Fútbol
Blindaje blanco ante el último latido del Chelsea
Champions League
El Real Madrid llega a Londres para disputar la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones en un gran momento defensivo que le permite afrontar con confianza el 2-0 del Bernabéu
Chelsea - Real Madrid: Horario, canal de televisión y dónde ver en directo
Asensio reclama importancia

La irrelevante victoria blanca en Cádiz para el devenir de lo más alto de la Liga dejó en su poso varias alegrías en el campeón de Europa. El Real Madrid se divirtió en ataque, confirmó la gran relación asociativa entre Asensio, Benzema y Rodrygo, y rodó a mediocampistas necesitados de confianza como Tchouaméni o Ceballos. Pero más allá del artificio y la belleza futbolística, siguiendo la estela del partido del pasado miércoles en el Bernabéu, la noche en la ciudad más antigua de Occidente demostró el buen momento y la variabilidad de la profunda defensa madridista.
La perenne seguridad de Nacho Fernández, que adornó su partido con un golazo lejano, la tardía pero óptima adaptación de Rudiger -ya es mucho más que un recurso, es una alternativa real a David Alaba en el central izquierdo-, la exuberancia de Militao, la plenitud de Courtois... hacen que el Real Madrid viaje a Londres en un estado de ánimo pletórico. Además, la consolidación de Camavinga en el carril izquierdo focaliza y descongestiona la salida de balón blanca desde Cuortois -con una repercusión defensiva similiar, la inclusión del joven francés en la zaga madridista resulta un alivio ante el avispero que es el lesionado Mendy con la pelota en el pie-.
En el otro lado está Carvajal. Desde que viviera una noche terrible en Glasgow con la camiseta de España, regresó a la senda de su mejor nivel en los partidos gigantes de las últimas semanas. Estuvo brillante en el 0-4 copero del Camp Nou y, ante el Chelsea, volvió a estar preciso con y sin balón.
Entretanto, el Madrid llega a la capital inglesa para medirse este martes al Chelsea en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League. Y, ciertamente, el ambiente a orillas del Támesis no podría ser más lúgubre. El despido de Potter y la vuelta con caducidad de Lampard al banquillo de Stamford Bridge, como era de esperar, no ha reanimado a una plantilla que no da señales vitales. Asimismo, una nueva derrota en casa frente al Brighton, la tercera consecutiva, profundiza la autodestrucción de este gigante.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete