Esbozos y rasguños
Alerta naranja
No hay espacio físico para que los cuatro de arriba desarrollen su juego. Unos se ahogan a otros. Se pisan lo fregado

Con la mente ya en otras próximas citas, el Madrid se enfrentó al Espanyol con cierto aire de suficiencia. Y resbaló, como suele suceder cuando uno tiene la mirada puesta en otro lado aunque sea de reojo. Ancelotti pudo volver a disponer de su cuarteto ... especial: Vini, Bellingham, Mbappé, Rodrygo. Y el equipo naufragó. No hay espacio físico para que los cuatro de arriba desarrollen su juego. Unos se ahogan a otros. Se pisan lo fregado. La realidad, por dura que sea, es que el equipo juega mejor cuando falta uno de ellos. La incógnita ahora está en saber si contra Atlético y City apostará de nuevo por los mismos de arriba, toda vez que no parece conseguir con ellos ni la brillantez ni la solidez esperadas.
Porque esta semana además se confirmó lo esperado y lo temido: Real Madrid y Manchester City se cruzarán de nuevo en una eliminatoria de Champions League. Parece que uno no puede escapar cada año ni de la declaración de la renta ni de Guardiola. En ambas cosas, unas veces te sale a devolver y en otras te pegan un palo histórico. A ver qué toca ahora.
De lo que tampoco parece posible zafarse uno este año es de los partidos a las 9 de la noche ni de esa terrible segunda equipación. Resulta insufrible ver al Real Madrid tantos partidos luciendo ese horrendo uniforme color naranja de lata de mejillones en escabeche. Es un color ajeno por completo a la historia del club y algo muy extraño de ver cada jornada para los aficionados. Las marcas deportivas insisten en sacar estas equipaciones improbables para seguir explotando la gallina de los huevos de oro. Llegará pronto el momento en el que el Madrid juegue un día de blaugrana. Los colores de un equipo nunca pueden ser ni un capricho ni una moda.
Para colmo de males parece que el conjunto blanco (o naranja) se tendrá que medir a cara de perro ante Atlético y City con la defensa en cuadro. Porque Rüdiger, valladar defensivo y titular indiscutible, cayó lesionado en la peor semana posible. Nadie ha secado mejor a Haaland que el central alemán. Si el Madrid termina jugándose media temporada con Tchouaméni y Asencio como improvisada pareja de centrales será un merecido toque de atención a la dejadez de la planificación deportiva. Una defensa de circunstancias es una novatada impropia de un equipo con la experiencia y los recursos que se le presumen al Madrid. Racanear en defensas en favor de otros jugadores más vistosos siempre ha sido una apuesta que ha acabado pagando muy caro el Madrid. Pero la memoria con los errores de uno mismo en el pasado siempre tiende a ser frágil y benévola.
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