REAL MADRID

Sahin se retrasa dos meses más

A la espera del debut, su enigmática lesión en la rodilla lo tendrá sesenta días sin jugar

Sahin se retrasa dos meses más AFP

J. C. J. C.

En el mundo plácido del Real Madrid después del contundente estreno en La Romareda (0-6) ha surgido una jaqueca. Nuri Sahin no levanta cabeza . No reacciona su rodilla izquierda, punto de conflicto respecto a una recuperación que no prospera. El centrocampista turco no ha debutado con su nueva camiseta blanca y dorada y no lo hará durante al menos sesenta días más. El esguince no mejora y su caso empieza a recordar en el madridismo a antiguos cuerpos estropeados que nunca rindieron a satisfacción: Prosinecki, Savio, Woodgate o Robben .

Sahin no juega al fútbol desde el pasado 15 de abril, en el Borussia Dortmund-Friburgo. Un adversario impetuoso chocó contra su pierna, clavada sobre el césped y que se flexionó con el impacto. Todo lo que vinieron a continuación han sido malas noticias para el jugador otomano, alemán de nacimiento.

Dos diagnósticos

El primer diagnóstico en el Real Madrid fue un esguince de grado I en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda. La grada esperó su debut en el pasado trofeo Bernabéu (24 de agosto) frente al Galatasaray después de dos días de aparente normalidad en las sesiones de entrenamiento con sus compañeros, pero también ahí se frenó el estreno del nuevo dorsal 5 de la plantilla. El pronóstico médico: esguince grado II del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda en su tercio distal. «No es una recaída. Es otra lesión diferente», sentenció Mourinho.

De confirmarse las previsiones negativas, Sahin se podría perder diez jorandas de la Liga y tres de la Liga de Campeones , además de la Supercopa que no disputó ante el Barcelona.

El centrocampista le costó diez millones de euros al club, una cantidad destinada a un futbolista creativo que debía asumir funciones prioritarias junto a Xabi Alonso. La inquietud del madridismo reside en que no sea un clon de otros futbolistas de trazo fino que expusieron su fragilidad orgánica vestidos de blanco.

El caso más singular es el de Prosinecki, un precursor galáctico, que llegó del Estrella Roja en 1991 y cuyo rendimiento sería un fiasco en el club por culpa de las constantes lesiones musculares. Debilidad que tenía su origen en la boca, en la frecuencia con la que las caries le atacaban. Algo parecido a lo que sucedió con Woodgate, al que una lesión en la espalda arruinó su vida en Madrid. O Arjen Robben, el holandés de precio sideral (35 millones), que sufrió una decena de lesiones. Todos llegaron con la vitola de jugadores de cristal y así se marcharon.

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