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ATLETISMO

Ronald Kwemoi y Edinah Jebitok se coronan en Itálica en medio del suspense

Los keniatas se impusieron en el arco de meta a sus rivales en dos carreras emocionantes hasta su desenlace

El Cross de Itálica aguarda este domingo a sus nuevos emperadores

El podio de la carrera internacional masculina con Mohamed Katir (derecha), que fue quinto VÍCTOR RODRÍGUEZ
Sergio A. Ávila

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Emocionantes hasta el final, sin tregua y sin nadie que las rompiera para marcharse en soledad sobre tierra quemada hasta la meta, las dos carreras internacionales del XLI Cross de Itálica brindaron este domingo un espectáculo como no se recordaba. Un disfrute para los amantes del campo a través. Lucía el sol sobre los restos del yacimiento arqueológico de Santiponce y brillaron los atletas de élite sobre el trazado repleto de desniveles, de casi diez kilómetros y puro albero del recinto poncino. Los keniatas Ronald Kwemoi, de 28 años, y Edinah Jebitok, de 22, se coronaron en las tierras de los emperadores Trajano y Adriano. Y en ambos casos de la misma forma, con suspense hasta el mismo arco de meta. Como dos carreras fotocopiadas en sus metros decisivos, aunque la femenina, cierto es, quedase marcada por un error de cálculo de Jebitok, la favorita.

La masculina no se resolvió hasta el anuncio de la última vuelta. El grupo cabecero de quince atletas, con la legión africana marcando el ritmo y el español Mohamed Katir incrustado entre ellos sin perder el paso en ningún momento, se mantuvo compacto, pétreo, sin que nadie acelerara dentro de la altísima velocidad con la que se tragaba los kilómetros. Era una carrera muy rápida, de alto ritmo, a todo trapo. Ahí estaban Rodigue Kwizera, Ronald Kwemoi, Oscar Chelimo, Ishmael Kipkurui, Hillary Kipchirchir (Chekpwony, su segundo apellido, en el dorsal), el serbio Elzan Bibic y los españoles Katir, Abdessamad Oukhelfen y Sergio Paniagua. Un nutrido grupo de al menos quince corredores que no se desmembró rápidamente sino sólo a través de los efectos del cansancio, de ese rompepiernas en que puede convertirse Itálica si no se dosifican los esfuerzos. La primera vuelta se completó en siete minutos y doce segundos; la segunda, en 14.28 y la tercera, en 21.43.

El final al esprint de Kwemoi y Kipchirchir VÍCTOR RODRÍGUEZ

Hasta entonces no se habían desatado las hostilidades aunque algunos de sus integrantes se fueron quedando por el camino. Mechaal estuvo casi siempre a rueda de la cabeza de carrera, sin perderle la pista pero también sin poderse enganchar. Katir no descabalgó aunque en los últimos dos mil metros, cuando los candidatos a la victoria y el podio tomaron posiciones, ya le costó mucho más. Acusaba la fatiga el subcampeón de mundo de los 5.000 metros en Estambul. Rodrigue Kwizera, que ganó en Itálica en 2021 y se proclamó subcampeón en 2022, quería otra corona de campeón. Y aceleró y aceleró, mas el ataque del burundés fue rápidamente neutralizado en la zona boscosa por Kwemoi, Kipkurui y Kipchirchir, que no estaban dispuestos a desistir de sus opciones. Lo relegaron a la tercera plaza en la contrameta cuando los atletas activaron la sexta velocidad antes de ese giro con pendiente a la derecha que en la carrera femenina casi arruina a Jebitok.

Kipchirchir lo encaró antes que el resto, pero Kwemoi, que dio la impresión de patinar y abrirse demasiado, demostró con su punta de velocidad las razones de sus estratosféricos 3:28.81 en el 1.500. El keniata inscribió su nombre en la ya larguísima historia de emperadores del Cross de Itálica con un tiempo de 29.09. Kipchirchir y Kwizera completaron el podio, quinto acabó Katir, séptimo fue Oukhelfen y octavo, Sergio Paniagua.

El emocionante final de la prueba internacional femenina VÍCTOR RODRÍGUEZ

Error de cálculo

La imagen más sorprendente de la espectacular jornada vivida en el yacimiento arqueológico la dejó Edinah Jebitok, una especialista en el 1.500 que por sus credenciales, currículum y estado de forma (veía de ganar en San Sebastián), estaba considerada en las quinielas como la primera favorita al triunfo de entre las cinco africanas en liza. Sumaba, de hecho, tres victorias en el campo a través español y llegaba dispuesta a bautizarse también en Itálica. Y, en efecto, su carrera no defraudó en absoluto, luciendo una zancada poderosa que la llevó a dominar casi toda la carrera desde que lanzara su primer ataque sin contemplaciones una vez superada la primera de las cuatro vueltas. Puso rápidamente tierra de por medio, quebrando el grupo perseguidor y poniendo en filas al resto de candidatas.

La única que le aguantó el pulso sin descomponer la zancada en ningún momento fue la benjamina de 18 años Senayet Getachew, campeona del mundial sub 20 de cross. Otra atleta de excelentes condiciones y con un futuro, seguramente, esplendoroso. La etíope se dosificó mejor que sus rivales e incluso se puso por delante de Jebitok, sin marcar distancias, para lanzarle un aviso. Que ahí estaría, a rueda, por si cometía el más mínimo error. A partir de ese momento, en el ecuador de la prueba, ya corrieron emparejadas por todo el circuito, con el albero asentado, incluso por la nueva parte arbolada que constituía unas de las novedades del trazado. El orden de la cabeza de carrera se mantenía imperturbable: Jebitok y Getachew mandando, en tercera posición Jemutai, luego Kefale y en la quinta, Chelangat, la primera que desistió de seguir el ritmo infernal de Jebitok.

Al paso de la última vuelta, la keniata hizo el último cambio, quizá demasiado pronto, y aumentó el ritmo para dejar atrás la alargada sombra de Getachew, que se agarraba a la carrera sin perderle el paso, manteniéndola a una distancia prudencial en cada subida y bajada, cuando ya las piernas pesan y cada rampa de Itálica parece la escalada al Alpe d'Huez. El duelo entre la keniata y la etíope estaba servido. Tanta era la igualdad que, si bien no podía descartarse la foto finish para definir a la ganadora, nadie esperaba lo que sucedió en el giro que enlaza a la contrarrecta de meta con los últimos metros previos a la llegada al arco romano. Ahí, en esa vuelta, Jebitok se desorientó y se paró bruscamente, en seco. Como si creyera que la carrera había ya terminado. Un error de cálculo fatal que casi le costó el triunfo. Getachew intentó castigar el pecado, pero salió perdiendo en el esprint.

La onubense María Forero celebrando su sexto puesto VÍCTOR RORÍGUEZ

 

La victoria se la adjudicó Jebitok en un epílogo sorprendente, lleno de suspense. Tercera fue Winnie Jemutai, cuarta Anne Chelangat y quinta, Wede Kefale. El susto de Jebitok por tan tamaño despiste contrastaba con la exultante alegría de la onubense María Forero, campeona mundial de cross sub 20 en Turín en 2022. Especializada en la larga distancia y el campo a través, la andaluza marchó siempre en el grupo perseguidor de las africanas junto a la sevillana Carolina Robles y al núcleo de inglesas, lideradas por Amelia Quirk. La pupila de José Enrique Villacorta completó una carrera espectacular, muy constante y de menos a más, hasta el punto de lanzarle el ataque a la británica en los últimos metros y distanciarse de ella lo suficiente como para alcanzar la meta como la primera europea, en la sexta posición. Robles, segunda española de esta edición del Cross de Itálica, acabó novena.

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