Gimnasia Artística
Simone Biles cierra el círculo con el retorno más esperado
La estadounidense vuelve a un Mundial tras dos años de parón por su salud mental
El «corazón roto» de Simone Biles tras la humillación racista a una atleta negra a la que no le dieron la medalla
![Simone Biles, en un entrenamiento en el Sportpaleis de Amberes](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/09/30/simone-biles3-RXq6F5gjdaROxF7RnF7kMRI-1200x840@abc.jpg)
Fue en Amberes cuando el mundo de la gimnasia artística cayó rendido por primera vez a Simone Biles. De eso hace ya diez años. De manera inesperada, una enorme sonrisa adolescente atrapada en un cuerpo diminuto sorprendía con una actuación estelar en el Campeonato del Mundo de 2013. Enfundada en un maillot rosa chillón y exhibiendo una potencia exuberante, la estadounidense se imponía en el concurso general con solo 16 años, además de lograr el oro en la final de suelo, la plata en salto y el bronce en la barra de equilibrio. Era el comienzo de una era.
Hoy Biles cierra el círculo. Regresa a Amberes, de nuevo sede del Mundial, dispuesta a escribir un capítulo más de esa apasionante trayectoria deportiva que se frenó en seco en los pasados Juegos de Tokio, cuando la salud mental le jugó una mala pasada.
Biles se retiró justo después de la primera prueba de la final por equipos, tras realizar un mal ejercicio de salto. «Simplemente no quería seguir, tenía que concentrarme en mi salud mental», dijo entonces, mientras afirmaba sentir el peso del mundo entero sobre su cogote. «Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos y no salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos. Ya no confío tanto en mí misma».
Más tarde se supo que Biles había sufrido en los días previos a los Juegos varios episodios de 'twisties', un fenómeno en el que los gimnastas pierden el sentido del espacio cuando están girando en el aire. Un instante en el que cerebro y cuerpo se desconectan, poniendo en un grave riesgo su integridad física. El ejercicio elegido por Biles, un Amanar, lo llevaba haciendo sin mayor problema desde los 12 años. Pero aquel día se sintió incapaz de completarlo.
Biles solo regresó en Tokio para competir en la final de barra de equilibrio, donde logró el bronce. Después, la gimnasia pasó a un segundo plano en su vida. A finales de 2021 realizó una gira por Estados Unidos con un espectáculo acrobático y musical titulado 'Gold Over America Tour', y en mayo de 2023 se hizo oficial su boda con el jugador de fútbol americano Jonathan Owens. Por aquel entonces, Biles había vuelto a los entrenamientos en el World Champions Centre de Spring, en el estado de Texas, aunque sin pretensiones. Aún veía lejos la posibilidad de volver a competir. El miedo le paralizaba. «Cada vez que iba al gimnasio temía implicarme al máximo, no quería hacerlo», afirmaba esta semana la gimnasta en la web del Comité Olímpico Internacional. Fueron sus compañeras del equipo nacional estadounidense y sus entrenadores, Cecile y Laurent Landi, quienes acabaron infundiéndole el valor necesario. Biles solo puso una condición: el baremo entre el éxito y el fracaso lo marcaba solo ella. «Antes todo el mundo definía el éxito por mí, aunque yo tuviera mi propia opinión de lo que quería. Ahora es simplemente estar, sentirme bien mentalmente, divertirme y que pase lo que tenga que pasar». Un poco como hace diez años.
El 6 de agosto volvió a los grande en el US Classic, en Illinois, donde arrasó a todas sus rivales con una puntuación en el concurso general de 59.100 (la brasileña Rebeca Andrade logró el oro en Tokio con 56.899). La gimnasta de Columbus repetía magisterio en el campeonato nacional, el 27 de agosto: oro con 59.150 puntos.
Pese a la ausencia de dos años, Biles debe ser considerada la gran favorita al oro en el concurso general, donde tendrá como principales rivales a la brasileña Rebeca Andrade, campeona mundial en 2022 y plata olímpica en Tokio, la francesa Melanie Dos Santos, o su compatriota Shilese Jones.
El dominio abrumador de Biles en la gimnasia artística alcanzó su apogeo en los Juegos Olímpicos de Río 2016 (cuatro oros y un bronce) y en los Mundiales de Doha 2018 y Stuttgart 2019. En total, 25 medallas mundialistas, 19 de ellas de oro, récord universal absoluto por delante de la leyenda bielorrusa Vitali Shcherbo. Más allá de esos registros, Biles podrá comprobar en Amberes cómo de cerca se encuentra de firmar una gesta histórica en París 2024, el verdadero objetivo de su regreso. Allí le espera el reto de igualar a otra leyenda: la lusa Larisa Latynina y sus nueve oros olímpicos.
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