Esbozos y rasguños
Sin noticias de Eden
Hazard no tendría minutos ni en una de esas pachangas benéficas de toreros contra famosos. Ahora mismo Enrique Ponce estaría por delante de él en la rotación de Ancelotti
El efecto Illarramendi
El largo Adiós
![Sin noticias de Eden](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/deportes/2023/05/27/hazard2-RY5uUzd7jPV7Qdxj0PxAzXL-1200x840@abc.jpg)
Si hay un partido del Real Madrid, lo veo siempre. Tenga lo que tenga, haya lo que haya, caiga quien caiga. Me da igual que sea un amistoso de verano en Estados Unidos, el partido contra la droga o un encuentro benéfico de toreros contra ... famosos. Mientras haya unos vestidos de blanco por la tele, ahí estaré yo. Fútbol, baloncesto de veteranos o tiro al pichón. Por eso tiemblo cada vez que alguien menciona la posibilidad de abrir una nueva sección dentro del club. Me meten ahora un Real Madrid de balonmano o de hockey patines y me arruinan la vida. Necesitaría un excel o una excedencia para poder cuadrar horarios. Y es que hay cosas de las que uno ya no puede quitarse. El escorpión ya se lo dijo a la tortuga en la fábula: uno no puede luchar contra su naturaleza. O como le dijo Alvite a su médico cuando este le prohibió fumar tras toda una vida encadenando cigarros y con un cáncer diagnosticado: «Dile tú a estas alturas a Jack el Destripador que empiece a pagar las putas ahora».
El que ya no juega nunca, da igual también el tipo de partido que sea, es Eden Hazard. El belga no tendría minutos ni en una de esas pachangas benéficas de toreros contra famosos. Ahora mismo Enrique Ponce estaría por delante de él en la rotación de Ancelotti. Contra el Sevilla, con nada en juego, sin Benzema, sin Vinicius y sin Asensio, tampoco tuvo minutos. Lo cual hasta tiene mérito. Resulta imposible encontrar un desplome similar en la valorización de un jugador. No se me ocurre ningún caso parecido. A veces se compara a Hazard con otros fichajes fallidos que, a su lado y con las estadísticas en la mano, parecen hasta éxitos rotundos. Otra temporada más soportando semejante coste hundido se antoja una papeleta complicada. Una asignatura que le queda pendiente al Madrid este verano.
Si Pascal decía que el carácter se forja cuando te puedes quedar sin hacer nada en una habitación, el madridismo también se hace viendo esta clase de partidos intrascendentes en soledad. Hasta los disfrutas con cierto placer culpable, algo anestesiado por la falta de tensión y por la delicadeza de un par de recortes de Rodrygo, cada día que pasa más importante. El Madrid en primavera, con dinero y sin objetivos, Baden Baden. Que se lo digan a Hazard. Al menos Pascal estaría orgulloso de él.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete