Automovilismo
La saga Gené vuelve con fuerza a los circuitos
Aún sin la mayoría de edad, Eric, hijo y sobrino de campeones, se estrena con la selección española en los Motorsport Games de Valencia mientras se hace un nombre en las carreras de turismos
Luis Moya: «No hay semana que no me recuerden el 'trata de arrancarlo', pero logré convertirlo en algo positivo»

Primero, el contexto. Valencia acoge esta semana (hasta el 27 de octubre) la tercera edición de los FIA Motorsport Games, una suerte de Juegos Olímpicos del Automovilismo que da un salto cualitativo y cuantitativo en la que será su tercera edición. Cerca de 1. ... 000 pilotos pertenecientes a 85 países lucharán por las medallas de oro, plata y bronce en carreras de monoplazas, GTs, karting, rallys, carcross.. e incluso eSports. Y allí, junto a otra treintena de pilotos españoles, estará Eric Gené (Sant Cugat del Vallés, 2007). Ya el apellido da todas las pistas sobre la procedencia del chico. Es hijo de Jordi Gené, subcampeón de la Fórmula 3.000, probador de la escudería Benetton de Fórmula 1 y piloto oficial de Seat en los años dorados del Mundial de Turismos, entre otra multitud de cosas. Y es sobrino también de Marc Gené, hermano del anterior, piloto de Fórmula 1 en Minardi y Williams, piloto de pruebas y desarrollo en Ferrari desde 2005 y primer español en ganar la máxima categoría de las 24 Horas de Le Mans (2009).
Eric, que aún no ha alcanzado la mayoría de edad, competirá en la categoría de Turismos, una de las más exigentes por el nivel de los competidores. Lo hará al volante de un Cupra León VZ, el coche con el que compite habitualmente en el TCR Spain. De ese certamen, precisamente, llegan sus grandes rivales por el oro: el británico Jenson Brickley y el argentino Ignacio Montenegro. El checo Adam Kout y la canadiense Megan Tomlinson son otros candidatos. «Es la primera vez que compito por una medalla y no por una copa. Se hace un poco extraño. Pero venimos de París, de unos Juegos Olímpicos donde los españoles han despuntado muchísimo, y quiero hacerlo lo mejor posible», explica Gené a este periódico.
El chico no solo tiene los genes ganadores de su familia, sino que cuenta con el plus añadido de haberse criado en ese ambiente de competición donde la exigencia siempre era máxima. «Los recuerdos de cuando era pequeño es lo mejor que tengo. Todo en mi vida me lo ha dado el motorsport. He visitado un montón de países, he estado en mil circuitos de mil categorías diferentes, he visto a muchos tipos de pilotos cerca de mí… Sin todo ese bagaje no estaría ahora aquí».
Eric recuerda con especial cariño una carrera de las TCR International Series de 2015 en el trazado italiano de Monza, con Jordi Gené remontando hasta la segunda plaza: «No se me borrará esa imagen en la vida. Mi padre llegando desde atrás, con unos adelantamientos increíbles. Luego me subí al podio con él… Un recuerdo para siempre».
Sus inicios, como el del resto, están en el karting, donde empezó desde muy pequeño bajo la supervisión de Mariano Molina y de su hijo Miguel, quien precisamente este año se ha convertido en el segundo español, después de su tío Marc, en lograr la victoria absoluta en Le Mans. Fueron años de victorias y podios en los diferentes Campeonatos de España, de viajes a Italia para competir internacionalmente y de alimentar el sueño de todo chaval que empieza: la Fórmula 1. Con eso en mente dio el salto a los monoplazas en la temporada 2023. La siguiente pantalla era la Fórmula 4 española. «Fue un año duro, muy complicado. Había muchísimo nivel».
FIA Motorsport Games

La selección española de automovilismo
Treinta pilotos dentro de seis categorías (circuitos, rallys, off road, karting, eléctricos y eSports) conforman el equipo español de la tercera edición de los Motorsport Games. El objetivo, mejorar las ocho medallas de Marsella 2022. En la imagen, en el CSD tras el Cupra León que pilotará Eric Gené.
Meses antes de ese debut, en el invierno de 2022, se había apuntado con su padre a la última prueba del Campeonato de España de Resistencia. De manera sorprendente, incluso para ellos, se subieron a lo más alto del podio en Montmeló. Aquello fue una especie de señal, lo que unido a su mala experiencia en los monoplazas lo animó a aceptar la oferta de Cupra para competir en turismos. «El cambio ha sido bueno. Me ha ido muy bien». En el TCR suma ya varios podios y es quinto en la clasificación general, a falta de las dos mangas decisivas en el circuito de Cataluña.
«La Fórmula 1 es donde todo niño quiere estar. Pero luego te das cuenta de que existen otras categorías como el Mundial de Resistencia, que son increíbles también, donde la gente está a un nivel altísimo, casi al mismo que la F1, por no decir que idéntico. Intenté buscar la vía de escape de los turismos y me encantaría ganarme la vida ahí».
Fue en esta modalidad donde su padre construyó el grueso de su palmarés, compitiendo en un Mundial con el mítico Seat León TDI de color amarillo y colaborando con varias victorias parciales para hacerlo campeón dos años consecutivos (2008 y 2009). De esa experiencia se nutre ahora Eric. «Tanto mi padre como mi tío son mis referentes. Son mi familia, y me dan los consejos que a ellos les hubiera gustado que les dieran de pequeños. El principal, que salga a la pista a disfrutar, porque es un deporte que cambia mucho de un día, de una carrera, de un accidente o de una victoria a otra. Esa es la recomendación más grande: aprovechar cada momento que me subo al coche».
Hijo de su tiempo, admira también el pilotaje de Max Verstappen y Charles Leclerc. Y le tiene un cariño especial a su mentor Miguel Molina. «Al final es lo que hablábamos. Él también lo intentó en los monoplazas, pero se ha podido ganar la vida perfectamente fuera de ese mundo». En esas está él también. De momento, en busca de un oro que sería casi olímpico.
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