Del champán en Varsovia a los sudores fríos de Bérgamo

Partido complicado para los de Ancelotti, no solo por el contexto de la clasificación, que le ubica ahora mismo en el puesto 24 de esta liguilla previa, límite para acceder al 'play in' que da acceso a octavos, sino por el rival que tendrá delante. El Atalanta de Gasperini es el actual líder de la Serie A y el tercero en la Champions, no sabe lo que es perder desde el 24 de septiembre, acumula nueve victorias consecutivas, y Retegui y Lookman, con 14 y 10 goles, respectivamente, están en su momento pico. Nada tiene que ver este Atalanta con el equipo poco rodado y repleto de bajas que perdió la Supercopa de Europa sin dar guerra ante los blancos, hace cuatro meses en Varsovia: «Va a ser un partido muy exigente. Ellos lo están haciendo muy bien, han mejorado mucho desde la Supercopa, tienen dinamismo, entusiasmo, han ganado muchos partidos y compiten muy bien».

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Rubén Cañizares

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Llega el Madrid a esta sexta jornada con un panorama nunca visto en su participación continental. Jamás el equipo blanco había perdido tres partidos consecutivos en la Champions, situación que en el antiguo formato le tendría prácticamente eliminado. No es así con el sistema de miniliga implementado desde esta temporada, pero ya no tiene apenas colchón. Según las estimaciones de la UEFA, con 8 o 9 puntos es suficiente para meterse entre los 24 clasificados. Es el mínimo al que ya opta el Madrid, una vez que tiene imposible clasificarse entre los ocho primeros que evita el cruce previo a octavos: «Es jodido vernos el 24. No estamos acostumbrados a pasar por estos momentos, pero también es parte del fútbol», reflexiona Valverde.

Para la batalla de Bérgamo recupera Ancelotti a Vinicius, en la enfermería durante llos últimos quince días, tras caer lesionado frente al Leganés, y a Rodrygo, que volvió de su lesión para jugar la semana pasada contra Getafe y Athletic, pero no estuvo en Girona por precaución. La misma que deberá tener Ancelotti con Bellingham, que salió de Montilivi con una sobrecarga y, aunque jugará de inicio en el Gewiss Stadium, el historial de la enfermería blanca en lo que va de temporada invita a ser sumamente cauto: «Está totalmente recuperado. Mis dos únicas dudas son Vinicius y Rodrygo. Sobre ellos tomaremos la decisión según las sensaciones que tengan en el entrenamiento».

Es cierto que si el Madrid se la volviera a pegar hoy, todavía tendría las dos jornadas finales de enero, ante el Salzburgo en el Bernabéu y contra el Brest en Francia, para solucionar su pase, pero evidentemente no sería la forma más adecuada de acceder a las eliminatorias. Lo importante es pasar, sin duda, pero el cómo, en el caso del Real Madrid, también es relevante. Hay un prestigio deportivo que mantener. Y unas cuentas que, de momento, en Champions están por debajo de lo esperado.

Los ingresos del Madrid en lo que va de competición están lejos de lo previsto. A estas alturas, solo ha sumado 4,2 millones por las dos victorias ante el Stuttgart y el Borussia, y ha dejado fuera de sus arcas los 6,3 millones que ha perdido en las derrotas ante Lille, Milan y Liverpool. Además, no meterse entre los ocho primeros no solo te libra de una eliminatoria, con la consecuente ganancia en términos de descanso, sino que supone 11 millones a los que el Madrid ya no puede optar. Solo recibirá un 'kilo' por la ronda de dieciseisavos y, si no se mete entre el puesto 9 y el 16, también se quedará sin otro millón que se otorga en este escalafón clasificatorio.

Números impropios del Madrid en Champions, pero solucionables en el medio plazo. Para ello, le toca empezar a enmendar su camino hoy en Bérgamo, donde Atila y Napoleón ya le marcaron el camino para conquistar una de las ciudades más elegantes e históricas del país italiano.