta el 5-5, intercambio poco vistoso de puntos, pero entonces es cuando el número uno del mundo entiende que debe subir la marcha para acabar ganando 7-5 en 58 minutos. Pista libre hacia los cuartos , ronda que se salta Djokovic por el abandono de Fognini.

Sin florituras, lejos de su nivel , cuestionado por una pista que prefiere siempre al otro sin que importe quien sea, Nadal juega fácil el segundo set. Lo cierra por 6-3, pero antes de las dos roturas desaprovecha una infinidad de bolas de break (seis de X al final por dos de cuatro del croata). La derecha le corre poquísimo y después de un golpe bueno viene uno malo, incapaz de afinar en su golpeo. Y en esa tónica se consume otro partido más en París que no será noticia, con Ljubicic desesperado lanzando la bola fuera del recinto porque pierde su saque tan pronto le roba el suyo a Nadal. Al croata le castigan los 48 errores no forzados y a Nadal le catapulta su nombre, pues gana por inercia y presencia.

En cuartos, el miércoles, la cosa cambia porque se discute o con Robin Soderling o con Gilles Simon , mucho más complicado que Isner, Andújar, Veic o Ljubicic. Nadal está avisado.