El año mágico de Nadal
Nadal charla con Nalbandian después de ganar en Sao Paulo - AFP
TENIS

El año mágico de Nadal

El español acumula nueve títulos, cinco de ellos Masters 1.000, y se prepara para el asalto al trono de Novak Djokovic en Nueva York

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El español acumula nueve títulos, cinco de ellos Masters 1.000, y se prepara para el asalto al trono de Novak Djokovic en Nueva York

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  1. Sao Paulo, ocho meses después

    Nadal charla con Nalbandian después de ganar en Sao Paulo
    Nadal charla con Nalbandian después de ganar en Sao Paulo - AFP

    Rafael Nadal estrenó su palmarés de 2013 en Sao Paulo, campeón en Brasil después de caer días antes en la final de Viña del Mar ante Horacio Zeballos Era un tenista inmerso en un mar de dudas, incomodísimo porque la rodilla izquierda le dolía horrores después de siete meses y pico de lesión. En Brasil lo pasó muy mal, pero superó en la final a David Nalbandian (6-2 y 6-3), limitados sus movimientos y poco expresivo el rostro. La alegría se constató con las lágrimas de su padre en el palco, un llanto desconsolado después de una travesía interminable por el desierto. Del 28 de junio de 2012, cuando quedó eliminado por Lukas Rosol en la segunda ronda de Wimbledon, hasta el 19 de febrero de este año, Nadal se superó a sí mismo.

  2. Salto de calidad en Acapulco

    Mordisco de Nadal al trofeo mexicano
    Mordisco de Nadal al trofeo mexicano - afp

    Poco después del éxito en Sao Paulo llegaría el triunfo en Acapulco. Rafa Nadal dio un notable salto de calidad en la arcilla mexicana y destrozó a David Ferrer en la final (6-0 y 6-2), sinónimo de que algo bueno se estaba cocinando. Fue otro tenista, más agresivo y aparentemente mejor de sus limitaciones físicas. No perdió ni una sola manga en Acapulco y el vestuario entendió que el regreso de Nadal iba en serio, volvía el gran campeón, el rey de la tierra.

  3. Excelente en el cemento de Indian Wells

    Nadal, con la bandera de España y el trofeo de Indian Wells
    Nadal, con la bandera de España y el trofeo de Indian Wells - REUTERS

    Después de completar con notable la gira americana en arcilla, Rafa Nadal asumió el reto del cemento y triunfó en Indian Wells. Fue el primer Masters 1.000 del año, fantástica semana en la que dejó por el camino a Roger Federer, a Tomas Berdych y por último a Juan Martín del Potro en una final muy intensa (4-6, 6-3 y 6-4). En un acto de fe impagable, el balear superó todo tipo de adversidades y acabó emocionado por los suelos. Era el tercer título del año y luego decidió que no competiría en Miami para descansar.

  4. La rutina del Godó

    Octavo triunfo de Nadal en el Godó
    Octavo triunfo de Nadal en el Godó - AFP

    Barcelona siempre se le ha dado estupendamente bien a Rafa Nadal, que conquistó el octavo Godó de su carrera al superar a Nicolás Almagro en la final por 6-4 y 6-3. Nadal aterrizaba en el Real Club de Tenis de Barcelona después de caer ante Novak Djokovic en la lucha por el título de Montecarlo y su semana tampoco fue la mejor. Se le vio lento, con problemas en sus movimientos, pero le bastó para morder su cuarto trofeo del curso. Con más oficio que brillo, seguía exhibiendo músculo en la tierra batida catalana.

  5. La reconquista de Madrid

    Nadal, eufórico en la Caja Mágica
    Nadal, eufórico en la Caja Mágica - DE SAN BERNARDO / BELÉN DÍAZ

    De Barcelona a Madrid con idéntico final. Nadal reconquistó el Mutua Madrid Open, quizás el torneo de tierra que siempre le ha costado más por la altura de la capital española, un escenario en donde los sacadores se sienten a gusto. Pero el balear lo hizo todo muy bien y fue sorteando rondas con maestría, igual de sólido que en la final ante Stanislas Wawrinka (6-2 y 6-4). Era el quinto título del año y le servía para igualar a Tomas Muster con 40 trofeos en polvo de ladrillo. «Es la victoria más especial del año», dijo Nadal ante su gente, emocionada la Caja Mágica por el regreso triunfal del héroe.

  6. Lección a Federer en Roma

    Nadal alza los brazos después de arrollar a Federer en el Foro Itálico
    Nadal alza los brazos después de arrollar a Federer en el Foro Itálico - AFP

    El sexto título de la temporada llegó en Roma con una auténtica exhibición ante Roger Federer. La final no tuvo historia porque el español lo bordó y destrozó al suizo por 6-1 y 6-3. Fue la guinda a una semana muy buena en la que Nadal tuvo que superar muchísimas trampas como la de Gulbis o la de Ferrer. Además, la victoria en el Foro Itálico le catapultó hasta la cuarta posición de la ATP, fundamental para ahorrarse a los mejores hasta las rondas finales de Roland Garros.

  7. El octavo Roland Garros, la leyenda

    Rafa Nadal recibe de Usain Bolt su octavo Roland Garros ante la mirada de Ferrer
    Rafa Nadal recibe de Usain Bolt su octavo Roland Garros ante la mirada de Ferrer - REUTERS

    Y llegó París, su paraíso, territorio fetiche en donde sólo ha perdido un encuentro (en 2009 ante Robin Soderling). Nadal se hizo con su octavo Roland Garros y se convirtió en el primer tenistas con tantos éxitos en un grande, descomunal ejercicio de superación. Empezó mal, con dudas ante Brands, Klizan y Fognini, pero despertó a la hora de la verdad con triunfos muy serios ante Nishikori, Wawrinka, Djokovic y Ferrer, a quien barrió en la final (6-3, 6-2 y 6-3). Nadal lloró emocionado con el himno de España, eufórico después de dos semanas memorables. Para siempre quedará su victoria en las semifinales ante Djokovic, un partidazo que se recordará durante muchos años.

  8. Paso al frente en Montreal

    Nadal alza el trofeo de Montreal al vencer a Raonic
    Nadal alza el trofeo de Montreal al vencer a Raonic - afp

    Después de perder en la primera ronda de Wimbledon ante Steve Darcis, Rafa Nadal se tomó un respiro. Oxigenó cuerpo y alma, le dio una tregua a su rodilla y regresó en el cemento de Montreal, una prueba de fuego para él. Ganó con autoridad, nivel altísimo el que exhibió durante todos sus partidos. Brilló ante Djokovic especialmente y apenas tuvo contrincante en la final, en donde arrasó a Milos Raonic por un doble 6-2. Era el octavo triunfo de 2013, el cuarto Masters 1.000, y le servía para recuperar la tercera plaza de la ATP. Mucho más agresivo, lo bordó en todos los aspectos.

  9. Un campeón desatado en Cincinnati

    Nadal, por los suelos al vencer por primera vez en Cincinnati
    Nadal, por los suelos al vencer por primera vez en Cincinnati - AFP

    A una semana del US Open, Cincinnati, un Masters 1.000 que nunca se le había dado bien a Nadal. Hasta ahora, hasta este 2013 magnífico. El balear volvió a jugar a un nivel altísimo y se hizo con el noveno título de la temporada, el quinto Masters 1.000. Tres de ellos, además, en pista dura, impensable y más teniendo en cuenta sus problemas físicos. Pero no hay muestras de dolor en Nadal, no al menos en su tenis, y venció sin fisuras en la final ante el gigante John Isner por 7-6 (8) y 7-6 (3). Antes había logrado una victoria de nivel ante Roger Federer y resolvió muy bien las semifinales contra Tomas Berdych. El noveno de Nadal, que le servía para ascender al segundo puesto de la ATP. Si gana en Nueva York y Djokovic no hace final, volverá a ser el rey del tenis

  10. Segunda hazaña en Nueva York

    Rafa Nadal, vencedor del Us Open 2013
    Rafa Nadal, vencedor del Us Open 2013 - EFE

    En la Arthur Ashe, Nadal se hace eterno. Es su segundo US Open, un título muy especial después de derrotar al serbio Novak Djokovic en la final. Nadal ya tiene diez títulos en lo que va de temporada y completa un curso pletórico en pista rápida con 22 victorias en 22 encuentros. Durante el torneo, ha dejado por el camino a Ryan Harrison, Rogerio Dutra Silva, Ivan Dodig, Philipp Kohlschreiber, Tommy Robredo, Richard Gasquet y Djokovic. Durante estas dos semanas, el nivel del balear ha sido buenísimo y se plantó en la última ronda perdiendo su saque una sola vez (en semis ante Gasquet). Con este triunfo, pasa a tener trece grandes y se queda a cuatro de Roger Federer, el más laureado de todos los tiempos en el circuito masculino. Nadal ya había ganado en Nueva York en 2010 y perdió la final de 2011, siempre con Djokovic como oponente. Ha tocado el cielo, un año de diez para el mejor Nadal.

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