La sevillana Ana Pérez, del calvario de las lesiones a los Juegos de París

S. A. A.

Sevilla

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09/10/2023
Actualizado a las 17:46h.

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Cinco veces campeona de España de gimnasia artística, la sevillana Ana Pérez representará a España en los Juegos Olímpicos de París tras la disputa de las finales por aparatos del Campeonato del Mundo de la especialidad, celebrado en Amberes, y una vez confirmada su plaza por parte de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG). La hispalense será, junto a la catalana Alba Petisco, de 20 años, la otra gimnasta española presente en la cita parisina toda vez que España no logró la clasificación por equipos en el Mundial.

Pérez fue trigésima en la barra de equilibrios y su billete para París quedaba a expensas del reparto de cuotas nominales una vez descontadas las correspondientes a las integrantes de los doce equipos clasificados y otras catorce que obtuvieron el pase a través del concurso general. La sevillana tuvo que esperar unos días pero finalmente hubo final feliz. Estará en Francia. Un premio muy merecido.

La gimnasta sevillana, que a finales de julio se había proclamado por quinta vez en su carrera campeona de España de su disciplina, cumplirá por segunda ocasión el sueño olímpico aunque en realidad haya conseguido ya tres clasificaciones. A Río 2016 acudió ella sola en representación del equipo español, pero lamentablemente se perdió la cita de Tokio por culpa de las graves lesiones que se produjo en el CAR de Madrid cuando en enero de 2021, en pleno azote de la borrasca Filomena sobre la capital de España, se rompió en la sala de entrenamientos los ligamentos del tobillo del pie derecho y el cuarto metatarsiano del izquierdo. Lesiones que incluso le imposibilitaron hacer vida normal durante unas semanas.

Entonces tomó hasta la decisión de parar de la gimnasia cuando ya vio que era imposible recuperarse a tiempo para estar en Tokio. Aquel objetivo se volatilizó de la manera más amarga, pero la sevillana, demostrando coraje, capacidad de resiliencia y mucha pasión por su deporte, no había dicho su última palabra. Volvió a competir a principios de este año, en el verano logró el repóquer de campeonatos nacionales y en el Mundial de Amberes ha dejado definitivamente atrás el calvario de aquellos duros meses de operaciones y sin poder entrenarse con este billete para París que le sabe a gloria. Otra vez está en su sitio. En la élite. Con las mejores y camino de vivir sus segundos Juegos Olímpicos.