El brindis de Nadal

Rafael Nadal vivió un lunes muy especial en París, diferente a cualquier otro porque por norma suele ganar los domingos. Este año, por culpa de la lluvia, se tuvo que aplazar la final y resolvió un día más tarde lo que ya había empezado. De ahí que no haya foto de Nadal con Mickey Mouse por los jardines de Eurodisney, uno de sus lugares preferidos y al que acude con su familia siempre que puede porque le encantan las atracciones.

La foto es con la Torre Eiffel de fondo , pocas horas después de derrotar a Novak Djokovic en la segunda entrega de la final más épica y memorable. Posa con la Copa de los Mosqueteros, la séptima que conquista, y lo hace orgulloso con la bandera española , que luce siempre que puede.

Después de atender a las televisiones, Nadal se dirigió al hotel Intercontinental, situado muy cerca de la Ópera de París. Ahí estaban invitados los periodistas para brindar por el éxito y le acompañaba todo su equipo y la familia. Su pareja, sus padres, su hermana y todos los tíos. La ocasión lo merecía.

Nadal, elegante y visiblemente muy cansado, agradeció a todos la presencia y el apoyo durante estas dos semanas y luego se fotografió con su gente y con los medios. Brindó con champán y amenazó con volver el año que viene. Ya piensa en el octavo Roland Garros , más lejos que nadie.

El día concluyó con una cena familiar y ya este mismo martes por la tarde tiene previsto volver al trabajo. Se ejercitará en la hierba de Halle (Alemania), en donde se prepara para Wimbledon y para los Juegos Olímpicos. A falta de confirmación, pretendía jugar el dobles junto a Marcel Granollers (su pareja en los Juegos) el miércoles y el jueves empezar en el cuadro individual.