Real Madrid
La contradicción de Zidane con los jóvenes
El club apuesta por fichajes jóvenes y de brillante futuro que el propio técnico avala, pero luego les concede muy pocas oportunidades y le exige máximo rendimiento

Hubo un tiempo en el que el 99% de la plantilla que dirigía Zidane se sentía titular. Había matices, claro, dependiendo del jugador en cuestión, pero el gran secreto del mejor Zidane fue conseguir que un grupo de 25 jugadores, la gran mayoría entre ... los cinco mejores futbolistas del planeta en su respectivas posiciones, se sintiera importante con minutos de calidad, y no solo de cantidad.
Aquello lo hizo en la temporada 2016-2017 y tuvo doble mérito, porque lo logró en el pico de la carrera de muchos de sus jugadores, entre ellos la famosa BBC o futbolistas que aún están en la plantilla como Isco, Kroos, Modric, Ramos o Marcelo . No era sencillo convencer a muchas de esas estrellas que había que ser generoso en el reparto de los minutos, y que ahí iba a cimentarse la gloria de ese equipo. El resultado fue un doblete de Liga y Champions, el tercero en la historia del Madrid tras los logrados en 1957 y 1958. De aquel Zidane que hacía feliz hasta al jugador número 25 del grupo, cada vez queda menos.
Hace ya un tiempo considerable que el Real Madrid tomó un camino firme en la parcela deportiva. La irrupción de los petrodólares en Europa regó de oro a ciertos equipos del continente, como el City o el PSG, y ante tal músculo financiero el club blanco decidió que era el momento de fichar futuros balones de oro y no traerlos ya con el galardón bajo el brazo. Los fichajes rimbombantes de la primera etapa de la presidencia de Florentino, y del primer tamo de su segunda era como mandatario blanco, habían llegado a su fin. Los seguiría habiendo, sin duda, pero en menor cantidad y solo cuando el mercado diera una oportunidad que fuera pecado dejar escapar, como sucedió con Hazard y podría pasar con Mbappé. Lo que nunca pensó la entidad blanca es que el mejor entrenador de su historia moderna no acompañara esta política deportiva: «No se le puede pedir a los jóvenes que den resultados en uno o dos partidos. Así es muy complicado ver su valía», explican desde el club blanco.
Cambio total
Zidane ha pasado de demostrar que es imposible pelear por títulos sin una eficiente y variada gestión de tus activos a volver al fútbol de los ochenta. Sí, aquel en el que los aficionados se sabían de memoria los once titulares de su equipo y ni se preocupaban por los inquilinos del banquillo. Eso ha ocurrido en estos dos últimos meses del francés en el banquillo del Real Madrid , y ciertos jugadores jóvenes se han hartado. Seguramente, con razón.
Jovic se ha marchado a Alemania, Odegaard ha pedido salir y no se puede descartar que haya más futbolistas que suban al despacho de José Ángel Sánchez para buscar los minutos que ahora se les niega. Justo la misma situación que ha provocado que Achraf, Reguilón, Óscar Rodríguez, Raúl de Tomás, Ceballos, Brahim, Llorente o Borja Mayoral no estén ya en el Real Madrid y, quién sabe, si lo estarán en el futuro. En el caso del hoy mediocentro del Atlético parece una utopía. Y en esta lista que chirría a la dirección deportiva del club no solo aparecen los que están fuera, sino también los de dentro que tienen una participación testimonial.
Lunin, Odriozola, Militao, Valverde, Rodrygo, Vinicius y Mariano . En todos, el Madrid ha invertido sustanciales cantidades de dinero, sobre todo en el caso de los dos atacantes brasileños, pero Zidane, por las razones que fuere, no acaba por apostar por ellos. Ni siquiera cuando Asensio y Hazard estuvieron fuera del equipo durante unos cuantos meses por distintas lesiones de gravedad. Hay cosas que Zidane tiene en la cabeza que generan cierta confusión en el club. Extraña que sea él mismo el que avale y recomiende alguno de estos jóvenes fichajes para luego darles pocas oportunidades y exigirle a cambio y de manera inmediata máximo rendimiento.
Tampoco le encajan ciertas declaraciones públicas. Zidane insiste que todos los jugadores de la plantilla son importantes, repite a menudo sobre los más jóvenes que no tiene duda que triunfarán en el Madrid , pero a la vez dice que en el club blanco la competencia es muy fuerte y, por lo tanto, los jugadores que se quedan ya saben lo que hay. Discurso extraño el del francés, que presume de contar con todos, pero también deja claro que igual unos cuantos van a pasarse mucho tiempo en el banquillo. Esto es precisamente lo que pasa con los jóvenes. Es la contradicción de Zidane.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete