Fútbol
Karim Benzema, el héroe silencioso
Real Madrid
El inolvidable delantero francés deja el Real Madrid después de 14 temporadas, pero el poso de su fútbol es ya imborrable
El Real Madrid y el mundo del fútbol despiden a Benzema
![Benzema, celebra el pase del Real Madrid a los cuartos de final de la Champions League del curso pasado](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/06/04/AFP2-RxMv8l1Gk5oSX1nwKblv69L-1200x840@abc.jpg)
Como en el inicio de 'La Diligencia', donde John Ford dibujó en John Wayne a un paria con connotaciones de grandeza, comenzó Karim Benzema su odisea en el Real Madrid. Un camino curvilíneo donde los escándalos extradeportivos y los años que pasó enemistado ... con el gol maceraron el carácter estoico de un hombre que denotó una brillantez innata, decisiva y romántica en su madurez. Porque más allá de sus 25 títulos de blanco y sus mil obras de arte, el Bernabéu no olvidará a su héroe tranquilo; ese mortal que, en silencio, cargó durante años con el peso de un club inevitablemente inmenso. Benzema se va, pero el poso de su fútbol es imborrable.
Lejos quedan ya el turbio caso Valbuena, las escaramuzas con el mundo del motor o sus amistades casi camorristas. Son historias que alimentan el contexto del personaje protagonista por antonomasia —a quien precede la juventud irreverente y finita en la antesala a una veteranía sensata—. Benzema dejó en sus inicios goles inverosímiles, jugadas de elegido, arrebatos de calidad que levantaban de su cálido asiento al tribunero... Pero su irregularidad, acompañada de una fría expresión corporal, enrabietó durante años a un amplio sector del Bernabéu, que, es preciso recordar, reclamó a gritos la titularidad de Morata.
Benzema digirió los pitos, fortificó su yo emocional en torno a ellos y obvió lo fácil: porque siempre desestimó marcharse. Poco a poco, se convirtió en el mejor facilitador para aquel Cristiano pletórico, despidió al extinto Calderón con el imperecedero regate a Savic sobre la línea de fondo y comenzó a ser insustituible. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar.
Esclavo de sí mismo, Ronaldo dejó el Madrid tras la decimotercera Copa de Europa. Poco después, en otro arranque similar al del luso, se fue Ramos. Y, cuando nadie realmente lo esperaba, Karim, que siempre había estado al margen en las labores de liderazgo, agarró el timón. Pasaba ya el francés los treinta años, pero quizá sea está la mejor etapa de un hombre; donde el zenit físico se topa con los frutos de la experiencia.
Karim tuteló a Vinicius y Rodrygo, les avisó de las inclemencias de la posadolescencia, potenció su talento y les abandona ahora, cuando la tormenta ha pasado. Asimismo, en el imaginario reciente vive su última epopeya; la última Champions blanca. Esa gesta construida a base de remontadas imposibles donde él, al fin, se convirtió en un héroe de leyenda.
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